Los Road Train mineros en Australia
El territorio de Western Australia es una de las zonas más deshabitadas de aquel enorme y lejano país y por lo tanto también uno de los lugares por donde circulan más tranquilos los Road Train de triple combinación, dado el escaso tráfico con el que se topan en sus viajes.
De hecho las extracciones mineras son uno de los escasos negocios que florecen por allí y lo hacen realmente a lo grande, puesto que en Western Australia se extraen minerales que alimentan la industria mundial de elementos tan distintos como el mineral de hierro, plutonio, sales, etc. Así las cosas desde los puertos de la costa norte, los más cercanos a Asia, grandes cargueros llenan sus bodegas con todo tipo de minerales a granel. Aunque lo cierto es que no abundan las infraestructuras para recorrer los centenares o miles de kilómetros que esos cargamentos deben recorrer desde las minas hasta la costa.
Con una situación así está claro que el camión es el rey y si hablamos de camiones en esta parte de Australia lo hacemos de Road Trains. Corto recorrido Corto recorrido es lo que para un chófer australiano como el que encontramos tratando de reparar un reventón en el tercero de sus remolques hace. Su trabajo habitual consiste en conducir un Kenworth K108 de la Mitchell West, una de las mayores empresas de transportes de la región que da servicio a la industria minera en el transporte de minerales y combustibles.
El corto reorrido consiste en enlazar a través de 600 kilómetros de desierto la explotación minera con Port Hedland, una minúscula población nacida junto al muelle de carga de minerales. Bob, nos explica porqué en un cruce, el único en esos 600 kilómetros, podemos ver tres Road Train de triple combinación de la Mitchell detenidos: “Este es uno de los pocos puntos de la ruta donde podemos parar sin molestar, porque en nuestra ruta desde la mina al puerto no existe ningún pueblo, gasolinera ni nada por el estilo. Siempre que paramos comprobamos las ruedas porque si tienes un reventón es muy dificil darte cuenta antes que por la presión excesiva de la gemela empiecen a reventar en cadena las otras del mismo tren. Por suerte sólo he reventado una.” Conducir un Road Train es algo bastante distinto a cualquier otro tipo de camión. Necesitas un kilómetro para frenar, la marcha atrás sólo sirve para enganchar la tractora al remolque y se considera un excelente consumo gastar menos de 100 litros de gasóleo a los 100 kilómetros. La potencia, un Cat de 600 CV, resulta más que suficiente para que después de varios minutos manejando la caja de cambios y dando gas a fondo alcanzar los 100 km/h. Eso sí, hay que tener en cuenta que en el país de los camiones más largos del mundo muchos camioneros alcanzan la jubilación sin encontrar un sólo puerto de montaña destacable en sus rutas y sobretodo, sin que nadie les mande acular en un muelle de carga. Así que ya vemos que pese a todo conducir un enorme camión de 50 metros y 250 toneladas de peso después de todo no resulta imposible. Los Road Train mineros en Australia
Eso sí, hace mucho calor, más vale que no nos fallen ni el aire acondicionado ni la nevera de los refrescos. Así que dejamos que Bob y sus compañeros terminen de revisar los 86 neumáticos de cada uno de sus camiones pues pretenden alcanzar su destino antes que caiga la noche y aparezcan los canguros por la cuneta saltando como molestos mosquitos de más de 100 kilos.