El fabricante sueco se alía con Asko para poner en marcha un equipo que desarrolle las pruebas de un sistema de propulsión eléctrico a partir del gas hidrógeno extraído de las pilas de combustible.
Las alternativas a la combustión tradicional no paran de sucederse. Gas Natural, electrificación e hibridación son las más conocidas pero no las únicas. La variante ofrecida por las pilas de combustible de hidrógeno parecen pasar desapercibidas en el sector del transporte pesado pero Scania no ha querido olvidarse de una opción igual de sostenible todavía por explorar. Para ello cuenta con la colaboración del mayorista de bienes Noruego Asko, que le ayudará a poner en marcha las pruebas de este tipo de propulsión.
Los camiones de Scania están equipados con un sistema eléctrico que adquiere la energía del gas hidrógeno que se encuentra en las pilas de combustible situadas a bordo de los vehículos. El camión híbrido contará con una batería que se encargue de los instantes en que se requiera de más potencia y recuperará la energía en las inercias o frenadas.
Hedvig Paradis.
El beneficio principal de este combustible es que se trata de una tecnología de cero emisiones (emite solo agua) que se reposta de una forma similar a la gasolina o diésel por lo que la inversión en infraestructuras es casi nula. Eso sí, es una solución por explotar tal y como admite Hedvig Paradis, responsable del proyecto colaborativo entre Asko y Scania, “La tecnología aún no es madura, necesita que avancemos a unos pasos más grandes en un tiempo más corto, tales como intentar solucionar los problemas de degradación y durabilidad de la pila de combustible” comentó.
