El desastroso tramo suma ya 71 accidentes de tráfico con víctimas en cuatro años.
El lamentable estado del tramo León-Benavente en la ruta a Madrid acumula, según un chequeo realizado por EL COMERCIO, nada más y nada menos que 1.811 baches (651 en los 54 kilómetros hacia Madrid y 1.160 en el camino de vuelta), por lo que ya se hace prácticamente imposible circular a la velocidad indicada sin arriesgar la seguridad de los usuarios de la vía. De hecho, los 11.483 conductores que diariamente circulan por esta carretera llevan años quejándose de un abandono que se ha vuelto crítico en los últimos meses.
El reglamento tampoco ayuda. De hecho, la normativa establece la obligación de ir “por la derecha y lo más cerca posible del borde de la calzada”, algo que es prácticamente imposible, ya que la mayoría de los baches se extienden a lo largo de ese lado de la vía.
Según los registros de la Dirección General de Tráfico (DGT), este tramo ha sido el escenario de 71 accidentes de tráfico con víctimas entre los años 2014 y 2017. Además, la mayor siniestralidad se produjo el último ejercicio –a falta de conocer los datos de 2018–, lo que sugiere un empeoramiento en la seguridad del tramo en cuestión.
El Ministerio de Fomento ya decidió el año pasado colocar varias señales restringiendo diversos puntos a 100 kilómetros por hora. No obstante, esta medida vuelve a resultar ahora problemática, debido a que el estado de la carretera ha ido a peor y ya no es seguro conducir a esta velocidad.
Las señales que advierten de que vienen baches tampoco sirven de mucho ya, pues cuando empiezan a encontrarse, el vehículo del conductor ya ha tenido que enfrentarse a cientos de baches anteriormente.