75 años de formación
La Moderna, fundada en 1940 por el maestro de escuela Alfredo Pérez Sánchez fue la primera autoescuela activa en la capital de León. Antes incluso de que existiera la licencia reglada para la conducción. Desde entonces ha evolucionado no sólo para ofrecer todos los carnets de conducción en su plan formativo sinó para incluir el amplio panorama de formación que demanda actualmente el sector del transporte.
La Moderna, como su nombre indica, nacía con voluntad de mantenerse a la última en el ámbito de la formación vial y si eso para su fundador pasó por enseñar a conducir antes incluso que exisitiera el permiso oficial de conducción, ahora en cambio pasa por haber dado el paso desde la simple autoescuela para la obtención de los carnets oficiales, para convertirse en un completo centro formativo para los profesionales del transporte y la logística.
Carnets y mucho más
Así junto a los permisos de conducción para motocicletas y turismos en La Moderna se ofrecen los profesionales, desde el BTP hasta los de vehículos pesados C1,C,E, D1 y D.
Hablamos con uno de los tres socios al frente de La Moderna, Fernando, quien está profesionalmente implicado en la formación que ahora se requiere para trabajar en el transporte. De hecho Fernando ha tomado el relevo de su padre junto a dos socios, Diego y Moisés, el terceto que ha tomado en la actualidad las riendas de La Moderna:
“Actualmente te conviertes más en un centro de formación profesional, que no en una simple autoescuela. El carnet es necesario pero existe una serie de estudios que además necesitas como profesional para trabajar: el CAP( Curso de Aptitud Profesional), los especializados como el ADR de materias peligrosas, en manipulación de grúas, carretillas elevadoras, etc. Actualmente la formación es muy práctica y específica, viene regulada por normativa europea y convierte al profesional del transporte en una persona muy preparada. “
De hecho desde la Moderna en León se vienen desarrollando todos los cursos que en la actualidad puede requerir un profesional para trabajar en el transporte. Esto se hace además con posibilidad de beneficiarse de las bonificaciones existentes para trabajadores por cuenta ajena, bien en las propias instalaciones del centro o bien realizando cursos a medida de empresas que adaptan la materia a la propia realidad de cada transportista y pueden realizarse incluso en las propias instalaciones del transportista.
Formación de primer nivel
Ahora se forma al transportista en aspectos ligados a la conducción económica y otros temas como la logística y seguridad: “Hoy en día no estamos hablando únicamente de sacarse el carnet. Ahora mediante el CAP los conductores profesionales necesitan una formación continua y ello permite que aunque lleves toda la vida en el transporte cada cinco años se te actualicen los conocimientos. Mucha gente llega diciendo que ellos lo saben todo y vienen sólo a pagar y cumplir un trámite, pero luego les das clases sobre algunos aspectos del oficio que quizás desconocían porque han cambiado recientemente. Un buen ejemplo de ello es el tacógrafo digital o bien aspectos legales donde un simple papel, como llevar convenientemente rellenado el certificado de actividades tras haber hecho unas vacaciones por ejemplo, puede evitarte una costosa sanción.”
La complejidad legislativa que afecta al transporte desde tantos ámbitos hace que el profesional requiera una formación cada vez mayor, que sin embargo Fernando defiende como algo útil y práctico, que se convierte en una garantía para el trabajo diario del camionero:
“Hay pocas pruebas más prácticas y útiles como la prueba de fuego de los cursos ADR donde se aprende el mejor modo de atacar un fuego con el extintor que debemos llevar en el camión. Además en el CAP inicial se dan unas nociones de primeros auxilios, muy convenientes para quien se pasa la jornada laboral entera circulando, una de las actividades que generan más muertes y lesiones en la sociedad actual. “
Conducción eficiente
Hoy en día nos pasamos la mitad del tiempo escuchando acerca de medio ambiente y normas Euro, ya vamos por la Euro 6, que afecta fundamentalmente a los vehículos y sus características. Sin embargo el primer factor en la conducción ahorrativa y ecológica es el conductor. Fernando explica: “Este campo lo queremos potenciar pero ya en las propias prácticas para el carnet C+E te valoran que aproveches las inercias del camión para así minimizar el consumo. Además en el CAP hablamos de la importancia de cuidar la aerodinámica del vehículo y ver como situar mejor la carga. Son muchos aspectos que podemos mejorar desde la formación en una autoescuela actual y dedicada al transporte. De hecho nosotros ya estamos ofreciendo cursor de Conducción Eficiente tanto para empresas de transportes como para grupos abiertos.”
