La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

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Un museo en casa

En Encamion.com hemos hablado largo y tendido sobre Pedro Aguilera, un compañero y amigo de quedadas que ha sido el protagonista de nuestras historias más nostálgicas. No sabemos en qué momento decidió transformar su casa en un museo viviente pero una cosa queda clara, lo suyo es pasión desde los inicios. Hoy nos sumergimos en la impagable colección de pósters, libros, revistas y miniaturas para repasar con él carreras de camiones del pasado y muchas, muchas más cosas.

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

A Pedro lo conocimos en un International Loadstar junto a su amigo Jaime Madroño, de quien también hemos hablado aquí, y enseguida nos reconocimos como amantes de los icónicos Pegaso. Una cosa llevó a la otra, hace algunos meses publicamos nuestra visita a su santuario para conocer de primera mano reliquias como el Diamond T de 1924, un Unimog 4×4 de primera generación o su serie de Ebros. Pero Aguilera no sólo colecciona camiones a escala real.

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

Al abrirnos las puertas de su garaje sabía perfectamente cuál iba a ser nuestra reacción: boca abierta, ojos como platos y un incesante ir y venir de flashes de la cámara. Pósters de la época dorada del Campeonato de Carreras nos daban la bienvenida a una sala repleta de historia en tamaño pequeño. Agradecemos desde nuestro fuero interno la necesidad de Pedro Aguilera de recolectar todo lo que se encontraba al asistir a sus primeras carreras de camiones en el Circuto del Jarama, allá por los ochenta.

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

Una cosa le llevó a la otra y su afición por las carreras inunda las paredes de su templo, en el que podemos ver imágenes de un joven Antonio Albacete firmadas por el piloto, portadas de revistas como Transocasion y crónicas sobre las carreras acompañadas de fotografías de un niño (él mismo) que se convertiría en camionero para seguir el legado de su familia, tal y como hizo  su padre. La pared decorada por pegatinas de todas las marcas nos recordó a las carpetas de un adolescente, sólo que su temática dista en demasía de las canciones pop y las series escolares para centrarse en la gasolina. Una pared en la que todo el equipo de Encamion.com se siente orgulloso de tener su rinconcito.

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

Que sus amantes pesan toneladas y circulan motorizados todos lo sabemos. Es por eso que todas y cada una de las miniaturas de réplicas de camiones tienen un sentido. Cada marca y segmento tiene su propio espacio: buses, camiones, furgones… Todo ordenado y clasificado para que la historia no se pierda. Lo más curioso es recordar los logos de algunas empresas nacionales como Correos o Pascual a través de las réplicas asentadas en sus repisas. 

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

En nuestra primera visita descubrimos que el amor de Aguilera por los camiones clásicos también se traducía a su día a día, rutina para la que se sirve de sus turismos vintage. Es por eso que no nos sorprendió que encontrar en su garaje un estante de miniaturas protagonizado por coches de época y llaveros que se remontan a décadas atrás. Desde los míticos Seat 600 que movilizaron España y la colocaron de lleno en la ruta hacía la evolución hasta algún que otro Renault Alpine clásico pasando por un Jaguar E Type e incluso un Ferrari Testarossa pasaron por nuestras manos ilusionadas.

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

Pero Pedro no se conforma sólo con poseer todo lo que pueda que circule con cuatro ruedas, o sea una réplica de ello. Su obsesión por el mundo del motor también se nutre de un conocimiento cual biblia del sector nutrida por años y años de lectura de revistas de todo tipo (camiones, coches clásicos, rallyes…). Como perfecto coleccionista también conserva dichas publicaciones en buenísimo estado, al igual que los documentos que ha ido recopilando a lo largo de su vida como transportista y amante de la competición y que guarda en sus armarios, a la espera que alguien siga con su legado.

 

La máquina del tiempo de Pedro Aguilera

 

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