LA ‘OPERACIÓ GLOBUS 1976-1979’ CELEBRA SU 40 ANIVERSARIO

2914

Hace cuarenta años seis jóvenes residentes en Vic dejaban atrás las comodidades del hogar para cumplir el sueño de recorrer el mundo con un camión Pegaso durante tres años en la conocida como ‘Operació Globus 1976-1979’. Cuatro décadas después hacemos un repaso a la aventura que les llevó a cruzar 50 países de cuatro continentes. LA ‘OPERACIÓ GLOBUS 1976-1979’ CELEBRA SU 40 ANIVERSARIO

Dos de los integrantes trabajaban en Autosuministros Vich S.A, una empresa que sigue unida como Autosuministros Motor a las caravanas y autocaravanas. Quisieron celebrar este aniversario con un vale de descuento que se repartió durante el Salón Internacional del Caravaning que se celebró del 15 al 23 de octubre en Barcelona.

El Pegaso utilizado fue preparado para la aventura

 

Todos buscamos esa experiencia en nuestra vida que suponga un choque que nos haga verlo todo como debería ser y no como es. Algunos se atreven a dejar todo atrás en busca de ese momento clave, que encienda su bombilla e incluso su vida. Mia Casases, Jou Puigferrer, Pere Camps, Jordi Vila, Xavier Arranz i Jesús M. Sanjosé no quisieron conformarse con el apelativo de soñadores y se lanzaron a la aventura en plena transición para que sus nombres se escribieran al lado de la historia. Como hacemos ahora al hablar de Operació Globus. Su ansia por conocer, abrir las miras de una mente encerrada por una educación franquista en sus últimos resquicios de vida y la amistad fue más que suficiente para motivarles. Pero no fue cosa de dos días. LA ‘OPERACIÓ GLOBUS 1976-1979’ CELEBRA SU 40 ANIVERSARIO

El grupo entero empezó el viaje, no todos llegaron al final

 

La idea surgió entre cervezas en las fiestas de la Patum de Berga y el objetivo de visitar la India con dos furgonetas. Mucho debió afectar el paganismo de dicha fiesta que el tema fue cogiendo forma, creciendo sin reparos hasta convertirse en un verdadero proyecto: cruzar el globo en tres años. Tal y como aceptan los participantes y extrabajadores de la empresa, Jordi Vila i Riera y Jou Puigferrer, está aventura no se podría haber fraguado de no ser por la implicación de Autosuministros Vich S.A, que por ese entonces era concesionario oficial de la marca Pegaso. Con la intención de mostrar su camión al mundo, en un momento de expansión y exportación del fabricante, la marca se vinculó con el proyecto cediendo un camión y patrocinando el viaje mediante cheques económicos a lo largo del viaje. A cambio de la financiación el grupo tenía que ir enviando reportajes sobre su aventura para poder publicitar su modelo y mostrarlo como uno más de los supervivientes.

Aprendieron todo sobre el Pegaso que les acompañó para poder repararlo en cualquier momento

 

El camión en concreto era un modelo Comet 3040/22 con un motor de 135 caballos, tracción 4X4 y una velocidad máxima de 80 km/h. Los neumáticos que necesitaba este camión de más de 14 toneladas eran unos 100×20 todoterreno y el depósito de 700 litros de combustible ofrecía una autonomía de 3.000 kilómetros. La carrocería base era de un furgón isotérmico y llegó a manos de los aventureros “totalmente pelado”. Tal y como ellos mismos comentaron tuvieron que trabajar en su preparación para convertirlo en una casa sobre ruedas. Un proceso que añadió todavía más peso y dificultó su conducción por la carretera. La altura, el peso y el pequeño motor se convirtieron en los primeros problemas del grupo nada más salir de Vic, el viaje se iba a alargar más de lo esperado. El camión no podía ir a más.

¿La vuelta al mundo?

Su aventura empezó el 26 de junio de 1976 con un objetivo demasiado ambicioso y que se demostró inviable económicamente: visitar 113 países. Los problemas burocráticos también hicieron mella en el recorrido que, pese a no cumplir al dedillo, se convirtió en una epopeya digna de cualquier héroe. Para cumplir al máximo el grupo se preparó concienzudamente, con un grupo de psicólogos y médicos que les prepararon para las inclemencias del viaje, tanto de la convivencia como de posibles accidentes y enfermedades.

