Han acordado un plan que abarca una ampliación de las medidas de servicio voluntarias y la introducción de una nueva familia de motores diésel de nuevo desarrollo.
Mercedes-Benz lleva ofreciendo a sus clientes desde marzo una mejora en el comportamiento de las emisiones de óxido de nitrógeno para una versión de motores. Dichas mejoras se han implementado en casi el 45% de los vehículos y para los clientes del Clase V, se ha ofrecido una medida de servicio voluntaria, que ya cubre el 75% de los vehículos en Alemania.
Ahora con el nuevo plan, la compañía ha acordado ampliar esta medida de servicio a más de tres millones de vehículos, concretamente en todos los EU5 y EU6 en Europa, y se invertirán 220 millones de euros. Con esta acción, que no supondrá ningún coste para los clientes, Daimler quiere contribuir a reducir en el centro de las ciudades europeas los niveles de óxido de nitrógeno. Y con su compromiso con el medio ambiente, la empresa ha invertido casi 3.000 millones de euros para desarrollar una nueva generación de motores con los cuales han podido demostrar que la propulsión diésel también puede cumplir las exigentes normativas de emisiones impuestas por la Unión Europea.
«Hemos decidido tomar medidas adicionales para aumentar la confianza tanto de los conductores de vehículos con motores diésel, como en esta tecnología de propulsión. Estamos convencidos de que el diésel, especialmente por sus reducidas emisiones de CO2, seguirá siendo en el futuro una parte importante en el mix de las tecnologías de propulsión». Así lo comentaba Dieter Zetsche, CEO de Daimler AG y director general der Mercedes-Benz Cars.
