Según un estudio, las emisiones de NOx de los vehículos ECO y CERO son más bajas que el resto, pero los híbridos CERO emiten diez veces más de HC.
El Think Tank Movilidad de la Fundación Corell ha reclamado una revisión del actual etiquetado de los vehículos, basado en mediciones reales, y que tengan en cuenta todo tipo de emisiones y no únicamente las emisiones de NOx. Y es que, según un estudio realizado por OPUS-RSE, líder en monitorización de emisiones del tráfico en tiempo real, las emisiones de NOx de los vehículos ECO y CERO son las más bajas. Sin embargo, los vehículos híbridos con etiqueta CERO emiten diez veces más HC y los ECO más del doble de PM que los vehículos C. Por su parte, las emisiones de CO son similares en los vehículos con estos tres tipos de etiquetas.
Estas conclusiones se basan en 300.000 mediciones reales realizadas en Madrid entre noviembre de 2018 y enero de 2020, analizando las emisiones de partículas nocivas y gases contaminantes de todo tipo de vehículos de combustión, que circulan por catorce vías diferentes en la capital. La tecnología aplicada, llamada Remote Sensing Device, permite mediar a distancia las emisiones de los vehículos, dentro de la acreditación ISO 17025 de laboratorio. Del total de vehículos testados, un 85% fueron turismos, un 13% furgonetas y el resto, vehículos pesados y motocicletas.
Miguel Ángel Ochoa, miembro del Think Tank Movilidad y presidente del Patronato de la Fundación Corell, señala que “estos datos deberían hacer recapacitar a las administraciones a la hora de diseñar planes, normas y actuaciones para una transición energética sostenible y medioambientalmente eficaz y saludable para las personas. Antes de imponer más limitaciones, es urgente revisar el sistema de etiquetaje. El establecimiento de planes para la reducción de emisiones contaminantes y la descarbonización del plantea contemplan calendarios a 10 y 30 años, cuando se hace necesario empezar ya con medidas en dicha dirección.