Los transportistas catalanes reivindican unidos CETCOT-COT

116

No a la euroviñeta

 

El gobierno catalán pretende implantar un peaje para camiones en la C-25 entre Lleida y Girona.

Los representantes del transporte en Catalunya se unen contra nuevos impuestos y peajes como la «catalanoviñeta».

La unión de las principales entidades del transporte en Catalunya, que agrupa a más del 90 por ciento del parque móvil se enfrenta a una situación de incumplimiento de compromisos por parte de la administración catalana de transportes, que amenaza la capacidad de salir adelante de muchas empresas de nuestro sector dado el fuerte incremento de costes que podría causar. Texto Joan Garriga Fotos Eugeni Gallego

 

Carles Palacio de CETCAT presentó el punto de vista de las principales entidades catalanas del transporte.

 

Parece que los actuales dirigentes de la administración catalana respecto al transporte de mercancías por carretera sólo pueden vanagloriarse de haber logrado un éxito, bastante rotundo eso sí, que consiste en tener a la práctica totalidad de entidades

 

Si se aprobara la «Catalanoviñeta» un camión que recorriera diaramente la ruta entre Lleida y Girona pagaría 18.000€ anualmente.

 

representativas del sector en la comunidad catalana unidas, aunque nada es perfecto, precisamente en contra de las políticas realizadas desde la adminitración de CiU hacia el transporte durante los últimos dos años.

 

La catalano-viñeta

 

El transportista en Catalunya ya sufre una mayor presencia de tramos de peaje.

 

Resulta curioso que precisamente ahora, cuando la dirección general de Transportes y Mobilidad de la Generalitat de Catalunya tiene a su frente a un experto y gran conocedor del mundo del transporte como es Pere Pedrosa sea cuando el sector se siente más damnificado con las actuaciones provenientes desde la misma Generalitat. ¿Cómo surge el conflicto? Desde 2012 la administración se comprometía a lograr mejoras en la rentabilidad de las empresas de transportes, a lo cual desde las entidades agrupadas en Cetcat-Cot se afirma que no se han mantenido políticas para lograr tan encomiable objetivo. De hecho se denuncia y se llega a la actual situación de plante y protesta no sólo por la falta de resultados sinó también por una falta de diálogo y, sobretodo, viendo que nada parece querer parar una serie de iniciativas que tienen en contra a los transportistas catalanes que serán sus más claros destinatarios aunque ni mucho menos los únicos puesto que gravarán cualquier camión que circule por las carreteras catalanas.

 

C-25 de la discordia

 

Además desde la Generalitat se pretende prohibir el uso de carreteras nacionales, sin peaje, a los vehículos pesados.

La C-25 fue una de las grandes obras de la era Pujol, una vía que llegó tarde y por fin conectaba de modo directo LLeida con Girona, lo cual trascendía el transporte local y regional al abrir un atajo en la ruta desde Zaragoza y Madrid hacia la Jonquera, es decir uno de los principales ejes del transporte de mercancías en la Península Ibérica. Aunque hay dudas de la capacidad técnica de llevar a cabo el proyecto en los plazos anunciados lo cierto es que en pocos meses los gobernantes catalanes quieren poner en marcha un peaje telemático a modo de la conocida euroviñeta para los vehículos de transportes que utilicen la C-25 y eso, calculando para un camión que haga dos recorridos diarios entre Lleida y Girona supondría un pago anual cercano a los 18.000€. Que cada cual reflexione y piense si en su cuenta de gastos puede repercutir un incremento de costes semejante. Pero, como decía un superhéroe de dibujos animados décadas atrás “¡Aún hay más!” . Desde la Generalitat se muestra la voluntad de prohibir la circulación de camiones por carretera nacional y eso eliminando cualquier clase de bonificación a los peajes de autopistas, un nuevo y substancial incremento de costes en una comunidad donde el 90 por ciento de las vías rápidas son de peaje. Si a ello sumamos la puesta en marcha de iniciativas con cierta polémica, como la aplicación de las 44 toneladas en ciertas rutas de un ámbito máximo de 100 kilómetros de radio sin uniformizar criterios, pues no se demandan tractoras de tres ejes como si sucede cuando esas mismas 44 toneladas corresponden a cargar un contenedor ISO, tenemos las claves para poner en pie de guerra a un sector tradicionalmente poco dado a plantear conflictos sino es como último recurso.

Unidos en la adversidad

 

Los transportistas catalanes se quejan de lo poco que se tiene en cuenta la realidad de este sector estratégico.

 

En la adversidad y frente a ella, así se presentaba mostrando la imagen de los adhesivos con que el transporte catalán se posiciona contra la euroviñeta Carles Palacio, quien actuó de representante de Cetcat, que a su vez agrupa a las patronales provinciales englobadas en la CETM Transcalit (Barcelona), Asetrans (Girona), Feat (Tarragona). A ellos se les une la Coordinadora de Organizaciones del Transporte (COT) donde encontramos a otras entidades que a lo largo de su historia muchas veces han enfrentando sus posiciones a las de las cuatro patronales provinciales catalanas como es el caso de AGTC y Astac Condal. En conjunto se trata de una impresionante unión del sector del transporte catalán, que no olvidemos, supone el 18 por ciento de la generación de riqueza de Catalunya, y que ahora se siente muy maltratado por parte de su administración más cercana. Veremos si con esta contundente toma de partido basta para establecer puentes de diálogo y vías de solución o bien aparecen en el horizonte visos de conflictos más graves en el sector. El tiempo y los responsables de la administración catalana nos lo dirán.