El accidente que dejó tres fallecidos el domingo en la N-340 ha vuelto a abrir el debate de la presencia de los camiones en dicha carretera.
El suceso
El domingo 4 de febrero, alrededor de las cuatro de la tarde, hubo un accidente de tránsito en la N-340 en Coma-ruga (El Vendrell). Un camión colisionó con dos turismos y tres personas resultaron fallecidas.
El accidente ocurrió de la siguiente manera, según relata TV3: el camión circulaba con dos semirremolques en dirección sur por la Nacional, perdió el control y acabó haciendo la tijera. A consecuencia, invadió el carril contrario y chocó con dos turismos. El primer turismo recibió el impacto más duro, de manera frontal, y quedó casi destrozado del todo. Los tres ocupantes, conductor de 35 años y dos mujeres de 55 y 86 años, resultaron fallecidos.
Por otro lado, los ocupantes del segundo turismo (un matrimonio y el hijo) resultaron heridos de poca gravedad y fueron trasladados al Hospital Comarcal del Vendrell. Según fuentes de la investigación, el conductor del camión dio negativo en el control de alcoholemia y drogas, además de que no sobrepasó los límites de velocidad. Aún queda por comprobar el tonelaje que transportaba.
Hay que evitar desastres mayores en las carreteras menos seguras
Representación del «efecto tijera»
La respuesta del pueblo y la Generalitat
El trágico suceso ha vuelto a reabrir el debate de la presencia de camiones en la N-340 y la «peligrosidad» que estos pueden causar si siguen circulando por la Nacional. Al día siguiente, por el mediodía, hubo una concentración delante del Ayuntamiento de l’Arboç en señal de duelo por las víctimas del accidente. Pero también, informa el Diari de Tarragona, condenaron la falta de medidas para mejorar la seguridad en la carretera, después de las denuncias del pueblo durante años. Joan Sans, alcalde de l’Arboç, manifestó la indignación por la falta de estas medidas y denuncia que se ha incumplido el compromiso de que los camiones circularan a partir del 1 de enero por la AP-7. «Quizá de haber cumplido esa promesa esas tres personas estarían vivas», comentó.
El pacto con la Generalitat y que el Ministerio de Fomento también había suscrito, obligaba a los camiones a circular por la AP-7 y así evitaban la N-340. Además, acordaron unas bonificaciones para los transportistas que circularan por la autopista. Sin embargo, dicha medida aún no se ha llevado a cabo. Ricard Font, secretario de Infraestructures de la Generalitat, criticó el incumplimiento de estas medidas e hizo responsable al Gobierno, quien es titular de la carretera: «Íñigo de la Serna (Ministro de Fomento) es titular de la infraestructura y Juan Ignacio Zoido (Ministro del Interior) es el responsable de que se lleve a cabo el desvío de los camiones. Aquí hay dos ministros y los dos son los responsables», señaló. El primero aseguró que se trabaja «intensamente» para materializar el compromiso, pero evitó poner fecha por la complejidad de los informes y su difícil trámite.
Nueva movilización de los transportistas de Tarragona
La Federación Empresarial de Auto transportes de Tarragona (FEAT), a raíz de los acontecimientos, lanzó ayer un comunicado y mandó su apoyo a los familiares de las víctimas. Josep Lluís Aymat, director de la Federación, ofreció una rueda de prensa para exponer la posición de la Federación. Ante todo, rechaza la intención de responsabilizar a los propios transportistas por «una situación en la cual somos víctimas», ya que ellos son los primeros en reivindicar la necesaria inversión para gozar de carreteras más seguras.
También señalan que se ponga por delante los costos y no la seguridad, velando así por los intereses de las Concesionarias de Autopistas y trasladando así quitándose la real responsabilidad que tienen por no invertir en las carreteras que necesitan una urgente atención. Denuncian que la N-340 no se haya convertido en autovía y que se haya priorizado las obras en carreteras con menos tránsito. «¿No será que las decisiones sobre inversión han tenido en cuenta los intereses de las Autopistas de peaje? ¿No se estará beneficiando siempre a empresas como Abertis a pesar del discurso oficial sobre aumento de la seguridad vial?», apuntan. Han pedido que el Comité Nacional de Transporte recurra ante los Tribunales la obligación con la cual quieren someter a los transportistas.
Manifestación anterior de los transportistas
Por último, y el hecho que les afecta directamente a los camioneros, están en contra de la prohibición de uso de carreteras y la obligación de pagar en las autopistas, aunque tengan una bonificación. Recuerdan que «más del 50% del coste del carburante que usamos son impuestos que se crearon para ejecutar obras y mantener carreteras, y parece que nadie se acuerde». Inciden de esta manera tumbar el discurso de que «no pagamos las carreteras que utilizamos». Por otro lado, consideran que la bonificación ofrecida a las empresas (de un máximo del 50%) es un «agravio«, ya que en otros territorios dicha bonificación llega hasta el 75%.
Después del suceso del domingo y todo el debate que ha vuelto a abrirse, la FEAT ha anunciado que volverán a realizar movilizaciones para manifestar su oposición a ser «agraviados y criminalizados». No es la primera vez que se manifiestan para liberalizar la AP-7 y por denunciar la peligrosidad de dicha carretera. Y parece ser que, hasta que no haya una solución razonable para todas las partes, el debate seguirá abierto.
