El tuning bien entendido
Empresas de transportes con una flota que superen la treintena de vehículos y lleven más de tres décadas en activo existen bastantes en nuestro país. Sin embargo hay pocas tan conocidas y admiradas como la que hoy traemos a estas páginas. Y es que los Cañadas han demostrado no sólo conocer el negocio del transporte sinó además como llamar la atención allá por donde pasan sus camiones. Por Joan Garriga
Es un sábado por la mañana y acudimos al polígono Polingesa de Riudellots de la Selva, en Girona, junto al cruce de la C25, A2 y AP2, un nudo cercano a la frontera de la Jonquera y por tanto punto de paso obligado para la mayor parte del transporte internacional de nuestro país. La actividad resulta frenética, pues hoy las instalaciones del lavadero público de cisternas y vehículos industriales trabajan prácticamente a tope.
Sin embargo hoy es la flota propia la que ocupa el lavadero. Nos acercamos mientras pasamos junto a un espectacular Elvis que luce en blanco y negro en el lateral de un Volvo FH, mientras que en el otro lado de la misma cabina James Dean mira con aire melancólico junto al Porsche que lo condujo velozmente hacia la tumba.
Caras familiares
Por el camino vemos a los bandidos conocidos por todo el salvaje oeste como los hermanos Dalton, el vaquero Lucky Luke, los guerreros galos Astérix y Obélix, estrellas del cine como Cantiflas o los coches animados de la película Cars. Es como si el sol hubiese afectado a nuestra capacidad de tocar con los pies en el suelo, pero lo cierto es que a través de este aparcamiento poblado de espectaculares camiones se nos aparecen personajes como el mismísimo Gladiator, el esclavo que desafiaba a todo un emperador del Imperio Romano en el filme de idéntico nombre.
Finalmente damos con una persona de carne y hueso en medio de este auténtico museo de celebridades sobre ruedas. Se trata de Rocío Cañadas, quien pronto reúne a sus hermanos Marina y José Manuel, quienes serán nuestros anfitriones y los ajetreados encargados de colocarnos esta espectacular flota de camiones para poderlos fotografiar.
Rocío nos explica que aquí lo de trabajar en sábado no resulta nada excepcional: “Cuando no tenemos cursos de formación para conductores hay que lavar los camiones o incluso acudir a alguna concentración de decorados con alguno de ellos, aunque lo cierto es que eso lo hacemos cada vez menos. Lo cierto es que en esta casa todo lo hemos logrado con mucho trabajo y se ha convertido en nuestro modo de vivir.
Nuestra flota se dedica al transporte de productos alimenticios y químicos, de modo que estos vehículos toca lavarlos casi a diario y cuando no fallan nunca en el lavadero es el sábado o el viernes, cuando terminan el trabajo de la semana. Es algo obligado y no sólo por ganas de presentar una buena imagen externa.”
Hoy José Manuel, el padre de nuestros anfitriones e hijo del fundador de la empresa, y el resto de hermanos, Carlos y Santi, libran, de modo que el peso de mover camiones y atender a la prensa recae en tres voluntariosos y dispuestos miembros de esta camionerísima familia: José Manuel hijo, Rocío y Marina.
Marca de la casa
Los Cañadas llaman la atención allá por donde pasan, sus vehículos recorren todo nuestro país y buena parte del resto de Europa, no dejando indiferentes a quienes se los cruzan. Por ello sus conductores están habituados a que la gente se acerque a ellos a admirarlos o incluso a comentar en directo lo que su decoración despierta.
José Manuel nos lo explica: “Yo llevo mi Volvo FH decorado y más personalizado que el resto de la flota, al igual que el Scania de morro de uno de mis hermanos con cabina Top Line. A veces aparcas y te viene el de otro camión a ver si puede ver la cabina y al ver como llevas el interior de la cabina, los cromados y la decoración y te sueltan que el dueño de la empresa debe ser un loco o tonto para llevar así los camiones. Yo me callo y no le digo que soy de la familia, porque todo el mundo tiene derecho a opinar. Eso sí.
En los camiones de la flota, los que no conducimos nosotros mismos, la decoración es poco más que nuestro color exclusivo dorado, ya conocido como color Cañadas, más un dibujo decorativo. Si miras el coste de esa decoración durante la vida útil de la tractora ves como en la letra mensual de cada tractora apenas supone un coste añadido de 20 euros. Creo que es poco dinero a cambio de tener una flota de camiones que nos llena de orgullo y que se reconoce en toda Europa allá donde vamos.”
Rocío no puede más que reforzar las palabras de su hermano:”Somos un transportista que trabaja para grandes compañías multinacionales del sector químico y alimenticio, que luchamos por conseguir el reconocimiento bajo las normas de calidad SQS y SQAS, pero en nuestro caso le imagen que damos como empresa, con una flota totalmente decorada además ha hecho que nos llame alguna empresa interesada en trabajar con un transportista que se esmera tanto en el cuidado de sus camiones.”
Símbolo andante
Aunque en esta flota apenas si quedan en activo dos Scania, precisamente uno de ellos es uno de sus emblemas y uno de los camiones más conocidos de los que circulan por las carreteras de nuestro país. Nos lo explica Rocío: “El Scania de Morro con cabina Top Line lo lleva mi hermano Carlos. Engancha una cisterna decorada a juego y además cuenta con el interior de la cabina totalmente hecho a mano.
Es un camión único, que muchos consideran en Europa un auténtico símbolo de los camiones decorados en España y con el que hemos participado en muchas concentraciones.”
Sin embargo los grandes protagonistas del día a día son otros: “La mayor parte de nuestra flota son camiones FH de Volvo, su rendimiento es el que más nos conviene, por su baja tara y prestaciones con ahorro. También tenemos algunos Renault Premium, que junto a los Volvo FM son los camiones más ligeros que tenemos. Esto es así porque en algunos trabajos que realizamos la tara del vehículo es fundamental y de un Premium o un Volvo FM a lo que pesa nuetro Scania Top Line de morro van casi dos toneladas. Nos gustan mucho los camiones, pero esto es una empresa y los tenemos para trabajar.”
Para trabajar, desde luego, pero sin que ello les impida hacerlo del modo más elegante. Ahí está la espectacular flota de los Cañadas para demostrarlo.