Pennsylvania: el patio trasero de New York

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Por las calles de Philadelphia

Camiones como este Peterbilt aprovisionan la Gran Manzana a diario.

Un school bus en el cruce, no hay duda estamos en los USA.

 

 

 

 

 

Gas a fondo y apoder ser sin bajar de 70M/h. Ese parece ser el lema de cualquier conductor profesional de camiones cuando se acerca a los límites de New York. En muchos casos las freeway se subdiven en carriles para vehículos pesados y turismos, cualquiera con mentalidad europea diría los lentos… Pues no. De hecho la mayor parte de trailers, aquí predominan los International, Freightliner y los Mack, casi locales pues nacieron en New York y se fabrican en la vecina Pennsylvania, superan las 60 m/h sea cual sea su nivel de carga y de hecho a casi nadie, incluida la poco activa Highway Patrol, inquieta ver pasar un dúmper 8X4 Mack superando claramente las 70 m/h, es decir casi a 120 km/h…

Un Peterbilt averiado, también sucede, no es de extrañar con los elevados kilometrajes que realizan.

A medida que nos alejamos de la gigantesca manzana de los rascacielos la densidad de tráfico disminuye, mientras el tipo de camiones que siguen adelantándonos va cambiando poco a poco. Así, frente a los muchos frigos y furgones pertenecientes a empresas de paquetería que predominan junto a la gran ciudad, a medida que nos adentramos en el vecino estado vemos como cada vez resultan más comunes las bañeras cerealeras, plataformas con todo tipo de maquinaria agrícola, cisternas de pienso…

Pennsylvania es algo así como el paraíso de las empresas de transporte urgente.

Definitivamente estamos en una zona de gran actividad agrícola y es los muchos estómagos congregados en la populosa costa Este norteamericana demandan gran actividad por parte de la industria alimenticia y ello se deja notar en la ruta, a modo de camiones de ganado, transportes de cosechadoras, frigos para reparto de productos lácteos, etc.

La vieja América

El Ford Louisville se fabricaba en la población que le dio nombre, en Pennsylvania.

Cualquier casona sirve para instalar un mercadillo de antigüedades.

En la costa Este los camiones a menudo deben cruzar poblaciones.

Pennsylvania, uno de los estados más antiguos de los USA y donde entre otros tesoros históricos del país se conservan la primera bandera y la campana de la libertad, es toda una potencia agrícola, aunque no por ello una zona de gran actividad industrial y que ha sido cuna de muchas de las marcas estadounidenses en el ámbito de la automoción. Así, sin abandonar este estado podemos visitar factorías de Mack Trucks, Volvo Trucks y Harley Davidson, entre otras.

Aunque el salvaje oeste queda casi tan lejos como Europa, algún cowboy se cuela en la ruta…

Poco a poco la ruta se va situando entre bosques y grandes ríos, cambiamos las autovías de más de 4 carriles por sentido, primero por otras de sólo dos en cada sentido y finalmente por una humilde carretera convencional que nos permite ir conociendo pueblos de lo más pintorescos…

De Berlin a New Oxford

La afición por las antigüedades parecer ser muy popular en Pennsylvania.

El nomenclator parece empeñado en recordarnos la lejana Europa y más en concreto Alemania, que fue el origen de buena parte de la emigración europea que pobló estas tierras y se deja notar en nombres de poblaciones como King of Prussia, Hannover o East Berlin, que como su nombre no indica está a unos 15.000 kilómetros más al oeste del Berlín alemán. Suponemos que las épocas de las dos Guerras Mundiales no debieron ser nada fáciles en unas tierras donde junto a poblaciones de mayoría originariamente germanas se encuentran otras tan británicas como New Oxford, York, Lancaster, Windsor…

A sólo tres horas de conducción de la capital neoyorquina encontramos un mundo totalmente agrícola.