El día de su salida la plaza se llenó de vecinos e interesados

 

La plaza Mayor de Vic se llenó hasta los topes en una demostración clara de la envergadura mediática que había adquirido este proyecto, presente en todos los medios de comunicación de la época. La Operació Globus arrancaba y los seis intrépidos se despedían de familiares y parejas que no volverían a ver nunca, se despedían por tres años y la vida tiene esas cosas.

Iniciaron su viaje por Europa cruzando por Andorra y visitando las principales capitales sin perder demasiado tiempo, más bien como una especie de calentamiento previo a la verdadera aventura. Tras recorrer el viejo continente de sur a norte y oeste a ese se encontraban ante las puertas de Turquía, el viaje se ponía serio. Tal y como los aventureros relatan fue el primer choque cultural y el grupo empezó a dividirse por tramos, volviéndose siempre a encontrar en un punto de partida hacia otro mundo.

Oriente Próximo lo recuerdan con nostalgia de lo perdido por la humanidad a causa de una guerra sin sentido. Todos ellos coinciden en la belleza de Damasco, Alepo y Siria en general, un país destrozado ahora por las bombas y la crueldad.

Decidieron no aventurarse en África y seguir al este para encontrarse con el punto neurálgico del viaje, su porque desde el inicio. La India. Por el camino cruzaron países árabes en los que la religión todavía no limitaba la vida de sus ciudadanos, amables y atentos con los turistas. Pudieron visitar Mesopotamia, la cuna de las civilizaciones mientras España estaba en pleno proceso de transición (1977).

Operació GlobusOperació Globus

A su llegada a India el viaje cambió. Las prisas se convirtieron en una necesidad de parar a respirar y disfrutar de una sociedad aparte, con calma. Vivieron durante seis meses recorriendo el país, entre sus gentes y con el grupo dispersado mientras se solucionaba el problema del transporte del Pegaso a Australia. El tema se fue alargando e incremento la ansiedad por el sustento económico del grupo. Por eso y tras su temporada en Japón, Hawái y el continente de Oceanía decidieron cambiar de rumbo en Estados Unidos.

Operació GlobusOperació Globus

A su llegada a San Francisco decidieron ponerse a trabajar para poder conseguir cierta independencia y continuar su viaje al norte de las américas. Por ese entonces San José abandonó el grupo dejando la Operació Globus sin finalizar debido a su necesidad de para y conocer otro mundo y otras gentes. Ahora no se conoce su paradero. Tras conseguir ahorrar para sus gastos personales el grupo tomó rumbo a Canadá, donde también trabajaron mientras esperaban el último ingreso que Pegaso haría al grupo para su aventura. Tras ingresar ese dinero el grupo inició la ruta de descenso hacia México.

A Canadá ya no llegó el grupo entero pero siguió la aventura

 

Durante este trayecto de norte a sur otro integrante abandonó el barco debido al cansancio y motivos personales, Xavier Arranz. Los cuatro supervivientes llegaron a México, donde vivieron durante tres meses y estudiaron la posibilidad de seguir con su vuelta al mundo. Las dificultades para embarcar al Pegaso, tanto económicas como de tiempo les hizo recapacitar y centrarse en acabar con un recorrido por America Central que acabaría en Panamá. Ese fue el último destino de la Operació Globus. Volvían a casa pero no todos. Jou decidió hablar con Pegaso directamente para poder alargar la aventura hasta 1984, años que le sirvieron para conocer America del Sur a fondo.

Con un compañero nuevo, un perro, y algunas bajas en Sud América se decidió el fin de la aventura

 

Han pasado cuarenta años y todos los intrépidos aventureros recuerdan el proyecto como una epopeya que les haría como son, distintos. Xavier Arranz siguió viajando porque no podía quedarse encerrado en su casa. Pere Camps aprendió la importancia del ‘todo a su tiempo’ pero decidió quedarse cerca de los suyos y volver a adaptarse en una sociedad donde ‘desentonaba’. Josep María Casases rompió con lo establecido y persiguió un sueño, tras conseguirlo volvió a la montaña, donde estuvo dando clases de esquí hasta su jubilación. Jordi Vila volvió a Autosubministres Vich pero también se alejó para vivir en Arabia Saudita. Josep Maria Jou Puigferrer fue el último en deshacerse de su sueño siendo alguien distinto, con necesidades que no se pagaban con dinero.

LA ‘OPERACIÓ GLOBUS 1976-1979’ CELEBRA SU 40 ANIVERSARIO