Aker Associates, empresa británica, realizó un estudio para Clearfleau en el cual se plantea el biometano como alternativa de bajo carbono al diésel usado en el transporte pesado de mercancías.
Para sacar estas conclusiones, Andrew Winship, autor del estudio, se centró en el uso de este combustible en el mercado de vehículos comerciales, evaluando los impulsores de cambio y las barreras que pueden impedir una mayor adopción, y su posible uso con plantas de digestión anaeróbica in situ en áreas industriales.
«Esperamos ver un número creciente de empresas de procesamiento de alimentos busque utilizar esta tecnología, que ofrece una alternativa baja en carbono al diésel para alimentar sus flotas comerciales», comentó Winship. Además, hizo un llamamiento al gobierno y a las empresas para reducir las emisiones de carbono en el transporte e introducir el biometano como combustible de desarrollo en la renovada Obligación de Combustibles de Transporte Renovables (RTFO).
En cuanto a Clearfleau, centrado en el sector lechero, da un enfoque ofreciendo una solución de economía circular, que permita que los camiones de recolección y entrega sean alimentados con biometano generado en el mismo sitio a partir de los subproductos de la fabricación de queso.
«Tenemos un historial probado de tecnología de digestión entregada para procesar residuos y subproductos, y estamos muy contentos de poder ofrecer ahora a los clientes un uso alternativo para el biogás limpio que generan», apuntó Richard Gueterbock, director de Marketing de Clearfleau. De este modo, pretenden crear mayor interés por parte de la industria alimentaria.