Por desgracia las guerras han dejado su dura marca en estas tranquilas tierras donde ahora reinan los Mack y los Volvo, de modo que la mayor batalla de la Guerra Civil estadounidense lleva el nombre de una de esas pequeñas, tranquilas y bellas poblaciones; Gettysburg.

Cruce entre siglos

Un Peterbilt cruza velozmente Lancaster…

En un pais sin demasiada historia esta zona es el sueño de anticuarios y aficionados a todo tipo de coleccionismo, de modo que no son pocos los lugares a pie de carretera donde descubrimos graneros que venden carretas, restos de la Guerra Civil o simplemente cualquier trasto que algún nostálgico pueda considerar una antigüedad.

Mientras los amish de Lancaster tratan de cruzar la vía principal en sus carruajes.

Eso sí, cuando crucemos poblaciones como Lancaster, no debemos confundir algunas de sus casas con tiendas de anticuarios. Y es que Pennsylvania cuenta con la mayor población Amish de los USA, ya sabéis unos seguidores de una variante de la religión cristiana que los mantiene anclados en el siglo XIX. Resulta realmente curioso como en un cruce los Peterbilt y Freightliner de turno lidian con paciencia con los carruajes con que se mueven los Amish.

Circulando a alta velocidad la aerodinámica es muy importante para ahorrar combustible.

Eso sí, los Amish han aceptado parte del código de circulación propio de nuestro siglo XXI y sus prisas. Suponemos que hartos que sus carruajes terminasen como un sello en el frontal de algún que otro Kenworth o Freightliner al final adoptaron la obligación de contar con intermitentes, catadióptricos y triángulo reflectante en su parte trasera, a la vez que sus conductores deben respetar semáforos y el resto de señales propias del código de circulación propio de cualquier automovilista de nuestro siglo.

Express delivery

La América agrícola sirve a diario a grandes capitales como New York, Philadelphia, etc.

Algo que choca cuando recorres alguna de las principales vías del densamente poblado noreste norteamericano, es que la mayor parte de los camiones pesados con que nos cruzamos cuentan con lo que allí se conoce como Day Cab.

Una mudanza al estilo norteamericano, se carga la casa entera. Más fácil.

Es decir, el modelo corto, sin sleeper, puesto que muchos transportistas vuelven cada día a casa. Esto es así por que en un radio inferior a las 500 millas existen grandes urbes, centros industriales, puertos y lugares de producción agrícola, de modo que si a ello unimos el hecho que sin limitador ni tacógrafo crecen los kilometrajes que se pueden hacer en una jornada, vemos como el transportista de la costa este muy a menudo pernocta en casa. Eso sí, en un día normal puede que recorra más de 500 millas, unos 800 kilómetros, a unos 100 km/h de velocidad media y lo hace al volante de unos camiones que por muy Day Cab que sean resultan tan impresionantes como puede ser el Kenworth T 680.

Mack actualmente fabrica sus camiones en Allentown, Pennsylvania.

En este caso se trata de una de las máquinas más eficientes que encontramos en las rutas americanas. Ello se debe en parte a su moderna cabina de morro, donde la aerodinámica es una prioridad en su diseño a la vez que a otro factor que conocemos bastante en Europa. Y es que el Grupo Paccar, que en los USA comercializa las marcas Kenworth y Peterbilt, ofrece al transportista también su opción mecánica propia, los Paccar que aquí monta DAF, que en el caso estadounidense están disponibles en versiones de hasta 500 CV de potencia máxima, caso del Paccar MX 13 o bien hasta 430 CV en caso del MX 11.

Un Mack aprovisionando las factorías del Volvo Group.

La vieja estación de tren de New Oxford.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bajo el impresionante capot y sus cromados se esconde la misma eficiencia que tanto valoramos en Europa, aunque el bajo peso total manejado por nuestros colegas norteamericanos y sus transmisiones de largo desarrollo les permiten obtener esas increibles velocidades.

Streets of Philadelphia

Este Enorme autobús tres ejes es una autocaravana tamaño XXL.

