El agua da más brillo
En este artículo nos centramos en los camiones personalizados y tuneados que acudieron a la cita del tercer festival de camiones de Torrelavega, que pese a la lluvia volvió a convertirse en una estupenda fiesta camionera.
Por Joan Garriga y Arantxa Fuertes
No contentos con reunir esta serie de rarezas de la ruta dignas de admiración, en esta edición las maquetas cobraban gran protagonismo. Así junto a los ya habituales modelos de radio control del club RC Colomers, en
esta ocasión pudimos admirar una colección de varios cientos de maquetas reproduciendo camiones de diversas épocas y marcas.
El mundo a escala
Esa fue la alucinante colección reunida por los coleccionistas Elías Celis, César Pombo y Luís M. Ceballos, donde podían admirarse desde espectaculares miniaturas de transportes especiales, que ocupan casi un metro de longitud, hasta una amplia variedad de miniaturas reproduciendo modelos Pegaso, pasando por una selecta
selección de modelos americanos. Como nos explicaba uno de estos miniflotistas; “Hemos tratado de reunir una colección acorde con los camiones convocados a la fiesta, reuniendo Pegasos, modelos americanos y otros que
simplemente nos parecen espectaculares. Algunas de estas miniaturas superan los 400 € de precio, de modo que calculamos que los modelos aquí expuestos rondarán entre los 10.000 y 12.000 € de valor.”
Así las cosas no podemos más que congratularnos del container acristalado que servía como expositor para esta impresionante flotilla de camiones de prácticamente todas las épocas y marcas.
Demostración en vivo
Tampoco faltaba la personal aportación de la decoradora de camiones Flora Biosca haciendo demostraciones en vivo de su arte con el aerógrafo, el proyecto que ella denomina Road Colors y del que muchos camiones decorados presentes en la fiesta eran un excelente exponente.
La personalización de camiones se demuestra como un arte vivo, que muchas veces convierte a su propietario en algo así como un artista pop capaz de plasmar la propia personalidad en el camión con el que trabaja a diario y que tantas veces se convierte en la segunda e incluso primera casa. Así darse un paseo entre el centenar largo
de admiración cada vez que lo descubrimos en un camión con el cual se trabaja a diario, unos interiores exclusivos y mantenidos en perfectísimo estado de revista.
Buen ejemplo de esto último era el transportista cántabro Javier García, quien nos invitaba a entrar en la cabina de su MAN TGA y nos sorprendía mostrándonos una decoración donde el protagonista es su escudo heráldico.
Otra sorpresa era descubrir camuflado entre el público a otro de los grandes artistas del aerógrafo nacional, Jose Carlos Velasco, quien a través de Velasco Creación ha decorado gran parte de los camiones más espectaculares
de las últimas décadas. En este caso algunas de sus obras también estaban presentes en Torrelavega, como un DAF decorado con escenas de la antigua vida campestre de tierras astures.
Vivir la carretera
Si tienes mala suerte, te puede tocar un trabajo que te ocupe muchas horas y, cuando de transporte y ruta se trata te obligue a vivir en la carretera. Si tienes buena suerte y eres un apasionado del oficio que has elegido no te limitas a vivir en la carretera sinó que vives la carretera. No os vamos a descubrir la dureza del oficio en
cuestión, pero pese a todos los pesares de la crisis actual todavía se trata de un oficio capaz de llenar la vida de la gente que lo ama. Esos auténticos camioneros son los que a veces deciden juntarse un fin de semana y hacer una fiesta con su oficio como protagonista. Entre estos entusiastas encontramos a los palentinos del Club Doble Embrague, con Ramón Álvarez como entusiasta ejemplo.
Pero si se trata de hablar de gente ilusionada por la carretera no podemos dejar de admirar a algunos que viven casi con el ardor propio de una religión. Un caso evidente es el de los adeptos a una religión camionera… Se les conoce porque suelen llegar envueltos en el rugido de un poderoso motor V8 y no es que hablen maravillas de
sus amados Scanias…¡Es que se tatúan incluso la marca en su propia piel! Chumillas, desde Hellín en Albacete, junto a su inseparable e inmaculado Scania 620 es un buen ejemplo de los adeptos de esta religión camionera, aunque sólo uno de los muchos que se congregaron en Torrelavega.
A mal tiempo…
Ya se sabe que frente a los tormentazos económicos que asolan a nuestra sociedad lo único que podemos hacer los que trabajamos día a día a nivel de calle es poner buena cara y esperar que escampe pronto. Eso en la
carretera se traduce en el entusiasmo de transportistas por salir adelante como los que vimos en Torrelavega, donde pese a los centimazos sanitarios e impuestos venideros a modo de nuevos peajes para el transporte se
responde trabajando o tratando de hacerlo y además decorando el camión para que luzca más estupendo que nunca. Algunos, como Mariano a quien descubrimos frente a su MAN TGX, transforman el parabrisas de su
cabina en una auténtica exposición de maquetas. Otros transforman los paneles de su cabina en escenas de su película favorita, sea una de piratas o bien un clásico del Western protagonizado por estrellas tan clásicas como John Wayne.
En todos los casos se trata de convertir una máquina de serie, un vehículo práctico pensado para el trabajo, en algo más, en un auténtico camión, una máquina, pero también un lugar donde una persona pasa muchísimas
horas, donde en muchas ocasiones vive más que en su hogar y donde la decoración sirve para plasmar la personalidad y aficiones de quien trabaja con ella. Así pudimos ver desde tractoras decoradas con personajes de Disney hasta el protagonista de videos juegos Super Mario Bross. Otros prefieren dedicar los paneles
dedicados a viejas escenas de motociclismo y otros simplemente buscan sorprendernos mediante colorido y cromado… En definitiva, gente orgullosa de ser transportista y con unos vehículos dispuestos a devorar los kilómetros que hagan falta.
Enlace al reportaje dedicado a los camiones clásicos en la concentración de camiones Torrelavega 2012: