Se pretende lograr un sistema de transporte comercial sin combustibles fósiles en el plazo establecido por el Acuerdo de París.
El plan de dejar de utilizar combustibles fósiles en el transporte comercial en 2050 es totalmente viable. Así lo explica Henrik Henriksson, presidente y CEO de Scania. “Es posible conseguir el objetivo de cero emisiones de CO2 en nuestro sector dentro del plazo establecido por el Acuerdo de París, pero será necesario cambiar a una velocidad sin precedentes, además de contar con el compromiso de los sectores público y privado”.
Scania ha realizado un análisis exhaustivo revisado por un tribunal académico externo, que demuestra la existencia de varios caminos para acabar con las emisiones de carbono. Dicho análisis ha realizado un seguimiento sobre los pasos que son necesarios para llegar a esas cero emisiones en 2050. Esta investigación abarca tres segmentos de transporte: larga distancia, distribución y autobuses urbanos, y cuatro países: Suecia, Alemania, China y Estados Unidos.
Henriksson ha añadido que “podemos conseguir una reducción superior al 20% de las emisiones de CO2 si introducimos mejores soluciones en el sistema de transporte actual, como mejores rutas y mejor gestión de carga. Además, hay varias opciones de motores y combustibles para conseguir un futuro sin combustibles fósiles. Los biocombustibles ofrecen la mayor reducción de emisiones de CO2, y la electrificación es la más rentable”.
Algunas de las conclusiones clave del estudio son, por ejemplo, que si se optimizan los sistemas mediante la mejora de las rutas y la gestión de cargas, se pueden reducir las emisiones de carbono más del 20% o que el crecimiento de los vehículos con baterías eléctricas constituye la ruta más eficaz, rápida y económica de conseguirlo en aquellos países que cuentan con la infraestructura necesaria para proporcionar sistemas de carga universal y energía no fósil.
Además, también se extrae que, en principio, los biocombustibles ofrecen un camino eficaz y viable al utilizar las tecnologías tradicionales de motores de combustión. Así, con el máximo uso posible de los biocombustibles disponibles en el mundo, en 2050 una quinta parte de los vehículos tendrán motores que funcionen con biocombustibles.