O entrega express, todo parece correr prisa en los USA. Por ello los trailer resultan ligeros en comparación los nuestros. Así una combinación de 5 ejes se conforma con 80.000 libras, algo menos de 36,3 toneladas, mientras que las combinaciones de 4 ejes, muy comunes en el caso de la distribución no van más allá de las 70.000 libras, unas 31 toneladas, con unos límites que suelen variar en función de la distancia máxima entre ejes.

En las rutas secundarias cuando se cruza una población el carril central permite realizar los giros a ambos lados.

Y dicha distancia, en un país donde el código no limita en absoluto la longitud máxima de los vehículos, puede variar mucho. De hecho existen remolques con carrocerías de hasta 55 pies de longitud, es decir casi 18 metros de semirremolque. Naturalmente, ello da como resultado que algunos trailers resultan enormes y por tanto en todos los casos se deja bajo la responsabilidad del conductor discernir si vamos a ser capaces de circular o no por la carretera que elijamos.

Desde luego maniobrar con estos trailers requiere amplios espacios para girar.

Eso sí, en todos los casos, por difícil que resulte maniobrar un trailer de 20 metros de longitud o más, frente al volante tendremos un espectacular morro, dado que en los USA ya no se comercializan camiones pesados con cabina chata.

Callejeando como el Boss

Pues sí, por las Streets of Philadelphia, que como los fans de Bruce Springsteen sabrán significa “Calles de Filadelfia”, capital del estado por donde circulamos en esta ocasión.

En Philadelphia nacía la indepencia de los USA.

Precísamente esta histórica ciudad es la capital del estado, donde se cosió la primera bandera de la Unión y se redactó la constitución americana y por donde al volante de un Class 7 u 8 , es decir un trailer de más 60.000 libras y cuatro ejes o más resulta más que fácil quedar atrapado en alguna esquina o atasco.

La famosa Campana de la Libertad.

De hecho aquí los profesionales del transporte deben acometer zonas tan estrechas como las que encontramos por la vieja Europa, pero eso sí, al volante de sus grandes bestias americanas. Quizás por ello en esta zona de los USA abundan los tractocamiones de eje retrasado, siempre un poco más maniobrable que el típico Kenworth W900 que con su eje delantero en el extremo adolece de un escaso radio de giro. En fin, que aunque suene Streets of Philadelphia en la cabina, callejear por dicha capital no resulta ni mucho menos fácil para los profesionales del transporte.

Un taxi en apuros por las calles de Filadelfia…

Gettysburg una herida abierta en la historia

Gettysburg es una apacible y bucólica población, donde el 1 de julio de 1863 estalló la batalla más sangrienta de todas las que tuvieron durante la Guerra Civil Estadounidense y que no terminaría hasta el día 3 de julio. Fue la mayor carnicería de aquel conflicto, que no terminaría hasta dos años después, marcando el punto de inflexión a partir del cual los Unionistas del Norte empezaron a dominar la situación que les llevaría a la victoria final y la abolición de la esclavitud en los USA.

El campo de batalla de Getysburg todavía resulta impresionante siglo y medio después de la batalla.

Todavía hoy estremece recorrer las praderas y bosques alrededor de Gettysburg donde todavía se levantan los cañones distribuidos en orden de batalla y monuentos y placas recuerdan quienes combatieron y quienes cayeron en cada punto. Aquella guerra fue un anticipo de lo que después, medio siglo, se vería potenciado en la Primera Guerra Mundial.

En este conflicto norteamericano por primera vez hubo reporteros y fotografías de las batallas y la potencia industrial sería quien marcase la capacidad de los ejércitos de disponer de grandes armas con enorme poder de destrucción. La batalla tuvo su primera escaramuza el 30 de Junio, por algo tan nimio como que una columna de la Unión descubrió a otra de la Confederación de Estados del Sur que acudía a Gettysburg a recoger un cargamento de botas para su ejército.

Tres días después las bajas de ambos bandos sumaban más de 52.000 soldados…