La fuerza del autónomo
Hablamos de una flota cercana a los 110 camiones, que trabaja a nivel internacional y que en una jornada normal tiene a su departamento de tráfico, donde trabajan cinco operadores en red, enfrascado en cargar 70 de sus camiones en lugares tan dispares como pueden ser el propio Monzón, Escocia, Austria o Galicia. En esta empresa se trabaja con el cobro garantizado desde hace 12 años y de hecho han logrado capear la crisis sin descensos apreciables en su actividad.
“Desde 1998 hemos triplicado nuestra facturación. Somos una cooperativa tradicional, donde todos los socios son transportistas y tienen sus propios vehículos y autorizaciones. Empezamos en 1963 nuestra actividad. “
Nos encontramos en la sede de Coctramo, unas amplias instalaciones de 15.000 m2 donde los socios disponen de aparcamiento para sus vehículos y servicios como taller, lavadero, gasolinera e incluso un bar restaurante, junto a otros más habituales en cualquier empresa de transportes como son un amplio departamento de administración y tráfico.
Alberto Sampietro, responsable de esta cooperativa de transportistas, se nos presenta como una especie de árbitro entre los intereses de los 50 socios de la cooperativa, es un modo realista de definir las funciones del gerente de una cooperativa de transportes: “Una de las claves para el éxito de cualquier cooperativa es lograr un funcionamiento interno disciplinado, que nos permita trabajar con la misma seriedad de cualquier otra empresa de transportes. Aquí la norma es que primero hagas el trabajo que te adjudicaron desde tráfico y luego protesta si quieres. Un socio cuando va a cargar no sabe cual será el destino que se le adjudicará y está obligado a aceptarlo. Únicamente a partir de los 55 años pueden optar si lo prefieren a trabajar centrados en recorrido nacional, aunque eso en nuestro caso incluye algunas salidas a Francia y Portugal.”
Rentabilidad en mente
“Como gerente de una flota de transportes a mi no me gusta más el camión con un diseño más espectacular, sinó que valoro un vehículo que consuma 30 litros en lugar de otro que haga 36… Siguiendo esa misma mentalidad no es que hayamos decidido realizar un tipo determinado de transporte, sinó que ha sido nuestra voluntad de abarcar las necesidades de transporte de nuestros clientes lo que nos ha llevado hasta la actual situación.
Por ello hemos pasado de la carga general, que seguimos realizando, a otros tipos de mercancías como la paletizada, mercancía a granel y ADR, sin olvidar otros tan específicos como pueden ser los transportes especiales. Por ello en nuestra flota tenemos además de las típicas plataformas de laterales, basculantes, semirremolques tipo tautliner e incluso plataformas para maquinaria y camiones con grúa, además de una buena parte de la flota adaptada a las cargas ADR.”
La única salida
Sampietro nos explica como en la actual situación económica en el sector del transporte para los autónomos, que en este caso pueden ser propietarios de hasta 5 vehículos, la única solución es agruparse en cooperativas como esta frente a las grandes corporaciones que llegan a agrupar flotas de miles de vehículos: “ Nuestros socios siguen siendo transportistas autónomos, pero yo como responsable de Coctramo puedo ir a visitar un cliente de gran entidad y gracias a la unión de 50 autónomos decirle que podemos cubrir todas sus necesidades de transporte. Nuestro volumen nos lo permite.
En el caso de la cooperativa disponemos de una gran capacidad de adaptación, porque el autónomo la tiene. Si en un momento dado necesitamos ampliar flota pues tengo que ser capaz de motivar a 10 socios y ya tengo diez vehículos más sin excesivos problemas. “
La actividad del transporte va mucho más allá de la simple conducción de un vehículo y preocuparse por lograr cargas para llegar a fin de mes. Sin ir más lejos en Coctramo la gestión administrativa que se pone al servicio de los socios es uno de sus mayores valores, junto a la agrupación de compras que ofrece a los socios una apreciable ayuda para su rentabilidad.
“Un ejemplo de esto son los documentos de control que deben acompañar cualquier carga, obligatorios desde 2003. Nosotros estamos muy orgullosos de llevar una década cumpliendo esta obligación sin haber recibido ni una sola denuncia por falta de documentación durante todo este tiempo. Todo en nuestra organización va encaminado a lograr algo que consideramos clave: Ofrecer el servicio que sólo puede dar un autónomo y la pequeña empresa con la imagen y capacidad de una gran empresa.”
