Aun así, España está entre los cinco países europeos con previsiones menos negativas sobre una posible recesión económica.
El futuro de las empresas españolas está, a menudo, marcado por la desaceleración económica, el descenso de las exportaciones y los mayores riesgos de deuda a futuro. En este sentido, el nuevo Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum, compañía líder en gestión de créditos y activos, apunta que el 44% de las empresas españolas encuestadas ve posible que se produzca una recesión en los próximos cinco años.
Pese a todo, esta cifra sigue siendo nueve puntos menor que el promedio europeo (53%), situando a España entre los cinco países más optimistas frente a la idea de una recesión, en línea con Francia.
Entre las casi 12.000 organizaciones entrevistadas en 29 países, las más positivas son las austriaca, ya que el 23% de las empresas de esa nacionalidad no prevé una recesión en los próximos cinco años. En el extremo opuesto se encuentra Grecia, donde el 93% de las compañías está preocupada por la recesión económica, bien porque considere que su país ya está inmerso en ese proceso, o bien porque cree que lo estará en los próximos años.
Las empresas italianas se encuentran en esta misma línea (84%), especialmente después de que, según el Instituto Nacional de Estadística, en país entrase oficialmente en recesión por tercera vez. Una difícil situación que, a pesar de haber sido ya superada por Portugal, continua sin calar en las empresas lusas, pues 8 de cada 10 siguen pensando que habrá una recesión a corto plazo.
En el ámbito nacional, las compañías gallegas (52%), las castellano y leonesas (52%) y las madrileñas (51%) son las que actualmente tienen peores previsiones sobre la situación económica del país, en línea con la media europea (53%), ya que más de la mitad de sus empresas cree que habrá una recesión antes de 2024.
En el lado opuesto, las compañías más optimistas son las manchegas, donde apenas un 29% de los empresarios ve factible una recesión en cinco años, seguidas de las andaluzas, vascas y catalanas, con un 38%.