¿La última huelga de estibadores? (06- 06- 2017)

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    A veces me vienen a la mente frases de esas que escuchabas de niño a alguno de tus mayores y que con el tiempo han llegado a convertirse en grandes certezas… Estaba viendo en las noticias de la tele el enésimo ejemplo de un colectivo que ha encontrado el modo de protestar para defender lo suyo, hasta aquí nada malo en principio, sinó fuera porque su modo de protesta pasa por utilizar al sector del transporte como rehén. Una vez más… ¡Y es que parece que el ejemplo de los simpáticos agricultores franceses no deja de cundir! 

    Mal de muchos…

    «Mal de muchos, consuelo de tontos.» Es una de esas frases que no logro recordar cuando escuché por primera vez. Pero me acompaña desde que tengo uso de razón y debo admitir que tardé bastantes años en empezar a valorarla en su justa y cruel medida. ¡Qué gran verdad! Y os preguntaréis, ¿de qué mal hablará éste? o lo que es peor ¿A qué tontos se refiere? Por que quienes ya vayáis conociendo las ideas que destila quién esto suscribe ya os iréis temiendo algo… ¿Quienes son o lo que sería peor somos esos tontos?

    Ejemplo de dúmpers robotizados en una mina a cielo abierto:

     

    Pues mirad. Queda claro que el país en este momento o mejor dicho los políticos miopes y cortoplacistas que nos dirigen están agarrados por un lugar tan delicado como doloroso si se pierden las formas. ¿Quienes sujetan sus soberanas partes? Pues también queda claro que unos estibadores que no están del todo de acuerdo con que el progreso y la adaptación a la normativa comunitaria deba terminar con sus décadas de privilegiado monopolio en un trabajo que, dicho sea de paso, no deja de resultar imprescindible e incluso rentable. De hecho en este conflicto, que no sé cuando pero si cómo, es decir pagando a cuenta de ti y de mi, se solucionará, me preocupa otra cosa. Y esa cosa que me preocupa es ese consuelo, el mal de todos. Creo, estoy firmemente seguro, que esta será la última gran huelga de estibadores. También creo que estos señores trabajadores conservarán la mayor parte de sus privilegios y que, eso sí, son un colectivo condenado. ¿Por quién? Pues ahí estaría la gracia si la puñetera situación tuviera gracia alguna. Nadie los habrá condenado, acabarán en los museos, arrinconados como un recuerdo más. Y es que ya existe alguna que otra terminal de contenedores en el mundo que trabaja sin estibadores humanos. ¿Habéis oído lo de la conducción autónoma verdad? Pues bueno eso es tan aplicable a las máquinas cargadoras como a las grandes grúas o a los propios navíos mercantes…El mal es ese: la automatización de la práctica mayoría de actividades que en la actualidad constituyen los trabajos que ocupan a una inmensa mayoría de nosotros y por tanto nos dan de comer… No sé como se os queda el cuerpo con este futuro que ya está a la vuelta de la esquina. Dudo, no que se nos quede cara de tontos a medida que la automatización robotice la fuerza laboral de pasado mañana, sinó simplemente que nos consolemos así como así. Quién sabe, quizás la robotización también se lleve por delante la frasecita en cuestión y «Mal de muchos, consuelo de tontos» haya dejado de ser una realidad. No por falta de males o de tontos, sinó de consuelo.