La actualidad del transporte
Hablando de transporte frente al responsable de una de las principales flotas de la zona donde nos encontramos no podemos eludir algunos temas de la actualidad del sector, como es el caso de la posibilidad de contar con vehículos autorizados para el transporte con más de 40 toneladas en nuestro país: “ Sí, bueno, desde aquí en España ya tenemos algunos casos particulares que permiten trabajar con 44 toneladas. Desde nuestro punto de vista no estamos ni a favor ni en contra. Lo que si tenemos claro es que el cargador nunca tiene suficiente, de modo que más tarde o más temprano terminaremos trabajando con vehículos mayores que los actuales. Eso sí, reclamamos que sea con las 44 toneladas o pensando en otras medidas como dar mayor altura para permitir 3 metros de altura libre en la carga, se debería llegar a una uniformidad de dimensiones y pesos a nivel europeo para luchar en las mismas condiciones y evitar posibles sanciones.
Además, pensar en introducir nuevas medidas, sean las 44 o las 60 toneladas, demandará a los transportistas un gran esfuerzo inversor, en un momento en que no resulta fácil conseguir financiación y que por tanto beneficiará a las mayores empresas frente al pequeño. Eso sí, en el momento en que se autorice algún cambio en este campo será una oportunidad para diferenciarte en el mercado, al poder ofrecer antes que tus competidores los nuevos tipos de vehículos.
Aunque tradicionalmente en el transporte la competencia a bajo coste siempre ha sido uno de sus problemas, lo cierto es que es que estamos ante un problema que se agudiza en tiempos de apreturas económicas como los que atravesamos. Sampietro tiene una opinión clara al respecto: “ Hay dos modos de trabajar. Uno es haciendo transporte, trabando con unos costes razonables que siempre debes mantener bajos y lograr ofrecer un servicio que te haga interesante para tus clientes. El otro… pues se trata de andar comprando el transporte, reventando precios.”
Precísamente una de las “fórmulas mágicas” empleadas por algunas grandes flotas del sector para reducir costes, las conocidas como falsas cooperativas entre los profesionales, han cosechado mala prensa para el término cooperativa en el sector. Por ello conviene distinguir lo que es una cooperativa al uso tradicional, donde se reúnen transportistas que cada uno de ellos dispone de vehículos, capacitación y autorización, frente a otros “inventos” donde el socio cooperativista se convierte en un “falso autónomo” al no disponer en muchos casos ni de autorización, capacitación e incluso ni de la propiedad del vehículo, en la mayoría de los casos una tractora. Estaríamos ante un modo que han utilizado alegremente algunos transportistas para eliminar costes salariales, al convertir a sus conductores en autónomos al enganche. A menudo la rentabilidad del socio simplemente proviene de la diferencia en el pago del IVA en función de la fiscalidad con que se pretenda trabajar, dados los escasos márgenes con que se trabaja al cobrar el trabajo por kilómetro recorrido … Una cooperativa de trabajo social no debería porque ser ilegal, siempre teniendo en cuenta que sus socios no pueden facturar de modo individual y por tanto no son libres de abandonarla y acudir a otra empresa para trabajar con su vehículo.
Sampietro defiende la cooperativa tradicional por su aportación al sector del transporte: “En España quedaremos unas 20 grandes cooperativas de transportistas. Creo que realizamos una aportación fundamental al sector, al estabilizar precios, puesto que unimos a un gran número de pequeñas empresas, desde autónomos a personas con tres o cuatro camiones, que negocian su trabajo de modo agrupado y con gran profesionalidad.”
Las raíces del transporte en Monzón
2013 ha significado medio siglo desde la fundación de Coctramo, lo cual dado pie a los miembros de esta cooperativa para rebuscar en el baúl de los recuerdos y reunir material gráfico e informaciones para elaborar un libro conmemorativo en el cual se recoge la historia del transporte por carretera en Huesca. Ello ha permitido rescatar imágenes de antiguos Barreiros y Pegaso de cuatro ejes, los 8×2 de 36 toneladas que marcaron el
transporte nacional en los 70 del pasado siglo, con los cuales muchos de los cooperativistas de Coctramo se iniciaron en el oficio. De hecho algunos de ellos siguen todavía al pie del cañón, mientras que en otros casos el relevo generacional hace que algunos miembros de Coctramo se hayan convertido ya en la tercera generación de familias dedicadas al transporte cooperativista desde Monzón.
Gracias a la colaboración de los socios de Coctramo se ha reunido un interesantísimo material gráfico de los primeros transportistas que trabajaron por la zona de Huesca, donde podemos descubrir antiguos camiones de los años 40 y 50 que marcaron en muchos casos el paso de los carruajes de tracción animal a los primeros camiones motorizados de marcas como Diamond y Mack. ¿Auténticos clásicos de nuestro transporte! Una historia de nuestro oficio que sale a la luz del público gracias al 50 aniversario de Coctramo.