Conducir un camión, vamos un vehículo industrial pesado, supone una gran responsabilidad. Tanta que si un agente del orden te observa con la mirada distraída o bien manipulando un aparato que pudiera distraerte, pongamos por ejemplo utilizar una tablet durante la conducción para jugar a un jueguecito de esos tan de moda como el famoso Candy Crush, de entrada te meten 3 puntos y probablemente a poco que tu actitud alocada y despreocupada motive al agente de tráfico en cuestión te caería alguna denuncia por conducción temeraria u otra lindeza por el estilo que te habrías ganado a peso.
El resultado, pues un mínimo de tres puntos de tu carnet de conducción, un buen multazo y una mella en tu expediente de conductor profesional que probablemente sería muy tenida en cuenta por tu jefe de tráfico.
Jugar al Candy Crush mientras se conduce un camión es una auténtica irresponsabilidad. Hay que tener en cuenta que llevas un vehículo de 40 toneladas, que puede estar valorado en más de 100.000 euros y que un conductor demasiado aficionado a los video juegos podría liarla parda, como ahora se suele decir. Eso de jugar al Candy Crush es mejor dejarlo para nuestro tiempo libre o bien hacerlo mientras hagas una actividad que no merezca tu plena atención. Vamos, algo poco importante, como actuar como presidente de una cámara de representantes del pueblo durante el debate más importante del año de un país con casi 50 millones de habitantes y un PIB próximo al billón de euros… Si, parece que en ese caso se puede jugar a lo que sea y prestar la mínima atención. ¡Por dios! Manejar un país, eso lo puede hacer cualquiera, en cambio manejar un camión es algo mucho más complejo y requiere toda tu atención.
No lo sé, la verdad, aunque lo de maniobrar con un trailer siempre lo consideré algo delicado, quien esto os escribe creyó que manejar un país debía serlo todavía más, pero parece ser que los “padres de la patria” consideran lo contrario. ¿O es que quizás debemos aspirar a que el congreso de diputados lo ocupasen ciudadanos mucho más concienzudos que los actuales? No se, me temo que si sus actuales señorías fuesen sustituidas por camioneros tampoco solucionaríamos los problemas del país de un plumazo, aunque quizás la solución a aplicar sería la misma que para lograr que los camioneros sean un colectivo tan atento y concienzudo con sus responsabilidades. Un par de agentes de tráfico paseando por allí con el ojo atento dispuestos a restar puntos del carnet a quien se pase con la tablet y los jueguecitos. Eso si, armados únicamente con un bloc de notas y bolígrafos, que no hay que llamar al mal tiempo y repetir errores propios de otro mes de febrero de hace, afortunadamente, mucho, mucho tiempo.