El futuro que Mercedes-Benz Vans planea para 2036 es autónomo, modulable y eléctrico, como su Concept Vision Urbanetic. Una furgoneta capaz de transportar a personas y mercancías en las ciudades del porvenir gracias a su chasis intercambiable y cero emisiones.
Por Telva Somoza
Naciones Unidas calcula que dos terceras partes de la población mundial convivirá en las megaciudades de 2050 y que para 2025 se moverán entre un 6% y un 8% más de paquetes que en 2016, cuando se alcanzó la cifra de 65 billones de entregas según el Índice Pitney Bowes Parcel Shipping. Todo ello supone triplicar el tráfico de las urbes para 2050 y Mercedes-Benz nos mostró en Cophenague parte de su solución de movilidad para ese entonces: Un furgón llamado Concept Vision Urbanetic capaz de intercambiar su plataforma para servir como vehículo de última milla o transporte urbano. Todo ello, por supuesto, propulsado por baterías eléctricas que le permitirán circular sin emitir un solo gramo de emisiones ni generar ruido alguno y de forma completamente autónoma.
Estéticamente el Vision Urbanetic propone un lenguaje de diseño y proporciones innovadoras y poco convencionales. Salta a la vista que se trata de un Concept car del que iremos viendo la progresión y que tan solo sirve como muestra de la filosofía y la hoja de ruta que seguirá Mercedes-Benz Vans en su futuro más próximo. Según los diseñadores de la firma han buscado transmitir minimalismo y naturaleza con una carrocería ahuevada única, repleta de cristal y muy futurista, con pantallas LED que se comunicarán con el exterior.
El interior sigue la cuerda de la personalización y conducción autónoma que ya empezamos a ver en alguno de los vehículos actuales. En este caso, la individualización se lleva al extremo pudiendo configurar el habitáculo en función de las necesidades del pasajero. En su plataforma de pasajeros la cabina se divide en tres zonas marcadas pero traspasables: el lounge de la parte trasera donde poderse relajar, la zona del medio donde las personas pueden ir de pie y la acristalada de delante para disfrutar de los paisajes.
Un display 360 grados rodeará todo el techo para mantener informado a los usuarios de la localización, el tiempo de recorrido o incluso de juegos que pueden entretener al personal entre otras propuestas. Habrá espacio para hasta 12 personas y el confort estará asegurado en unos asientos de última generación y un espacio donde los materiales nobles como la madera o el cuero serán los protagonistas.
En un proceso automático de apenas 2 minutos el chasis skateboard (así le han denominado) puede ser intercambiado. Ahora se trata de un furgón de última milla capaz de cargar más de 10 EPAL pallets en dos niveles gracias al sistema Cargo Flex Floor, que mejora la colocación de la mercancía. El volumen de carga de esta versión es de 10 metros cúbicos con una capacidad de introducir objetos de hasta 3,16 metros de largo. Además, y gracias a una solución de carga automática que ya vimos durante la presentación del proyecto AdVANce, el proceso de paquetería podría ser completamente automatizado.
Gracias a esta extrema modularidad Mercedes-Benz promete un futuro donde los costes sean reducidos a la mínima expresión: cero tiempo de inactividad (para pasajeros o para carga), cero accidentes (conducción autónoma e interactiva con el exterior), cero problemas de circulación (movilidad eléctrica y silenciosa) y una mejor calidad de vida para las personas.
CONDUCCIÓN AUTÓNOMA
La propia marca acepta: La conducción autónoma todavía genera escepticismo. El Vision Urbanetic está ideado para 2032 en un mundo donde la electrificación ya sea una realidad y los vehículos autopilotados de nivel 5 ya circulen, al menos, por zonas delimitadas de la ciudad. El propio vehículo será intuitivo, automático y tendrá capacidad para entender, aprender y comunicarse con el exterior y las personas gracias a su interfaz HMI (Human-Machine). Tal y como lo plantea Volker Mornhinweg, Director de Mercedes-Benz Vans, el Urbanetic no es solo un vehículo, formará parte del ecosistema urbano y su sistema analizará las necesidades de transporte y mercancías para ofrecer la mejor versión de sí mismo en función del entorno.
Es decir, su cerebro artificial estudiará o recibirá avisos sobre el tráfico y actuará en consecuencia. Por poner un ejemplo: si hay un concierto en Barcelona y el nivel de entrega de paquetería ha bajado, el Vision Urbanetic irá al centro logístico oportuno, cambiará su carrocería a la de pasajeros y buscará la ruta más efectiva para recoger a la multitud que sale del evento.
Esta capacidad, casi de película de ciencia ficción (o sin el casi) revolucionará el concepto de movilidad e incluso el empresarial. Muchas empresas podrán compartir la flota de vehículos y el car-sharing se llevará a otro nivel, lo que supondrá una reducción de la cantidad de coches radical en unas urbes que prometen ser cuanto menos caóticas.
Ante las pregunta de cómo Mercedes-Benz pretende seguir vendiendo vehículos si los ciudadanos comparten esa necesidad (muchas veces vital) de su actual vida, Mornhinweg contesta: “Nosotros ya no pensamos en la movilidad como solo el vehículo, vemos una red orgánica en constante cambio que mantendrá las ciudades en movimiento y facilitará una mayor calidad de vida”. Allí entra el Vision Urbanetic y todas las plataformas que desarrollan desde adVANce y que serán necesarias en ese futuro, su supervivencia empresarial parece asegurado.
La seguridad tampoco está en entredicho en este vehículo autónomo de nivel 5. Gracias a las cámaras y sensores 360 grados, el Urbanetic es capaz de reconocer a los peatones o ciclistas a distancias de 2 metros hasta 30 centímetros. La comunicación car-to-x de este concept car lo conectará también lo conectará con otros vehículos, una relación bastante más fiable que la de conductor-conductor. Las luces del exterior, un total de 40 metros de LED, servirán para interactuar con los vecinos de la carretera y avisar de sus paradas o del nombre del pasajero que ha venido a recoger mediante una petición vía aplicación móvil. Incluso la marca asegura que el coche reconocerá al usuario mediante reconocimiento facial, cosa de película como decíamos.
