Una grúa eterna en Bujaraloz(Zaragoza) El Barreiros Super Azor de Ceferino
Hubo un tiempo en que si querías adquirir un camión pesado en nuestro país eso significaba elegir entre dos marcas: Pegaso y Barreiros. Por Joan Garriga
En 1966 Ceferino Gracia era un joven mecánico de la localidad zaragozana de Bujaraloz que decidía adquirir una poderosa grúa hidráulica para su taller, servicio oficial Barreiros. La cosa estaba clara, el camión debía ser de lo mejorcito y más capaz que circulase por la NII y la elección estaba más que cantada: un Barreiros.
Así las cosas se adquiría un camión de segunda mano, de seis años, al que se le montaría una grúa rotatoria hidráulica Luna, con capacidad para 10 toneladas de elevación. Los camiones cada día eran mayores y el tráfico de la carretera más intenso, entre Barcelona y Madrid, de modo que el taller cada día necesitaba realizar salidas
más frecuentes. El propio Ceferino Gracia, todavía junto a la misma grúa, que luce orgullosa la placa de matrícula L-41780, nos explica:”Sí, bueno, hace tiempo que existen camiones más potentes y modernos, con más caballos pero este a sus casi 50 años de edad todavía funciona perfectamente. ¡Y las únicas letras pendientes de este camión son la B y la I de la palabra Barreiros, que se me cayeron hace un tiempo del frontal y no las encontré!”
Así, entre bromas, Ceferino padre, quien sigue trabajando en este taller a la espera de pasar el relevo a su hijo Ceferino y su sobrino Rolando, da contacto al venerable Super Azor y se dipone a sacarlo del garaje mientras el rugido de un viejo seis cilindros de 10,17 litros de cilindrada nos traslada a otra época. El Barreiros Super Azor de Ceferino
Superviviente
Si retrocedemos hasta la década de los 60 del pasado siglo veremos como este camión era lo que entonces denominaban un “normal”, es decir un dos ejes que representaba lo más usual en el transporte pesado de mercancías. No era de extrañar, pues ni la red viaria ni las potencias disponibles permitían muchas alegrías en cuanto a mayores tonelajes y combinaciones articuladas.
Este Barreiros, el Super Azor Gran Ruta, con sus 17,5 toneladas de peso total, y una cabina que contaba con el espacio necesario para instalar una litera representaba la primera criatura nacida de la marca Barreriros para realizar transporte nacional. Y para eso contaba con un poderoso motor que permitía atreverse con todo. De nuevo, quien mejor conoce este camión, nos habla:”Barreiros empezó fabricando motores y era un gran ingeniero mecánico. De hecho terminó sacando un 340 CV 10 años antes que sus competidores de Pegaso. Estos motores eran muy buenos, pero tenías que saber repararlos. A veces aquí llegaba un camionero con un problema y al abrir el motor ya sabías que un mecánico que no era de la marca había metido mano. Porque si se realizaba un montaje sin conocer los detalles de estos motores los daños que podía ocasionarse eran muchos. “
De la prueba de no haber realizado ningún mal montaje da fe la grúa de Ceferino: “El motor suena redondo y funciona sin echar apenas humo por el escape. Es una maravilla con 50 años de edad. Se trata de la primera versión del B26. Da 150 CV de potencia máxima y puedo decir que son caballos de verdad, con fuerza, porque este camión todavía hoy sale del taller y engancha un 40 toneladas.
Va despacio, sólo lo usamos para recorridos cercanos, pero lo cierto es que más de uno ha pasado un momento de apuro al ver como un viejo Barreiros venía a remolcar un camión todavía en garantía que se había quedado tirado por un problema electrónico.”