Los camiones clásicos en la concentración de Torrelavega 2011
Ruteros eternos
Cualquiera de vosotros sabe que una característica común a los vehículos industriales de cualquier marca y categoría es lo mal que suelen envejecer… Y es que de aquella tractora que un día lució orgullosa cuando empezasteis a trabajar con ella, un millón de kilómetros y muchas letras pagadas después no suele quedar mucho más que un vehículo propenso a las averías y que nos valorarán escasamente en el momento de encarar la adquisición del nuevo camión. Texto: Joan Garriga Fotos: Arantxa Fuertes/J.G.
Por eso es una auténtica delicia poder acudir a reuniones como la Concentración de camiones de Torrelavega 2011, donde gran parte de los vehículos allí congregados eran viejos clásicos de nuestras carreteras en estupendísimo estado de conservación.Buen ejemplo de ello son maravillas como el Ebro D150 que procedente de Vitoria de la firma Transportes Jesús Palacios, realmente salido del túnel del tiempo lucía en el aparcamiento de la feria de ganados de Torrelavega.
Estos modelos fabricados por Motor Ibérica durante las décadas de los años 60 y 70 del pasado siglo, fueron revolucionarios al contar con una cabina abatible para facilitar el acceso al motor. Se trató de una generación de camiones ligeros que revolucionaron el transporte ligero y la distribución. Motor Ibérica empleaba en sus modelos más ligeros motores de diseño propio, aunque opcionalmente se podía optar por los fiables Perkins que terminarían por motorizar al completo la gama de camiones Ebro. Estos camiones se vendían en versiones a partir de las 3,5 toneladas de peso total, aunque existían hasta de poco más de 11 toneladas. Sus potencias se movían en un rango de entre 70 y 100 CV de potencia máxima según versiones.
El túnel del tiempo
Los que ya llevamos algún tiempo descubriendo canas en el espejo disfrutamos de la visión de estos Ebro con nostalgia, por ejemplo en el caso de quien os escribe recordando los primeros viajes siendo un crío en lo que entonces me parecía el estupendo primer camión de mi padre. Sin embargo resulta una suerte poder viajar más allá en el tiempo y descubrir vehículos mucho más antiguos como si acabasen de abandonar la cadena de producción. Un ejemplo de ello fue el estupendo Ford V8 de tres ejes con tracción 6X4 del año 1934.
Este camión pertenece a la colección de los Savall y es una auténtica rareza, dado que su chasis tres ejes y con tracción en el doble carro trasero, 6X4, no era ni mucho menos habitual en 1934. Por ello su carrocería permite una carga útil mucho mayor de lo habitual en la época. Según los propietarios y restauradores de esta joya uno de los pocos datos históricos que han encontrado es que este tipo de camiones de tres ejes se utilizaron durante la Guerra Civil para evacuar el fondo de obras de arte de museos de Madrid. Sin lugar a dudas las mayores dimensiones de su caja los hicieron adecuados para ello.
Ya en la primera edición de la concentración de camiones de Torrelavega, los Savall llamaron la atención gracias a sus estupendas tractoras de Pegaso restauradas, a las que ahora se suma un modelo 2020. El llamado Europa.
Los camiones clásicos en la concentración de Torrelavega 2011
Tampoco faltó esta vez el auténtico emblema de la casa, el Pegaso Mofletes que luce los colores de esta flota que forma un auténtico túnel del tiempo camionero. Eso sí, en esta ocasión han ampliado su radio de acción y ahora más allá de los Pegaso que predominan en sus restauraciones pudimos admirar dos Iveco, un TurboStar de los que dos décadas atrás sorprendían en nuestras rutas con sus 480 CV y el logo del caballo alado en su frontal, junto a una estupenda tractora Iveco 190.38 de 1983, que lanzaba entonces la marca del grupo Fiat personalizada a modo de serie limitada para Ferrari. Las chimeneas en aluminio de este camión marcarían un hito entre los transportistas europeos y ayudaron a situar a la marca del grupo Fiat fuera de su Italia natal.
Camiones con personalidad
En esta época de filtros de partículas y normativas antipolución Euro 5 y Euro 6 los vehículos industriales son mucho más eficientes y seguros que treinta o cuarenta años atrás, pero lo cierto es que aquellos viejos Ebro, inspirados en los Thames Trader británicos, todavía hoy cuentan con un aspecto que les da personalidad, de igual modo podríamos hablar de otras joyas rejuvenecidas vistas en Torrelavega como fue el caso de un rarísimo Scania 50, modelo ligero de la firma sueca que estuvo en el mercado hasta los años 70, un Ford AA con volquete de madera anterior a la década de los 30 del pasado siglo.
