Espectáculo en pista
Orlando Rodríguez es un transportista malagueño, de Torre del Mar, a quien se le nota de lejos la afición que mantiene por su oficio y por las carreras de camiones. Para ello no hay más que verlo circular al volante de algunas de sus joyas; un Freightliner de 1986 o el Mercedes SK con el que compite. Por: Joan Garriga
Este transportista dedicado a los materiales de construcción y servicios como las grúas es también un gran aficionado a los vehículos clásicos de todo tipo. Se trata de una de esas personas que lejos de ver en el camión a un medio problemático de ganarse la vida, reconocen en él algo más que una máquina. El propio Orlando Rodríguez nos explica: “Yo nací en Brasil porque mi padre emigró allí a trabajar y vivió 10 años en aquel país. Desde entonces ha habido camiones en casa y siempre crecí viendo vehículos de todo tipo, desde excavadoras a motocicletas.”
Quizás por eso con los años Orlando ha participado en todo tipo de competiciones del motor, desde slaloms en motocicletas a rallyes de coches. A un camionero de toda la vida sólo le faltaba competir entre los grandes del asfalto y a la que pudo convirtió su sueño en realidad:
“Siempre me gustaron las carreras del Europeo de Camiones, pero lo cierto es que para un particular este mundo de las carreras de camiones supone un esfuerzo enorme. No fue hasta el 2005 cuando pude adquirir el Mercedes 1838 que ahora tengo. Yo se lo compré al piloto Antonio Conejero, pero este era un camión que hace casi 20 años ganó dos campeonatos europeos seguidos, en manos del piloto austríaco Allgauer.
Debido a la economía no he sido capaz más que de participar en temporadas alternas, así que estuve en las pistas en 2005, 2007 y ahora de nuevo en 2009. En 2010 y 2011 también. Estamos participando sin ningún apoyo externo y dedicando a esto más dinero y tiempo del que se debería. Porque lo cierto es que a poco que quieras salir en condiciones te absorve mucho tiempo, tanto de tu dedicación profesional como del que pide tu familia.”
Manteniendo la afición
Si algún día se hiciera realidad aquello que reza en la Biblia;”Y los últimos serán los primeros.” A buen seguro que Buggyras y MAN oficiales deberían temblar ante el Mercedes amarillo de Orlando, pues este piloto centra sus actuaciones más en lograr un buen derrape en los giros donde se encuentra la afición, que no en tratar de
convertir en competitiva a una montura que nada puede hacer frente a los equipos oficiales con que comparte categoría, pista y clasificaciones. Sin embargo, son este tipo de participantes en la Copa de España y Europeo de Carreras los que más pasión levantan entre los aficionados, pues se trata de transportistas. Gente cercana a los
que forman el público y que pueden olvidar durante un fin de semana los agobios propios del oficio dando gas a fondo mientras la mecánica aguante. Orlando pertenece a ese pelotón, escaso en velocidad punta, pero sobrado en cuanto a espectáculo que ofrecer y afición.
El Freightliner de Orlando
Este camión que actualmente tiene su principal empleo en el traslado del equipo de competición, es una tractora del año 1986, impulsada por un motor Caterpillar de 295CV y transmisión Fuller. Cuando se le pregunta a su
feliz propietario por sus características principales él tiene muy claro con que compararlo: “Este camión es una máquina de batalla para lo que se llevaba en Estados Unidos. Por sus características y su época yo lo comparo a lo que significaba para nosotros un Pegaso de aquellos 310CV también con caja Fuller.” Eso sí, como buen
conventional americano, que es como se denomina allí a los camiones de morro, lo cierto es que el aspecto de uno de estos camiones resulta mucho más llamativo y espectacular que a lo que estamos habituados en Europa. Este Freightliner es buena prueba de ello y resulta en España un modelo prácticamente único, que podemos admirar en perfecto estado gracias a la pasión de Orlando Rodríguez.