El Blog de Encamion.com: 2050 ¿Diésel punto final?

    287

    De acuerdo, todos tenemos nuestros referentes culturales… Quizás Mad Max no pase a la historia por la profundidad de su discurso. Ya sabéis, un loco patrullero australiano que en un mundo casi sin petróleo las pasa «canutas» por conseguir algunas de las últimas gotas disponibles de gasolina o gasoil. ¡Ya véis! ¿Quién nos lo iba a decir? Al final no se agotará el petróleo y si hacemos caso a lo que planifican nuestros políticos para mitad de este siglo XXI los «pobres» jeques árabes de Oriente Medio sólo van a ser capaces capaces de colocar el fruto del oro negro entre los fumadores que sigan utilizando sus Zippo.

     

    Actualmente el 99 por ciento del parque automovilístico español utiliza motores de combustión interna. Esto incluye tanto a los clásicos diésel y gasolina como a los incipientes de gas natural y a los híbridos. Menos de un uno por ciento de los vehículos que circulan por España en 2018 son eléctricos al cien por cien. Y, mira por donde, va el gobierno de Pedro Sánchez y decide que si no teníamos pocos problemas sociales sobre la mesa es el mejor momento para lanzar el proyecto de ley sobre Cambio Climático y Transición Energética, donde se pretende prohibir a partir de 2040 la matriculación de vehículos con motor de combustión interna y prohibir su circulación a partir de 2050. Se trata de descarbonizar la economía, es decir dejar de emitir CO2 en lo posible, y una vez más el transporte está entre los conejillos de indias. Así las cosas, dará igual, se pretende meter en el mismo saco a los vehículos previos a las primeras normas Euro, que desde luego no serán un gran problema dentro de tres décadas, que a los Euro 7, híbridos gasolina o diésel eléctricos incluso a los impulsados por motores a Gas Natural. Parece que los políticos se han convencido que de aquí a tres décadas podremos funcionar empleando únicamente motores eléctricos. Sería bueno que le explicasen a los ingenieros de automoción como lograrlo, porque todavía no es posible disponer de automóviles baratos de gran autonomía con motor eléctrico, pero lo que es más grave tampoco la mayoría de aplicaciones necesarias para el transporte tales como los camiones pesados a larga distancia o los vehículos de obra pueden hoy por hoy recurrir a vehículos eléctricos. A buen seguro que los ingenieros trabajarán duro en este tiempo, pero mientras, con los diésel y los camiones a gas natural condenados de antemano no es de esperar que las marcas realicen grandes inversiones por mejorar este tipo de vehículos, todavía tan necesarios para el buen funcionamiento de nuestra economía.

    Por si todo ello fuera poco, además  un cambio del modelo energético en la movilidad debería implicar el acuerdo de sectores como el del propio transporte, por no hablar de los fabricantes de vehículos. No creemos que sea serio dictar normas sin tener en cuenta al principal sector industrial de nuestro país. En España fabricamos vehículos mayoritariamente diesel y a gasolina, prohibir este tipo de mecánicas pone además en peligro el 10 por ciento del PIB. De momento sólo una de las marcas con fabricación en nuestro país tiene planes series de electrificar su gama y todavía nadie fabrica en Europa las famosas baterías de ion-litio que todavía son imprescindibles para poner en circulación vehículos eléctricos. Hay otras tecnologías como las baterías de gel, pero al igual que los necesarios puntos de recarga rápida en la vía pública, todavía ni existen ni se sabe cuando estarán disponibles. Creemos que los políticos que tenemos en el gobierno antes de pensar en prohibir la tecnología que permite funcionar a la sociedad actual podrían facilitar un poco la llegada de la tecnología que permita sustituirlos y mejorar la calidad del aire que se respira en nuestras grandes ciudades. Un problema que, por cierto, nadie niega y del cual creemos que el transporte y la movilidad deben ser parte vital en su solución. Pero a poder ser sin prohibiciones efectistas, porque quien sabe si al final volveremos a pedalear y a los animales de tiro para nuestras necesidades de movilidad y transporte.