El repostaje de GNL (gas natural licuado) no tiene ninguna complicación, solo hay que seguir unos sencillos pasos.
La demanda de gas natural como combustible está aumentando cada día un poco más, gracias a la apuesta por un transporte cada vez más sostenible. Si bien es cierto que aún existen algunos prejuicios hacia este tipo de combustible como, por ejemplo, la dificultad de su repostaje, también es verdad que para repostar un vehículo con GNL (gas natural licuado) tan solo hay que seguir unos sencillos pasos. Scania es la única marca que cuenta actualmente con una gama completa de camiones y autobuses propulsados por gas natural. Para facilitar esta tarea, la propia marca ha realizado dos vídeos breves, de unos tres minutos, donde se explica el proceso de repostaje.
Para el repostaje de un vehículo GNL, conviene tener en cuenta las características de este gas. Y es que se trata de un fluido que se suministra a una temperatura muy baja, -130ºC y a presiones inferiores a 16 bares, por lo que requiere del uso de equipos de protección individual (EPI) y la necesidad de no dejar desatendido el repostaje en ningún momento.
Así pues, el proceso para repostar GNL es el siguiente:
Parar el vehículo, apagar el motor y desconectar baterías.
Colocarse los EPI: máscara, guantes, manga larga y pantalón largo.
Poner la toma de tierra.
Abrir las llaves de venteo.
Quitar los tapones, soplar las válvulas y mangueras.
Conectar mangueras, primero la de venteo y luego la fase líquida.
Pulsar start en la estación para dar comienzo al repostaje.
Al finalizar el suministro, realizar el proceso a la inversa: retirar las mangueras, limpiar válvulas y mangueras, cerrar válvulas, quitar la toma de tierra y quitarse los EPI.
No hay que olvidar que, en muchas ocasiones, hay que adquirir previamente la tarjeta de la suministradora para poder repostar en algunas estaciones de servicio. Además, conviene leer las instrucciones de la estación porque hay pequeñas diferencias entre unas y otras.
