La concentración de camiones, que se celebra en paralelo al Gran Premio de Camiones de Nürburgring, se ha convertido en un evento que congrega cada año a más apasionados del motor. La gran fiesta americana de Nürburgring
Bienvenidos a la gran fiesta americana… Aunque, esta vez, se celebre en Nürburgring, Alemania. En este circuito, uno de los más míticos para los aficionados al motor, se celebra la jornada más mediática del Campeonato Europeo de Carreras de Camiones, un evento que consigue congregar año tras año cerca de 200.000 entusiastas. Además, paralelamente, tiene lugar una de las concentraciones de camiones más importantes del mundo, que se suma al festival de música country, al parque de atracciones del motor, al casino y a los varios hoteles que pueden encontrar por los alrededores.
La gran fiesta americana de Nürburgring
La gran fiesta americana de Nürburgring
Y, aunque la sensación sea muy americana, nos damos cuenta que estamos en Alemania cuando comprobamos el orden que guardan, incluso, en las zonas de aparcamiento. Así pues, existen aparcamientos de acampada, aparcamientos para quienes acuden en camión, y otro para quienes acuden en camión organizados por flotas. Además, también encontramos un aparcamiento donde solo se admiten camiones de fabricación norteamericana, y otro para vehículos tuneados y personalizados.
Aun así, nuestra zona favorita es la destinada a los camiones y autobuses históricos, cuyas calles, para mayor disfrute de los asistentes amantes del mundo del transporte, se ordenan por épocas y por marcas.
La gran fiesta americana de Nürburgring
El salvaje oeste… ¡Alemán! No, no se trata de una Truck Stop norteamericana, sinó de parte de la exhibición de camiones americanos.
El “brummi”, que es el equivalente alemán a nuestro término “camionero” de toda la vida, se descubre completamente durante esta cita en Nürburgring. Nos sorprendemos, sin embargo, de comprobar que el disfrute y la fiesta alcanzan tales niveles que algunos, incluso, se olvidan de las carreras de camiones. Se dedican únicamente a recuperar la forma para ponerse al volante de sus camiones el domingo por la noche, al finalizar la gran fiesta. De los brummies, nos sorprendió su servicio móvil de barbacoa y sus trailers transformados en salones del oeste, pero sobre todo el orgullo por su profesión y el buen ambiente que les rodeaba.
También hay quien prefiere viajar hasta Nürburgring con la casa a cuestas. Dentro de este grupo, encontramos desde los equipos participantes en el Gran Premio con llamativas motorhomes hasta aquellos que se atreven a montar una caravana sin ruedas directamente sobre el chasis de su camión. Destacaba uno sobre un chasis MAN 6×2, además de un Ford de la gama norteamericana F650. Sin embargo, no fueron los únicos vehículos que llamaron nuestra atención, pues una autocaravana Nissan Trade 100 nos sorprendió por su excelente estado de conservación. Además, tampoco estaba nada mal el Mercedes-Benz 1620 de la década de los 60 que cargaba con un remolque caravana del que pudimos disfrutar.
Con el tiempo, Nürburgring se ha convertido en mucho más que un circuito. Ahora, además de ser la catedral de los deportes de motor por excelencia, también es un parque de atracciones para los aficionados más fieles. Así que no podía faltar una galería comercial, en la que los visitantes tengan la oportunidad de llevarse un buen recuerdo. Además, también encontramos un puesto de salchichas, una hilera de concesionarios de marcas, y tiendas especializadas en adornos, letreros y maquetas. En definitiva, un sueño hecho realidad para los amantes del mundo del motor.
La gran fiesta americana de Nürburgring
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