Pongamos que hablo de Madrid Fondo histórico de autobuses clásicos de la EMT
Como el gran Sabina, en esta ocasión hablamos de Madrid y en concreto de la nostalgia que nos viene a todos cuando viajamos en el tiempo gracias a las antiguos buses urbanos de flota municipal de transportes de Madrid, preservados gracias al entusiasmo y el trabajo de la Asociación de Amigos de la EMT y el Autobús.
La cita era una mañana de sábado en las cocheras de la EMT, la empresa de transportes urbanos de Madrid, en Fuencarral, junto a la estación ferrocarril de Chamartín. Se trata de unas de las cocheras de autobuses mayores y con más historia del continente europeo, que de hecho en sus tiempos de máximo auge llegaron a tener una capacidad para almacenar 950 vehículos, en 1959 cuando allí aparcaban tanto buses como tranvías.
Internautas nostálgicos
En esta ocasión nos sumábamos a una festiva comitiva de entusiastas de los vehículos de más de 4 ruedas y todo lo relacionado con los vehículos históricos. Y es que acompañamos a los amig@s de el Grupo de Facebook El Transporte en una de las visitas con las que celebrab haber llegado a los 15.000 miembros registrados. La ocasión prometía y es que junto a la oportunidad de poner cara a muchos conocidos a través del ordenador,
entre los cuales se cuentan muchos encamion@utas como vostros, se sumaba la oportunidad de poder visitar los fondos históricos de la EMT, embrión de un futuro museo del transporte urbano, si la actividad de la Asociación de Amigos de la EMT y del Autobús llega a buen puerto. Dicha asociación está formada por aficionados y entusiastas de todo lo que rodea a la historia de los autobuses y el transporte, algunos de los cuales además forman o formaron parte de la plantilla de la EMT madrileña. De hecho sin la colaboración de la EMT sería imposible haber logrado la actual y espectacular colección de buses clásicos que ya atesora el fondo histórico, situado en una cochera de buses igualmente clásica y que es en sí misma historia viva del transporte urbano y de Madrid. Fondo histórico de autobuses clásicos de la EMT
La asociación cuenta con cerca de 70 miembros y realiza actividades que van desde la restauración de algunos de los propios vehículos que constituyen su fondo histórico, hasta visitas o salidas en autobuses clásicos restaurados que incluso reviven antiguas líneas del trazado madrileño de transporte público.
La era del tranvía
Los orígenes de la actual EMT no estuvieron relaciones con los buses sinó con carruajes y tranvías, aunque tan antiguos, durante la segunda parte del siglo XIX, que aquellos primeros tranvías eran arrastrados por tiros de caballos, como atestigua una soberbia maqueta. Otra maqueta, en este caso reproduciendo un modelo de 1924, nos da fe de los primeros buses circulando por la capital de España. En este caso se trataba de un curioso
modelo británico, de marca Tilling-Stevens, que destacaba por algo que todavía en la actualidad, 90 años más tarde, nos parece moderno. Y es que los Tilling-Stevens fabricados hasta inicios de la década de los 30 del pasado siglo fueron modelos híbridos, puesto que el motor de gasolina servía para accionar un generador y éste para dar energía a los motores eléctricos de las ruedas traseras. Este sistema eliminaba la necesidad de una transmisión mecánica, algo que a inicios del siglo XX todavía muchas marcas de vehículos pesados resolvían mediante una cadena de transmisión y que solía ser fuente de la mayoría de averías que inmovilizaban a los primeros buses y camiones.
British style
Si hablamos de transporte urbano, el que resulta de las necesidades de una moderna urbe, Londres llevó siempre la delantera, con aportaciones como el tren subterráneo y si no la invención si la consagración de los autobuses de dos pisos para aprovechar al máximo la capacidad de transporte público en centros de grandes capitales superpobladas. Por ello no es de extrañar que en las primeras épocas de la EMT predominasen vehículos de procedencia británica como los Leyland y Guy. Fondo histórico de autobuses clásicos de la EMT
Precísamente una de las joyas más antiguas y perfectamente conservadas en esta colección de autobuses clásicos es un autobús de dos pisos de marca Guy, correspondiente a un modelo de 1948. Guy Motor se fundó en 1914 y mantuvo su actividad en el campo de los buses, trolebuses y camiones hasta los años 80 del pasado siglo, aunque en este caso ya bajo el control de Leyland.
El bus que han preservado y restaurado los amigos del bus y la EMT es un soberbio ejemplo con un chasis de 8 metros de longitud y pertenece a los modelos de la llamada serie Árabe de Guy Motors. Gracias a estos buses la marca británica no sólo se labró una sólida posición en la empresa London Transport, sinó que exportó a 26 países. Parte de dicho éxito exportador se debió a los 30 buses de doble piso de este modelo que llegaron a la EMT y que se mantuvieron en circulación hasta 1963. Este Guy doublé decker contaba con un motor diesel Gardner tipo 6LW, cuya primera versión rendía 102 CV a 1.700 rpm. Se trataba de un poderoso seis cilindros en línea de 8,37 litros de cilindrada y que en una posterior versión evolucionada alcanzó los 112 CV de potencia máxima.
