Tecnología alemana made in Zaragoza
El mercado nacional de semirremolques pesados se reactiva tras haber superado un período paupérrimo en ventas, tras lo cual Schmitz Cargobull se coloca como la primera marca en el mercado español de semis pesados con una cuota entre enero y septiembre de 2014 del 24,8 por ciento.
Lo cierto es que desde su aparición en el panorama español del mercado de semirremolques Schmitz Cargobull lo hizo llamando la atención, pues hasta el momento se trataba de un sector donde predominaba el producto nacional y estaba en manos de una serie de fabricantes con un marcado carácter tradicional en lla mayoría de los casos. Sin embargo la marca alemana, actual líder europeo en semirremolques con una cuota en la
Unión Europea, durante 2013, próxima al 28 por ciento del mercado, no venía a nuestro país para comportarse como un simple importador, lo cual quedaba patente en 2002 al poner en funcionamiento su factoría de Figueruelas, Zaragoza, en pleno hogar de sus principales competidores. Esta es una de sus denominadas factorías satélite, que refuerzan la actividad de los principales centros de la marca en Alemania, procediendo al montaje final de algunos tipos de semirremolque, como es el caso de los dotados con carrocerías de lonas correderas, a partir de los componentes llegados desde Alemania.
12 remolques diarios
Ese es el ritmo de fabricación actual de la fábrica satélite de Schmitz Cargobull en Figueruelas, Zaragoza, donde la actividad en un sólo turno ha vuelto a crecer casi hasta el límite de su capacidad gracias a la reactivación de la demanda. Buena parte de la excelente penetración conseguida por Schmitz Cargobull en España se la debe a la existencia de estas instalaciones, donde se ensamblan remolques de lonas correderas y furgones, aunque la gama de frigoríficos se importa ya completa desde Alemania.
Pese a tratarse de una instalación satélite la planta aragonesa de Schmitz Cargobull ha marcadotodo un hito en la organización de la marca al haber desarrollado un tipo propio de vehículo, el semirremolque furgón para ropa colgada, que ha sido adoptado como un modelo más por el resto de la organización Schmitz Cargobull y que responde a la creciente demanda de este tipo de transporte en un país como el nuestro con grandes protagonistas del sector de la moda de venta al gran público que requiere una completa logística a nivel internacional.
Preparados para el futuro
Durante nuestra visita para conocer desde dentro el trabajo de Schmitz Cargobull su responsable de producto en la Península Ibérica, Javier del Mazo, nos recalcó como la marca se ofrece ya un producto preparado para los próximos retos técnicos que se adivinan en el transporte por carretera de mercancías. Nos referimos a la ampliación de los actuales pesos y dimensiones de los vehículos y conjuntos de vehículos: “Estamos
perfectamente preparados para admitir las 44 toneladas de MMA para un conjunto, lo cual significa que la carga sobre el eje trídem del semi sería de 27 toneladas. Disponemos de sobrada capacidad de frenado para ello. En el caso de los conjuntos eurocombi de 60 toneladas simplemente se trata de añadir un enganche en la parte trasera y combinar dos tipos,
semirremolque y remolque por ejemplo de ejes centrales, de los ya existentes en nuestra gama. Donde también estamos preparados, pero técnicamente no lo recomendamos, porque significa variar sensiblemente la altura del centro de gravedad de los vehículos y por tanto sus cualidades en circulación, es en la altura máxima de 4,5 metros para todo tipo de vehículo que también se ha planteado.”
10 años anticorrosión
La característica principal del proceso constructivo de los semirremolques Schmitz Cargobull, ahora encabezados por su nueva generación de lonas correderas de la gama Genios, es la ausencia de soldaduras al tratarse de chasis atornillados como realizan los propios fabricantes de vehículos
industriales pesados. Schmitz fabrica los largueros principales del semi en una sóla pieza y por tanto evita tanto posibles orígenes de corrosión como puntos de fatiga, lo cual contribuye a daar mayor rigidez al connjunto eliminando tensiones estructurales. El bulón o tornillo autoblocante, patente propia de Schmitz, es una de las claves para asegurar una larga vida útil en sus plataformas.
La tecnología aplicada desde Schmitz Cargobull se deja notar también otros detalles como sus perfiles de techo extensible para carrocerías de lonas, el haber sido pioneros en ofrecer aplicaciones electrónicas en el ámbito del semirremolque; caso de la presencia del sistema de estabilidad electrónico ESP o los sistemas de control y seguimiento de flota pero basados en el propio semi y no en la tractora. Como recalca Del Mazo: “Nosotros realmente controlamos la posición de la mercancía y no de las tractoras…”
Capacidad de adaptación
En Schmitz Cargobull están especialmente orgullosos de su sistema de mejora continua que actúa en dos direcciones. Por una parte cualquier empleado de la fábrica, desde sus directivos a los operarios de la línea de montaje, pueden aportar ideas de mejora del proceso, que en caso de ser aceptados y demostrar su beneficio se traducen en días suplementarios de vacaciones pagadas para quien aportó la idea. Otra variante de este modo de trabajo es lo que denominan escucha activa del cliente, que permite que en las encuestas realizadas entre usuarios de plataformas Schmitz Cargobull un 92 por cient afirme que volvería a adquirir uno de estos semirremolques. Ello permite incorporar opciones buscadas por los transportistas como portadocumentos en la carrocería del semi, tipos de cuñas centrales, diferentes situaciones de baúles, escalerillas retractiles para facilitar el acceso a la caja, etc. Y todo ello integrado en un sistema de producción en cadena que incluye cerca de 15 millones de referencias.
Un mundo Schmitz que parece contar con pocos límites, en un momento en que vuelve a crecer en el mercado europeo pero que también inicia su expansión en Asia, de la mano del gigante Chino Dongfeng donde el mercado de semirremolques supera las 200.000 unidades.