Astic, contra el corte por parte de los taxistas y los chalecos amarillos

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La patronal del transporte internacional alerta a las autoridades de España y Francia para que impidan el bloque de la frontera en La Junquera.

Astic, en contra de los cortes

 

Astic, la Asociación de Transporte Internacional por Carretera, exige a las autoridades españolas y francesas que impidan el bloque de la frontera con Francia por la patronal Élite Taxi en La Junquera, con el respaldo de los chalecos amarillos, y que garanticen la libre circulación de personas y mercancías por ambos territorios.

La inactividad forzada del transporte de mercancías por carretera, sector estratégico y vertebrador de la economía nacional, afectaría a las exportaciones e importaciones españolas. La Asociación muestra su oposición a cualquier tipo de barrera al transporte por carretera en cualquiera de los dos países ya que limita la circulación a los casi 20.000 vehículos profesionales que atraviesan Los Pirineos cada día, va contra los intereses de las empresas de transporte, de sus clientes y de sus conductores y supone un grave atentado contra la actividad económica en su conjunto. Es necesario remarcar que algo más de la mitad de las operaciones internacionales por carretera con origen en España tiene a Francia como destino y otro buen porcentaje, en torno al 45%, atraviesa dicho país para alcanzar otros destinos en Europa.

Fuentes de Astic han señalado que “es inaceptable que las reivindicaciones de cualquier colectivo se traduzcan con tanta frecuencia en obstaculizar la libre circulación de mercancías y personas, pero además en el caso de profesionales del transporte urbano, como son los empresarios del taxi, resulta doblemente chocante”. “Es esencial que los gobiernos español y francés garanticen con total rotundidad que no van a consentir ese intento de internacionalizar los altercados”, han añadido.

Las empresas de transporte internacional no pueden permitirse volver a sufrir un caos como el vivido durante las últimas semanas de 2018, provocado por los cortes viales de los chalecos amarillos y los CDR, y que supuso millones de euros en pérdidas, kilómetros de atascos para centenares de camiones españoles, y consecuencias desastrosas para su actividad y su sector.