ASTIC reclama a los cargadores que se impliquen en completar la protección activa en los muelles de carga y descarga, y dejen de obligar a los conductores a realizar esas labores que no les corresponden.
Las empresas de transporte internacional por carretera asociadas a ASTIC destinan una media mensual de 5.000 euros por empresa en medidas de higienización. Esto se suma a más de 60 euros dirigidos a medidas de protección del personal para cada uno de sus trabajadores. Entre las que encontramos: mascarillas, guantes desechables, geles hidroalcohólicos, formación específica, manuales, medidores de temperatura, etc.).
Entre las nuevas medidas de limpieza rutinaria de los camiones se incluyen limpiar con productos antisépticos seleccionados específicamente en función del material a tratar. Concretamente, hablando solo de la cabina, se higienizan todos aquellos puntos principales de contacto habitual, como volante, tacógrafo, móvil, pomo de la palanca de cambios, salpicadero, apoyabrazos y asiento, ventanillas, tiradores de puertas, etc. Al finalizar cada jornada, se realiza además una limpieza más profunda en el interior y el exterior de la cabina del vehículo. Esto se hace con líquido desinfectante de amplio espectro o con ozono o rayos ultravioleta, según los casos, entre otras medidas.
Nuevas medidas
La organización insiste en señalar que la actividad de transporte por carretera es un potencial vector de expansión geográfica del coronavirus. La responsabilidad de proteger a sus propios trabajadores y al resto de la sociedad les ha llevado a afrontar todas estas nuevas y costosas pautas. “Lamentablemente, una de las medidas más eficaces en este sentido, como es evitar que los conductores se vean forzados a realizar la carga y descarga de mercancías y palés, no está siendo seguida. A pesar de que la Comisión Europea y nuestro propio Gobierno en su resolución del pasado 2 de abril así lo indicaron”, señala Ramón Valdivia, director general de la patronal.
Además, ASTIC insiste en que esas tareas no les corresponden a los conductores profesionales. Así pues, emplear su tiempo en ellas es contraproducente desde muchos puntos de vista, pero especialmente ahora desde el ángulo sanitario. Esta situación resta eficacia a las costosas medidas implementadas por sus empresas para proteger a dichos profesionales y para evitar la expansión de los contagios.