Cursos profesionales
Desde Autoescuela La Moderna de León se ofrece actualmente los CAP de formación continua y cualificación inicial. En el ámbito del ADR se cursa el Inicial Básico, Inicial de Especialización, Reciclaje Básico y Reciclaje de Especialización. Como ya se ha mencionado también se imparten cursos de Conducción Eficiente, además de otros relacionados con el transporte como el de Tacógrafo, Carretilla Elevadora, Retroexcavadora y Bienestar Animal.
Dos generaciones
Aprovechamos la ocasión para entablar conversación con Bernando Rodríguez, hoy un feliz recién jubilado tras 40 años al frente de la autoescuela dispuesto a disfrutar del séptimo Lada Niva 4X4, que está a punto de estrenar, para gastarlo de igual modo que hizo con los seis anteriores, recorriendo los montes de Babia, su tierra natal. Él adquirió la autoescuela a su fundador allá por 1970, tras pasar unos años trabajando como ingeniero industrial en Brasil se decidía a volver a su tierra e instalarse. La enseñanza siempre atrajo a Bernardo, en su familia ya había maestros, de modo que no le importó dedicarse a ello, aunque fuese en esta vertiente motorizada. Una actividad compartida en familia, junto a su mujer Pilar Casal, que también dedicó su vida laboral a ello. Podemos así descubrir como ha evolucionado la formación de los profesionales del volante desde los 70 hasta la actualidad.
Ilusión por el carnet
“Cuando empezamos España estaba en pleno auge, la gente de repente tenía dinero, igual llevaba unos años trabajando en la mina y entonces quería comprarse un coche, que era lo que demostraba a sus vecinos que las cosas le iban bien. Naturalmente, para ello necesitaban el carnet de conducir y venían a la autoescuela. Eso desapareció, no es sólo la crisis. Ahora la juventud lo que quiere tener es el último modelo de teléfono móvil y únicamente se deciden a sacarse el carnet de conducir porque lo ven como una obligación, algo que te resultará necesario para la vida, para ser independiente, ir a estudiar o para el trabajo, pero ya no esperan con ilusión poder conducir. Eso se perdió, ahora quieren tardar lo menos posible en tener el carnet de conducir y además sacarlo lo más barato posible.”
Camioneros desde siempre
Durante más de 40 años Bernardo ha sido profesor también para los carnets profesionales, es decir los antiguos C1 camión de hasta 16 toneladas y C2 camiones pesados incluidos el trailer articulado, E de remolque tipo tren de carretera y D para autobús. Las cosas cambiaron un poco en la actualidad.
Bernardo no se siente ni mucho menos desligado de la formación vial, está junto a su hijo Fernando y puntualiza: “Que nadie se piense que antes era más fácil que ahora sacar el carnet de camión. Te pedían saber hacer el doble embrague y eso por si mismo ya demanda una psico-motricidad tal que impedía a una persona un poco torpe obtener el carnet de conducir para vehículos pesados. Existía una prueba, que se realizaba sobre una máquina que se llamaba el torno. Consistía en una especie de mesa articulada que había que mantener en equilibrio accionando con las dos manos ruedas que funcionaban de modo independiente. Era una prueba psicotécnica de gran exigencia que no todo el mundo podía pasar. Desde luego en este aspecto ahora sacarse un carnet como el C es más fácil que hace 40 años. Naturalmente hemos mejorado mucho en otros aspectos, antes se paraba a dormir cuando se podía y en cualquier bar de carretera el vino para beber y el café con puro y copa era lo corriente. Ahora los descansos son algo sagrado y prácticamente nadie toma alcohol si va a conducir.”
Oficio exigente
Una exigencia técnica que venía de la mano a la realidad de los vehículos que circulaban por las rutas de 1970. No en vano los cambios de velocidades sin sincronizar y con varias palancas para su manejo estaban a la orden del día.
Bernardo recuerda además como era la enseñanza de la teoría ligada al carnet C por aquel entonces: “Uno de los primeros responsables que tuve en mi época de profesor de autoescuela al frente de la DGT fue un tal Muñoz Repiso, un militar. Con él se exigió muchísimo en la fase teórica para la obtención de los carnets profesionales, de modo que la mecánica que debíamos enseñar quedaba a un nivel prácticamente equivalente al de los alumnos de mecánica en Formación Profesional. Aquello iba acorde con los camiones del momento, sin electrónica, donde tu podías escuchar el motor e identificar un ruido extraño o descubrir una fuga de líquido y sabías que avería podía sufrir tu camión. Esto hoy en día no tendría sentido alguno.”