La pintura, la carrocería y las llantas de los vehículos pueden verse afectadas por el poder corrosivo del producto.
ISTOBAL, grupo líder en soluciones de lavado y cuidado para la automoción, advierte del alto poder corrosivo que tiene la sal que se emplea para evitar la formación de hielo en las calzadas. Una de las graves afectaciones es la mayor oxidación en partes como los amortiguadores, tubo de escape, frenos y radiador. Además, la pintura y las llantas de los vehículos pueden corroerse más fácilmente con este producto.
Para eliminar el rastro de salitre, los expertos recomiendan limpiar el coche en profundidad en los centros de lavado a presión o puentes de lavado, las opciones más eficaces. Es fundamental revisar bien los bajos de la carrocería y las llantas, donde se suele acumular más sal. Otro producto recomendable son las ceras, que protegen la pintura del vehículo y ayudan a tenerlo limpio durante más tiempo, además de potenciar su brillo. Las ceras que repelan el agua pueden hacer más segura la conducción, ya que favorecen la eliminación del agua en el parabrisas. Por último, la fase de secado también es importante en invierno para evitar la formación de hielo de los restos de agua que puedan quedar.