Diez recomendaciones para mejorar la calidad del sueño y la fatiga de la COVID-19, y evitar sus consecuencias en la conducción.
La emergencia sanitaria y el confinamiento que estamos viviendo estas semanas debido a la COVID-19, nos está afectando a la mayoría de la población de diferentes formas y en distintos ámbitos, generando sobre todo miedo, preocupación, angustia o decaimiento, debido a la incertidumbre social y económica. Todas estas emociones se manifiestan principalmente con estrés, ansiedad, aumento o pérdida del apetito e, incluso, con importantes trastornos en el sueño, así como fatiga prolongada durante el día.
Estos problemas hacen que tengamos menos energía, y un menor nivel de activación y motivación para realizar tareas. Estos efectos son peligrosos porque, poco a poco, pueden derivar en apatía, e incluso en trastornos por depresión. Estos efectos tan negativos, también pueden ser realmente peligrosos en la conducción. Por ello, desde FESVIAL, nos ayudan con diez recomendaciones básicas para tratar de mejorar la calidad del sueño y, de este modo, evitar la somnolencia al volante:
No tomar bebidas estimulantes.
No fragmentar el sueño.
La siesta, ayuda a descansar, pero no debe superar la media hora.
No realizar comidas pesadas antes de dormir.
La cama es solo para dormir.
Antes de acostarse, es recomendable tomar una ducha caliente.
Ver la tele antes de acostarse dificulta el sueño.
Procurar no dormir más horas de lo normal los fines de semana.
Evitar beber alcohol poco antes de acostarse.
Y no someterse a un exceso de información.
Además, también nos ayudan con algunos consejos para evitar que la fatiga afecte a la conducción:
No tomar alimentos pesados antes de conducir.
Pasear durante unos minutos antes de comenzar un viaje largo.
Ingerir alimentos ricos en hierro.
Beber mucho líquido, sobre todo en verano.
Si se conduce de noche, ir descansando.
Parar cada dos horas o cada 200 kilómetros.
Cuidado con los estimulantes usados contra la fatiga.
Los efectos de la fatiga son especialmente peligrosos en la última hora de conducción.
Evita malas posturas al volante.
E intenta no dar vueltas a la cabeza sobre pensamientos catastróficos.
