7 razones por las que apostar por la movilidad eléctrica

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Las compañías ya tienen a su alcance las herramientas para llevar a cabo el cambio hacia la movilidad eléctrica.

Movilidad eléctrica

 

El vehículo eléctrico ofrece un gran número de ventajas y beneficios medioambientales. Sin embargo, en nuestro país, aunque es cierto que se avanza en la dirección correcta, también es verdad que sigue siendo necesario abordar una transformación de las infraestructuras y de la legislación para hacer posible y compatible el uso de este tipo de vehículos para cualquier tipo de conductor.

No obstante, las compañías ya tienen a su alcance las herramientas indispensables para el cambio. Por ello, LeasePlan las anima a apostar por la movilidad eléctrica, recordando siete razones por las que adoptar este tipo de movilidad:

Sostenibilidad. La sociedad ejerce cada vez más presión sobre las empresas para que reduzcan las emisiones procedentes de su actividad. La incorporación del vehículo eléctrico en las flotas de empresa contribuiría positivamente no solo a que las compañías alcanzasen sus objetivos de sostenibilidad, sino también a mejorar su imagen corporativa, demostrando que están mejor preparadas para afrontar el futuro sostenible.

Continuidad empresarial. A día de hoy, más de 200 ciudades en todo el mundo han implantado zonas de bajas emisiones con el objetivo de reducir sus niveles de contaminación y mejorar la calidad del aire. Dado que el vehículo eléctrico puede circular sin restricciones por cualquier punto de las ciudades, garantiza la movilidad y la continuidad de la actividad de empresas, profesionales autónomos y usuarios particulares que circulan por el centro urbano.

Autonomía. Los vehículos eléctricos ofrecen cada vez mayores niveles de autonomía, permitiendo recorrer distancias más largas sin necesidad de recargar la batería. La última generación de vehículos eléctricos con una batería de 40 kWh ofrece una autonomía real de 270 kilómetros; es decir, este tipo de vehículos cubriría las necesidades de movilidad semanal de una gran mayoría de la población española.

Disponibilidad. La variedad de modelos eléctricos en el mercado es cada vez mayor. Los fabricantes están anunciando nuevos lanzamientos de este tipo de vehículos de cero emisiones, lo que permitirá a las empresas –y al conductor particular– elegir entre un mayor abanico de posibilidades, en función de los tipos de rutas, hábitos de conducción o kilometraje medio de su flota.

Coste. El todavía elevado coste de adquisición de un vehículo eléctrico se puede mitigar optando por alternativas de movilidad como el renting, que permite disponer de un VE y todos los servicios asociados incluidos en una sola cuota. Además, según la ciudad por la que circulen, disfrutan de otras ventajas.

Satisfacción del conductor. Según un estudio de mercado realizado en Holanda, los usuarios de vehículos eléctricos muestran un mayor grado de satisfacción que los de otro tipo de coches. En concreto, un 86% de los conductores consultados nunca volverían a utilizar un vehículo con motor de combustión tradicional.

Impuestos. Los conductores de vehículos eléctricos pagan menos impuestos. En España, están exentos de pagar el impuesto de matriculación y podrán recibir bonificaciones del impuesto de circulación de hasta el 75% por parte de los ayuntamientos.