Bosch incide en la necesidad de renovar el actual parque de vehículos diésel para conseguir una mejora en la calidad del aire, ya que la moderna tecnología diésel minimiza las emisiones contaminantes.
Desde hace unos años nos encontramos con la discusión sobre la incidencia del diésel en la calidad del aire. Para Bosch, las actuales innovaciones tecnológicas introducidas en estos motores les convierten en limpios y económicos. Están convencidos que tecnologías como el Common Rail y otros sistemas para el post-tratamiento de los gases de escape son sólo el pricnipio de unos avances que seguirán reduciendo las emisiones de partículas y de óxido de nitrógeno.
El gran problema es que, desde el inicio de la crisis económica, el parque diésel ha experimentado un gran envejecimiento, ralentizando la introducción de los nuevos avances para la mejora medioambiental. Por eso, y debido a las grandes diferencias en consumo y emisiones si comparamos los motores modernos con los de hace algunos años, Bosch cree que se han de realizar iniciativas para renovar el antiguo parque.