Según nos contaron los voluntarios que cuidan de esta colección de buses históricos contaban los chóferes veteranos de la empresa que para conducir uno de estos lo principal era haber desayunado fuertemente y sobre todo anticipar los acelerones y las frenadas, pues la escasa potencia y la mucha capacidad de carga hacían que los cambios de marcha debieran ser realizados con la máxima exactitud para no verse con autobús parado a media cuesta. Como fe de aquellos esfuerzos al volante, en la actualidad cuando han tenido que mover este dos pisos por las cocheras las maniobras a menudo requieren de dos personas tirando de volante, para girar las ruedas en parado.
Llegan los Pegaso
El primer autobús urbano moderno procedente de ENASA, marca Pegaso, que llegaba a la EMT fue fruto de la colaboración con la británica Leyland pues el Pegaso 5022 se basaba en el Leyland Worldmaster. Aunque de este bus no se ha logrado conservar ninguna unidad quedan abundantes recuerdos gráficos de un modelo marcado por la simpleza de sus líneas, por lo cual se ganaron el apodo de “Caja de Zapatos”.
Los años 60 estuvieron marcados por muchas revoluciones en todos los ámbitos y si hablamos de autobuses urbanos en España un icono tan exitoso como llegó a ser el Pegaso Monotral, sea en su primera versión rígido 6035 o como aparecería hacia 1964 la versión articulada 6035 A que prácticamente doblaba en capacidad al modelo original. Pese a todo la mecánica, resultaba ser prácticamente idéntica, confiando en el conocido motor Pegaso 170, aunque eso sí, situado bajo el suelo del autobús, en posición acostada, lo que sería una característica común a la mayor parte de las versiones Monotral que desarrollaría Pegaso durante los años 60,70 y 80. Fondo histórico de autobuses clásicos de la EMT
Los Monotral de Jorsa
El Monotral era un autobús autoportante, es decir donde la propia carrocería ejercía de chasis y por tanto disponía de una estructura fuerte pero ligera a la vez. En algunas versiones destacaba por equipar ruedas simples en el eje trasero tractor y como ya dijimos por su innovadora característica de situar el motor en posición horizontal en la parte central del chasis. El conductor se beneficiaba de una caja de cambios tipo Wilco, que permitía preseleccionar las velocidades, algo así como una solución intermedia entre las cajas manuales y las automáticas, puesto que seguí requiriendo de pedal de embrague.
Jorsa, un carrocero situado en la localidad catalana de Mataró, fue también filial de ENASA y se encargó hasta su desaparición de carrozar la mayor parte estas series de buses que sirvieron durante más de 20 años en la mayor parte de las capitales del país. Allí se fabricaron los Monotral y aunque curiosamente al principio se intentó a partir del mismo concepto crear un furgón autoportante para transporte de muebles o reparto industrial, en el mundo del camión este concepto fracasaría estrepitosamente, pese al gran éxito que significaría en el sector de los buses urbano.
Un pucelano y un catalán
Curiosamente en la colección de clásicos de la EMT existen dos soberbias unidades del Pegaso Monotral 6035, un rígido y un articulado, aunque ninguno de ellos perteneció nunca a la antigua flota de la EMT. El primero, el rígido, es un autobús procedente de Valladolid donde trabajó en el traslado de los obreros de la fábrica de FASA. Pese a todo durante la restauración del autobús Pegaso con orígenes pucelanos se descubrió que bajo su pintura lucía como colores originales de fábrica los de la EMT en los años 60. Y es que este Pegaso 6035 debió de fabricarse en medio de una serie destinada a la EMT madrileña aunque su primer propietario terminase
siendo la empresa Cabrero de Valladolid. Finalmente, con 40 años de retraso y tras una concienzuda restauración el 6035 pasó a formar parte de la EMT, aunque dentro de su fondo de vehículos históricos. Como homenaje a esta azarosa historia sigue luciendo su placa de matrícula original de Valladolid.
Otro bus clásico que llama la atención en esta colección por su matrícula es el Pegaso 6035 A, con placas de Barcelona. Y es que este bús fue un cambio realizado con la flota que durante décadas enlazó la estación de tren y las facultades de la Universidad Autónoma de Bellaterra en Barcelona. Gracias a aquel escaso kilometraje ahora puede formar parte en plena forma de esta flota de clásicos, aunque sea un catalán de Barcelona a pocos metros del Bernabeu…
Realizando el repaso a la familia Pegaso Monotral en esta cochera-museo podemos observar una unidad del fallido Pegaso 6050. Una especie de actualización de los años 70 del Monotral que pasaba el motor a la parte trasera del chasis pero que resultó con una mecánica muy problemática, por lo que no sería un bus demasiado apreciado en sus tiempos.
Los últimos Monotral, Pegaso 6038, con una mecánica que alcanzaba los 200 CV y volviendo a situar el motor bajo el chasis, volvieron a lograr la misma fiabilidad del modelo original y de hecho estuvieron activos en la flota de la EMT 884 de estos buses desde 1980 hasta 1999.
Este bus, nacido como una combinación de la fiable base mecánica de los 6035, aunque ahora potenciado a 200 CV, junto a la carrocería de líneas simples y cuadradas del fallido 6050. Del éxito del último de los Monotral o Pegaso 6038 nos habla su producción, que alcanzó cerca de 2.500 unidades y fue un modelo habitual en flotas como las de Madrid (EMT) y Barcelona (TMB).