Algunos fabricantes estadounidenses se encuentran trabajando en proyectos que pretenden hacerse realidad a corto plazo. Nikola y Tesla camiones eléctricos americanos
Mientras que Europa se centra en el desarrollo de camiones eléctricos pensados para el reparto urbano y regional, hace tiempo que en los Estados Unidos ya piensan en presentar ofertas con más autonomía, es decir, ofertas pensadas para el largo recorrido. Y aunque hasta la fecha solo sean proyectos, lo cierto es que cada vez están más cerca de convertirse en realidad, pues distintos fabricantes ya han creado alguna que otra unidad de pruebas.
De hecho, marcas como Tesla ya han probado sus flotas eléctricas por las carreteras de Estados Unidos. El mismo Elon Musk, CEO de la compañía, compartió en sus redes sociales personales estos primeros camiones eléctricos que recorrieron la distancia que separa la fábrica Tesla en Montana de la de California, que es de unas 500 millas (unos 800 kilómetros). Los vehículos demostraron que pueden acelerar de 0 a 60 millas por hora (unos 97 km/h) en un rango de 500 millas (unos 805 km).
Por su parte, Nikola Motors, el gran rival de Tesla, presentará un camión de hidrógeno adaptado a las necesidades del mercado europeo en abril del próximo año 2019. Se espera que el Nikola Tre –nombre que toma del noruego y no del inglés, pues espera introducirse en Europa a partir de este país– arranque su producción entre 2022 y 2023, aunque las reservas ya están abiertas a través de su página web oficial. Además, el Tre podrá configurarse con potencias entre 500 y 1.000 CV y sistemas de tracción 6×2 y 6×4, mientras que su autonomía oscilará entre los 500 y los 1.200 kilómetros.
Nikola y Tesla camiones eléctricos americanos
Y es que, frente a los modelos de camiones eléctricos que recargan sus baterías a través del enchufe, encontramos la opción del hidrógeno o pila de combustible, que elimina la necesidad de contener baterías pesadas. Este tipo de vehículos usan, también, un motor eléctrico pero generan la electricidad directamente del hidrógeno, por lo que no necesitan recargar sus baterías durante largos periodos –como sí sucede con los eléctricos–. Sin embargo, uno de los mayores inconvenientes del hidrógeno en la actualidad es que no es precisamente barato, además de peligroso en tanto que muy volátil e inflamable. Contrariamente, una de sus ventajas es que, cuando reacciona con el oxígeno de la atmósfera, resulta en H2O, es decir, que los vehículos de hidrógeno son cero emisiones.
Otro de los grandes proyectos que se están llevando a cabo en este ámbito es el de la petrolera Shell, que tampoco quiere perder el tren de los camiones eléctricos. De este modo, Shell Lubricantes y AirFlow Truck Company ya presentaron el pasado mes de mayo su camión de consumo ultra eficiente de combustible, el Starship. El vehículo ha sido diseñado y construido por ambas compañías con el objetivo de demostrar que es posible reducir la demanda de energía en el transporte de mercancías.
Además, se espera que, en el futuro, el camión cuente con un sistema híbrido de eje eléctrico con un motor también eléctrico y un eje que reemplace el eje trasero no accionado del remolcador, lo que proporcionaría un aumento de potencia al subir pendientes, donde se consume la mayor parte del combustible.
Cummins, corporación dedicada a ofrecer servicios para motores diésel, se suma al número de compañías que muestran interés por este tipo de vehículos pesados, presentando su AEOS, un concepto de camión eléctrico que cuenta con una batería de 140 kWh y que tendrá una autonomía de cerca de 160 kilómetros –una de las grandes limitaciones del proyecto–.
Con todos estos proyectos, lo que está claro es que en Estados Unidos están ya encaminados en ofrecer soluciones eléctricas para el largo recorrido. Mientras, en Europa, seguimos centrados en el mismo tipo de vehículos, pero para el reparto urbano, quedándonos aún un largo camino por recorrer en este ámbito.
Nikola y Tesla camiones eléctricos americanos
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