Camiones Clásicos del transporte alemán
El IAA 2012 busca sus raíces
La mayor feria mundial de la industria automotriz del vehículo industrial, el salón IAA celebrado en Hannover, no sólo se centra en las novedades, también incluye un apartado dedicado a la historia donde reviven marcas como Büssing, IFA, Henschel, Krupp… Por Joan Garriga y Michael Pérez
En las décadas de los años 20 y 30 del pasado siglo XX muchos nombres del transporte no eran los que hoy en día conocemos y otros, en la actualidad ligados al automóvil y los comerciales ligeros, dominaban sus mercados nacionales con los novedosos camiones y autobuses. Ese es el caso de marcas como Citroën y Opel.
De esa época pudimos admirar dos buenos ejemplos, como el camión Opel de 1927 modelo 10-40, que ofrecía 1,5 toneladas de carga útil. Éste sería un antecesor de los modelos Blitz que durante la Segunda Guerra Mundial serían uno de los modelos más utilizados por el ejército alemán. Opel inició su relación con el automóvil nada más y nada menos que en 1899 cuando Adam Opel, por aquel entonces próspero fabricante de bicicletas, adquiría la fábrica de automóviles de Friedrich Lutzmann. Desde 1929, en buena parte debido a la dura crisis de 1929, los hermanos Opel cedían el 80 por ciento de su compañía a la norteamericana General Motors, motivo por el cual las siguientes generaciones de camiones Opel, sus conocidos modelos Blitz, tendrían mucho en común con los camiones Chevrolet de la época.
Otro buen ejemplo de cómo han cambiado las cosas con el paso de las décadas nos lo brinda un autocar Citroën Type 23 de 1947, pues en aquellos tiempos la marca gala no sólo era el principal productor de autobuses de su país sinó que además participaba en la promoción de nuevas líneas de pasajeros para solucionar el grave problema de transporte público que sufría Francia tras superar la Segunda Guerra Mundial. El Type 23, aunque sometido a grandes cambios técnicos, estuvo en fabricación desde 1935 hasta bien entrados los años 60. En los modelos más modernos, fabricados a partir de 1950, los Type 23 podían escoger entre un motor gasolina de 1.911 cm3 o bien un diesel de 3.100 cm3, que en ambos casos rendían 52 CV de potencia máxima. Camiones Clásicos del transporte alemán
T0 así empezó todo
Con la primera generación de su furgoneta Transporter en los años 50 Volkswagen revolucionó el transporte ligero y enseñó al mundo que una furgoneta podía convertirse en mucho más que un simple furgón de transporte. Quizás pocos conocen que este vehículo comercial basado en la mecánica de motor trasero del
turismo VW Escarabajo de primera generación, la mítica T1, tuvo un ancestro para uso privado en las factorías de Volkswagen. Se trataba de un chasis de escarabajo dotado de plataforma para la carga y al que se le había situado el puesto de conducción en la zona trasera sobre el propio motor. En pocos años alguien pensaría que si era bueno para trasladar todo tipo de piezas en la fábrica bien podría encontrar clientes para un Transporter, aunque, afortunadamente, Volkswagen mejoraría completamente la línea y el habitáculo de su primer vehículo comercial: había nacido la T1. Con ella la palabra Transporter sería sinónimo de eficaz y económico furgón de reparto y se iniciaba una larga saga dedicada a la distribución y el transporte ligero, que ya de paso además se convertirían en auténtico icono de la revolución hippie.
MAN y Büssing condenados a colaborar
A mediados del pasado siglo dos nombre fuertes y máximos rivales entre los fabricantes de camiones alemanes eran MAN y Büssing NAG. Ambos fabricantes disponían de una larga historia tras de sí y podían sacar pecho mostrando su grandes aportaciones realizadas al mundo de la automoción. Así si por un lado MAN podía lucir la invención del motor Diesel, pues el ingeniero Rudolf Diesel era un empleado de MAN cuando creó su conocido y todavía en boga motor, lo cierto es que Büssing a principios de siglo había logrado fama mundial con sus
camiones adaptados para transportar pasaje, por eso aún hoy los llamamos autobuses palabra derivada desde auto-büssing. Los primeros buses de dos pisos en Londres serían Büssing y los primeros camiones pesados de tres ejes fiables también serían marca Büssing. Otra gran aportación de Büssing serían los camiones con el motor situado bajo el chasis, una configuración que facilitaba la estructura de cabinas chatas, antes que fueran abatibles, y de paso liberaba a los conductores del siempre omnipresente sonido del motor.
En plena Segunda Guerra Mundial un modelo típico de MAN de 1940 tenía 5.800 kilogramos de peso total y un motor de cuatro cilindros con 70 CV de potencia máxima. En pocos años, 1951 superada ya la guerra, los MAN seguían con su tradicional perfil con cabina de morro, pero bajo el capot las cosas habían mejorado bastante, sus motores V8 llegaban a los 155 CV y permitían que ahora el MAN típico de dos ejes llegara al peso máximo de 15.000 kilogramos.
