Prueba Nissan NP300 Navara

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Un modelo japonés con aires europeos y americanos, de todo un poco

El pick-up japonés, Nissan NP300 Navara, llega con una estética más cercana a su gama de turismos y un arsenal tecnológico que le convierte en un modelo 100% todoterreno y listo para nuestras carreteras.

 

Probamos el nuevo Nissan NP300 Navara por todas las superfícies posibles

 

En España somos muy nuestros. Nos gustan los productos hechos en casa, Made in Spain, y si podemos presumir de ellos mejor que mejor. Por eso el lanzamiento del nuevo Nissan NP300 Navara ha sido tan aclamado y esperado. Fabricado en la Zona Franca (Barcelona) y presentado hace unos meses en Zaragoza todo apuntaba al orgullo nacional. La firma nipona confiaba en nosotros para llevar a cabo un lanzamiento importante, la renovación de una pick-up que recuerda la mejor historia para Nissan: su estrellato con los modelos 4×4 como el Patrol.

 

El pick-up nipón se fabrica en Barcelona, donde siempre se han encargado de los 4×4

 

Antes de entrar a fondo a desengranar un modelo muy curioso vamos a entender que significa para la marca. Esta es la 12ª generación de su pick-up más icónica y la segunda que confía en la factoría catalana para su construcción, un espacio que llego a encargarse por completo de los modelos todoterreno (Terrano, Patrol y Pathfinder). Es importante este dato para entender la repercusión en una planta que ha empezado a recibir los 80 millones de euros para renovar la línea 2, encargada de montar las réplicas de la pick-up para Renault y Mercedes. Esta última declaró hace unos días que retrasaba su fabricación hasta 2017 y la francesa hasta 2018.

Ahora si hablemos de la Nissan NP300 Navara. Su estética ha sufrido una transformación notable, refinando su diseño y llenando su silueta de nervios que aportan robustez a la par que dinamismo. Está disponible en las versiones King Cab y Doble Cab pero en nuestro caso la unidad de pruebas cuenta con los asientos traseros y un color tierra muy acorde con su comportamiento 4×4.

 

 

Arriba elementos para el trabajo y abajo los detalles cromados cubren su carrocería

 

Los elementos cromados como retrovisores, bajos y protecciones, barras del techo y el perfil de los grupos ópticos aportan sofisticación a un modelo preparado para la jornada laboral pero también para el día a día.

 

 

Las llantas de 18 pulgadas le sientan muy bien a todo el conjunto.

 

De primeras al entrar en su interior sorprende la altura respecto al suelo, estamos ante un verdadero pick-up, sin medias tintas. La posición de conducción y la amplitud de su habitáculo impresionan y es fácil sentir que llevas un vehículo grande, que no cabe por cualquier sitio. Pero no nos equivoquemos, sus medidas de 5,33 metros de largo por 1,85 de ancho y 1,81 de alto son fácilmente conducibles por la ciudad pese a los primeros miedos y un radio de giro reducido.

 

Un adulto de más de 1,80 puede hacer trayectos largos sin problema pero el acceso no es muy grande

 

El nivel de acabado de su interior dista mucho de la anterior generación, ha dejado de lado la robustez para mostrar un diseño cuidado y muy similar a un turismo de la firma. En nuestra unidad, la más equipada (Teckna), el sistema multifunción cuenta con lo último en conectividad y un navegador que, como la gran mayoría, aún no está a la altura de Google Maps. La cámara de visión 360 grados es un gran invento pero falta algo de resolución en la pantalla. Por lo demás, esta versión viene hasta los topes de sistemas de ayuda a la conducción como la ayuda a la frenada de emergencia, el control de velocidad de crucero y los sensores de aparcamiento y algunas más.

 

El interior es espacioso, conectado y está bien acabado

 

 

 

La oferta de motores es algo reducida y en nuestro caso montaba el nuevo propulsor diésel de 2,3 litros, 190 caballos (ofrece otro de 160 CV) y ligado a un cambio manual de seis velocidades. Además de su comportamiento versátil, del que hablaremos a continuación, nos ha sorprendido el consumo contenido de este bloque. La firma asegura un gasto medio cercano a 6 litros a los cien y a pesar que ese dato es difícil de conseguir en condiciones reales el tema no se ha disparado, manteniendo una media de 7,3 litros por carretera. En cuanto entramos en terrenos off-road los números crecen pero es lo más lógico.

 

El motor cumple desde bajas revoluciones y tiene la potencia suficiente para cubrir todos los márgenes

 

Existen dos elementos claves que han ayudado a la firma nipona a presentar un pick-up realmente completo: el nuevo sistema de tracción y la suspensión. Este modelo puede con todo y no se trata de un eufemismo, hemos podido comprobarlo al ponerlo contra las cuerdas por rutas off-road dignas de un heredero 4×4. Para poder con esos caminos el Navara cuenta con un control que modifica el comportamiento de la tracción. Mediante una ruleta puedes activar el 2WD (tracción delantera) para la carretera y el 4H (tracción total) para caminos, terrenos resbaladizos y, sobre todo, lluvia.

 

Mediante este seleccionador puedes cambiar el comportamiento de la tracción a tu gusto y según necesidades

 

Para terminar y convertirse en un todoterreno tiene la opción 4LO o reductora, que permite ascender por cualquier terreno, además del control de descenso (HDC), que gestiona la bajada del Navara sin tener que apretar el freno. Este último sistema pone a prueba la confianza del conductor y tras muchas dudas acabas creyendo en él y sus posibilidades al comprobar su eficiencia por cualquier pendiente pronunciada.

 

Gracias al control de descensos y su arsenal tecnológico puedes afrontar cualquier pendiente

 

Pero no nos olvidemos que el Navara no sólo circulará por terrenos escarpados, también debe cumplir en asfalta. Y lo hace. Para ello Nissan ha trabajado en un nuevo sistema de suspensión. El anterior montaje de ballesta resulta algo cargante y duro para la parte trasera si no se utilizará el vehículo para cargar peso así que la firma ha concebido un sistema multibrazo con muelles para el eje trasero (disponible en la cabina doble). Este nuevo concepto cambia por completo el comportamiento y el confort de la nueva generación, convirtiéndolo en un coche para todo, cómodo y fácil de conducir en los ámbitos más corrientes.

 

 

 

 

 

Tiene una capacidad de carga de más de una tonelada y una capacidad de remolque de 3.500 kilos.

 

La prueba del nuevo Nissan NP300 Pick-Up nos ha dejado muy buen sabor de boca. Se trata de un modelo listo para cualquier situación, 100% todoterreno y capaz de cumplir en todos los aspectos de la vida del usuario, excepto en la ciudad puesto que no es su hábitat natural. Diversión, trabajo y familia, todo en una generación más bonita y actualizada para los gustos cercanos a los crossovers.

 

El Nissan NP300 Navara llega para cumplir todas las exigencias

 

La versión de doble cabina está disponible desde el pasado 15 de febrero con precios que oscilan entre los 30.605 y los 45.420 euros dependiendo del acabado (Visia, Acenta, N-connecta y Tekna) y el cambio (1.340 euros, el automático).

Motor: De cuatro cilindros y 2,3 litros disponible bajo normativa Euro V. Rinde 190 CV con un Par máximo de 450 Nm entre 1.500 y 2.500 rpm y una velocidad máxima de 184 km/h. .

Transmisión: Cambio manual de seis velocidades . Transmisión 4×4 que se puede modificar al 4X2 con bloqueos diferencial y caja reductora.

Chasis y capacidades: Version doble cabina.