Algo que quizás pocos conocen es que en el origen de la historia de los vehículos industriales en nuestro país se entrelazan los caminos de Ford y Ebro, dado que la primera factoría que instalaba Ford en nuestro país, en la época previa a la Guerra Civil, era de Ford Motor Ibérica.
Conflictos laborales y problemática diversa terminó haciendo que dicha compañía trasladara su producción a Barcelona. Años después se convertiría en Motor Ibérica y sus productos serían comercializados bajo la denominación comercial Ebro.
Dar un vistazo a las decenas de camiones clásicos que acudieron a esta fiesta nos permitía repasar las tendencias de la ingeniería, de modo que modelos como el Opel Blitz, Leyland Comet o un raro Austin de los años 50 nos mostraban lo que por aquel entonces se consideraba un camión normal: cabina de morro, dos ejes y una carga útil que pocas veces superaba las seis toneladas. Ni las potencias ni las carreteras disponibles sesenta años atrás ponían las cosas fáciles para ir mucho más allá.
Sin embargo las cosas empezaban a cambiar, de los mismos años 50, el Pegaso Diesel, más conocido como Mofletes debido al perfil característico de su cabina, un modelo que tenía su origen en los últimos diseños de la Hispano Suiza.
Este camión ya disponía de una cabina al estilo moderno, no era abatible, pero era del tipo adelantado, es decir montada por delante del eje delantero y por tanto con el habitáculo situado sobre el motor y las ruedas
delanteras. Eso posibilitó las cabinas al estilo actual, con un habitáculo donde el motor ocupabala zona central y si había previsto especio podía equiparse una litera tras los asientos. Los camiones clásicos en la concentración de Torrelavega 2011
Se ganaba espacio para la carga, aunque no todos los conductores prefirieron la nueva arquitectura, ya que el motor era ruidoso, una fuente de calor y aunque ahora podías disponer de litera en los antiguos modelos con cabina de morro casi todo el mundo aprovechaba el asiento corrido de lado a lado para dormir. Además, muchos opinaban que era mucho más accesible un motor en los camiones de morro, lo cual no era poco en una época en que la fiabilidad de las mecánicas no era precisamente su mejor virtud.
Avia será su camión
Un viejo eslogan que se viene a la memoria cuando circula ante ti un Avia 5000 con carrocería capitoné de mudanzas en perfecto estado de revista. Este modelo llegaba a las 8 toneladas de peso máximo, tara más carga útil, mientras que mecánicamente eran muy parecidos a los Ebro, aunque no disponían de cabina abatible.
Sus motores también procedían de Perkins y puedo afirmar por múltiples experiencias familiares que su sistema hidráulico de frenos era uno de los puntos más débiles con que contaban. Pese a todo es una auténtica delicia ver un Avia mudancero de los años 70 en perfectas condiciones.
Duelo eterno
No se trata de ninguna película de vaqueros, sino que de la antigua rivalidad rutera entre pegasistas y barreiristas, ahora transformada en rivalidad entre aficionados a los camiones clásicos.
Los neutrales podemos disfrutar admirando estupendas restauraciones de los que hasta no hace tanto tiempo fueron los reyes de nuestras bacheadas carreteras nacionales.
En Torrelavega Barreiros estuvo representado por un estupendo Super Azor de bomberos con doble cabina y un par de unidades de la serie 300m la tractora del asturiano Puerta que parece recién salida del concesionario Barreiros y una fenomenal grúa tres ejes de Grúas Estrada, aunque en ambos casos se trata de vehículos pertenecientes a la última época de la marca nacional, cuando a caballo entre los 70 y 80 sus vehículos se comercializaron bajo la marca Dodge. Un breve lapso que daría paso a la toma de control de la marca por parte de lo que actualmente es Renault Trucks.
Aunque los barreiristas cuentan con la existencia de la Fundación Barreiros, lo cierto es que en las concentraciones de clásicos son muchos más y cuentan con más adeptos los del caballo alado.
Y es que el Pegaso parece más en forma que nunca, cuenta con su propia asociación, la Asociación Española Pegaso. Gracias a ellos en cualquiera de estas concentraciones abiertas a la presencia de camiones clásicos
podría aprovecharse para realizar un catálogo de la gama Pegaso casi al completo, desde el Mofletes al Troner 400, pasando por varios espectaculares ejemplos de Comet, Europa, Cabezón, cabina cuadrada…
Bueno, ellos los denominan por sus siglas correctas, tal y como rezaba en los catálogos de la gama, algo reservado a los auténticos expertos y enamorados de Pegaso.
Nos encantará seguir viendo como rejuvenecen las viejas glorias del asfalto y, de paso, trataremos de aprendernos aquellas viejas siglas a base de volver a verlas en funcionamiento.