La ACEA (Asociación de Fabricantes de Automóviles en Europa) ha publicado recomendaciones frente al desafío que supone la conducción autónoma para el mundo del transporte.
La Asociación de Fabricantes de Automóviles en Europa, sus siglas en inglés son ACEA, ha publicado un reportaje en el que recoge sus recomendaciones para afrontar los desafíos que supondrá la conducción autónoma para los transportistas. La automatización de la conducción ahorrara costes y reducirá las emisiones además de incrementar la seguridad en nuestras carreteras pero también supone un reto para los trabajadores.
Los Gobiernos deberán considerar que supondrá una transición ya que la disrupción de este tipo de conducción hará que se pierdan trabajos. Pone como ejemplo Estados Unidos donde se calcula que para 2030 cerca de 6,4 millones de profesionales del transporte llevarán a cabo un trabajo de control del camión y más de 2 millones de conductores entre EEUU y Europa perderán su trabajo según sus previsiones. El estudio recoge algunas recomendaciones para ayudar a organizar dichos cambios.
Primero habrá que establecer una hoja de ruta para modificar el modelo de trabajo bajo una velocidad que permita una mejor adaptación. Según la ACEA será vital que los gobiernos introduzcan unos estándares similares de regulación del camión autopilotado además de forzar a una formación, que incluya test drive, a los nuevos conductores. En Estados Unidos ya se han puesto en marcha y algunos de sus Estados ya permiten la circulación de camiones autónomos, Europa, por su parte, todavía tiene un reto por delante: cómo afronta esta evolución.