Aproximadamente en la misma época, 1953, los de Büssing lanzaban su serie 8000 con 180 CV de potencia máxima. Manteniendo las espadas en alto hasta que en 1971 MAN absorvía a su histórico rival.
Faun era otro fabricante alemán activo por aquellos años, su modelo F60 de 1955 montaba un motor Deutz, como Magirus, de 170 CV, este camión pesaba 6.495, su peso máximo era de 16 toneladas y podía equipar un remolque de otras 16 toneladas de peso. Faun también ofrecía modelos de tracción total 4X4 y con el tiempo terminaría creando modelos especializados para el transporte especial de gran tonelaje. Otro nombre poco
conocido fue Vomag, marca alemana que no remprendería su actividad en la postguerra. Aquí vemos un modelo 4,5 LHG 448. Este camión fue fabricado en 1943 tenía un peso en vacío de 6.300 kilogramos y cargaba otros 4.500 kilogramos. Su motor diesel de ocho cilindros en V era de 11 litros y rendía 100 CV de potencia máxima.
Las Autobahn revolucionan el transporte
De los años 50 hacia los 60 la reconstrucción llegaría trayendo también el telón de acero y la separación de Alemania y Centroeuropa en dos bloques enfrentados. Con las Autobahn, autopistas, que habían sido iniciadas bajo el mandato de Hitler en los años 30, llegaba la posibilidad de incrementar el tamaño de los camiones en
circulación y así modelos como los que hemos visto hasta ahora o bien como el Krupp Mustang del cual podemos ver algunos tipo K80. Este camión para 16 toneladas llegaba a enganchar incluso dos remolques, pese a que su motorización más común hacia 1957 se conformaba con 160 CV de potencia máxima. Eso hacía que los conductores de estos trenes de carretera triples desengancharan un remolque en los puertos de montaña y repitieran la ascensión de los tramos más duros primero con un remolque y después con el otro.
Camiones Clásicos del transporte alemán
Marcas como IFA ofrecerían modelos parecidos en prestaciones a los Krupp y Büssing, quedando en la parte oriental de Alemania, la RDA. Podemos ver en este artículo algún IFA S6 de 1957 que con 190 CV era un auténtico peso pesado de su tiempo, por lo que pronto existiría en versión tractora. Otro nombre del bloque del
este que ha llegado hasta nuestros días fue Skoda, aunque en aquella época lo hiciera también produciendo camiones de cabina avanzada.
Del Panzer a los misiles
Otro gran fabricante automovilístico alemán fue Henschel, cuyos camiones y autobuses poblaron las carreteras hasta los años 70 del pasado siglo. Posteriormente la marca con sede en Kassel se especializaría en las locomotoras ferroviarias y terminaría encuadrando algunas de sus partes en grandes grupos multinacionales
como Bombardier, Thyssen y ABB Daimler Benz. Las primeras locomotoras Henschel se remontan a 1848 y por el increíble camino de esta compañía siempre al pie de la última tecnología encontramos modelos de aviones de combate a reacción e incluso algunos de los primeros misiles que entraron en combate en la historia, durante la sangrienta Segunda Guerra Mundial. Las instalaciones de Henschel en Kassel y sus desafortunados trabajadores
serían frecuente objetivo de los bombardeos americanos y británicos durante aquella época dado que Henschel fue también uno de los principales suministradores de tanques del ejército alemán de la época, lo cual incluyó desde la ejecución de los panzer I a los casi invencibles Panzer VI Tiger aparecidos a finales de dicha contienda
bélica. Aquella misma tecnología se aplicaría durante la postguerra en los camiones de transporte Henschel, que destacaron por su modernidad hasta el final, cuando en los años 60 la marca ofrecía ya modelos con cabina abatible. Posteriormente Henschel abandonada los vehículos industriales centrando su actividad en el ámbito
ferroviario y pasando a formar parte de grupos industriales de mayor entidad, donde sigue en activo aunque bajo otras denominaciones. De hecho la antigua Henschel de Kassel, ahora encuadrada dentro del grupo canadiense Bombardier, sigue siendo uno de los mayores centros productores de locomotoras del mundo.
El paso del tiempo nos acerca los modelos a marcas que han llegado a nuestros días, como los últimos Magirus Deutz de morro, con sus motores refrigerados por aire y que serían el modelo con que la marca alemana se integraba en el grupo Iveco donde todavía hoy es el especialista en vehículos de extinción de incendios.
Mercedes con sus contundentes motores en V iniciaría su reinado en las autobahn durante los 70 y 80, con el permiso de rivales como MAN, Volvo, etc. Eso sí, de 1983 es el curioso camión Mercedes Benz bicéfalo un 1936 4X4 con una curiosa característica; tenía dos cabinas, un motor en V de 360 CV y puede ser conducido desde
cualquiera de ellas. ¿La utilidad de este veterano de 1983? Pues así resulta más fácil acudir a actuaciones de emergencia dentro de túneles donde no es necesario preocuparse de dar media vuelta.