Esta bajada se considera positiva, pero se exigen mayores esfuerzos para conseguir unos mejores resultados.
La siniestralidad en las carreteras españolas ha vivido una reducción del 1,5% en 2018, con 1.180 fallecidos (18 personas menos que el año anterior), según ha informado Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, acompañado de Pere Navarro, director general de Tráfico. Esta diferencia pone fin a la tendencia alcista de muertes por accidentes de tráfico de los últimos años. Algo que, sin duda, hay que celebrar.
Sin embargo, clubs como el Real Automóvil Club de España (RACE) también consideran que aún queda mucho por hacer y que no debemos conformarnos con estos resultados. Por ello, el RACE ha solicitado un plan de medidas urgentes, con las que pretende reducir de forma sostenible la siniestralidad vial que aún se vive en las carreteras de nuestro país.
Asimismo, el Gobierno redujo recientemente la velocidad a 90 km/h en todas las carreteras convencionales, donde se produjeron el 74 por ciento de las muertes en carretera en 2018, y planea aplicar el límite de 30 km/h en todas las ciudades españolas, después de dos años consecutivos de aumentos de la siniestralidad. No obstante, en la última década, en la que se han implantado medidas como el carnet por puntos, el número de fallecidos en vías interurbanas ha pasado de 2.180 a 1.180 personas.