En caso de necesidad
Nadie quiere ver como su vehículo se para de repente y tener que telefonear al servicio de rescate en carretera y aunque los fabricantes automovilísticos se empeñan en no dejar de mejorar sus creaciones, lo cierto es que a medida de recorrer kilómetros y más kilómetros sea a causa de incidencias mecánicas o accidentes tarde o temprano terminamos por necesitar una grúa. Texto: Joan Garriga Imágenes: J.G./Foima
Foima es un especialista con fábrica y diseño propios dedicados a las grúas de rescate de vehículos, que cubre prácticamente todo el espectro de vehículos. Así en su catálogo de grúas encontramos desde modelos realizados sobre chasis ligeros de menos de 3.500 kilogramos, aptos para remolcar motos y automóviles, hasta grandes
chasis de cuatro ejes y 32 toneladas de MMA que permiten acometer el rescate de vehículos industriales de cualquier tamaño. La compañía cuenta casi con un cuarto de siglo de experiencia y actualmente comercializa 300 grúas, sumando todos los tipos de su catálogo, anualmente, mientras que cuenta con cerca de una cincuentena de empleados.
Cuchara o plataforma
Esas son las dos tendencias, que también encontramos en el ámbito de los vehículos de rescate más ligeros. La cuchara, una especie de pinza hidráulica, se ha popularizado para tareas simples como es remolcar turismos mal aparcados al servicio de las municipalidades. Una de las virtudes de esta clase de equipos es su rapidez de actuación y facilidad para remolcar al vehículo sin causar daños, por ejemplo añadiendo patines a las ruedas del
propio vehículo accidentado. Este tipo de grúa se instala sobre un chasis cabina, sea de un pick up ligero o bien un modelo de 3.500 kilogramos, requiriendo una carrocería mínima, a parte de la grúa hidráulica en si misma, de modo que tiene en su baja tara una gran ventaja. Una aplicación derivada de este tipo de grúas es el sistema que se adapta a la quinta rueda de cualquier tractora, de modo que una flota puede así disponer de una grúa propia cuando se avería alguna de sus unidades sin necesidad de recurrir a un costoso servicio de grúa externo.
Agilidad y versatilidad
Con dichas cualidades no es de extrañar que las plataformas se estén imponiendo como grúas para el servicio de rescate de vehículo, la ventaja es que aquí la plataforma desciende hasta el suelo facilitando mediante el torno la carga de los automóviles aunque estén dañados a causa de accidentes y no puedan cargarse por sus propios medios. De esta clase de vehículos existen ya camiones ligeros, medios y pesados, de modo que podemos encontrar un extenso catálogo de modelos para cargar de una motocicleta a una tractora pesada. La versatilidad es tal que por ejemplo un camión ligero equipado con plataforma de dos alturas y pinza trasera puede remolcar hasta tres turismos a la vez.
Articulación revolucionaria
El sistema FPA, siglas que corresponden a Foima Plataforma Articulada, es una novedad en el mercado español aportada mediante una licencia que le permite comercializar esta tecnología en modelos chasis cabina ligeros, en versiones de dos y tres ejes, que respectivamente se sitúan en los 3.500 y 5.200 kgs de MMA.
La idea respecto a una plataforma convencional es que gracias a la particular arquitectura de la FPA, donde el chasis del propio vehículo está articulado y se dobla por la parte trasera de la cabina para facilitar la carga y descarga de los vehículos, es lograr un camión mucho más ligero respecto a un rígido convencional. Esta técnica es aplicable en modelos de tracción delantera, como los Peugeot Boxer, marca con la que este carrocero colabora de modo que su terminación es incluida en los modelos en catálogo de Peugeot. Sin embargo el FPA se ha ofrecido en prácticamente todos los chasis cabina del mercado tracción delantera: Ford Transit, Renault Master, Opel Movano, Nissan Interstar…
Un FPA2, dos ejes, con sus 3.500 kgs de MMA ofrece entre 1.200 y 1.400 kilogramos de carga útil, en función del modelo sobre el que se realice el carrozado y los accesorios con que se dote la carrocería. El resultado es un vehículo más de 500 kilogramos más ligero que una plataforma convencional y por tanto capaz de cargar la mayoría de automóviles de gama media sin pasarse de peso. Es decir una auténtica grúa de rescate que puede trabajar por debajo de los 3.500 kilogramos de MMA, lo cual permite mantenerse en el permiso B de conducción y olvidarse de tacógrafo y limitador de velocidad.
Ganar tiempo
El FPA es un equipo de accionamiento rápido, carga el vehículo en pocos segundos, especialmente adecuado para los servicios más habituales, donde pequeñas averías inmovilizan los vehículos. Para casos en los que el vehículo a rescatar está totalmente dañado conviene optar por modelos más reforzados, lentos y pesados, pero cuya estructura admite la carga arrastrando componentes mecánicos sin resultar dañado.
Así mismo, el FPA 3, donde en la parte trasera de la plataforma se montan dos ejes de rueda simple, lleva su MMA hasta los 5.200 kilogramos, lo cual equivale a disponer de 2.500 kilogramos de carga útil. Eso si, en este caso estamos hablando de un vehículo que legalmente se encuadra en la categoría de los camiones ligeros, se conduce con la licencia C1 y debe montar limitador de velocidad y tacógrafo como cualquier vehículo pesado. Sin embargo el resultado es una grúa muy ágil y económica, de bajo consumo, cuya carga útil permite realizar servicios cargando furgones, vehículos todoterreno, turismos de gama alta, etc.
Así mismo, para servicios dedicados al transporte de turismos de gama alta puede resultar conveniente cubrir la mercancía, el FPA lo facilita mediante un toldo montado sobre una estructura rodante, que un solo operario puede montar y desmontar en pocos minutos y que además facilita la entrada y salida del turismo transportado al disponer de un práctico sistema de apertura lateral en el toldo. La ventaja es que este toldo desmontable sólo lo llevaremos cuando el trabajo lo demande y así en el día a día contaremos con la menor Tara y la aerodinámica más ventajosa. Vemos así como el FPA está pensado para que todos sus detalles incrementen la rentabilidad al máximo.