Prueba Volkswagen Caddy Edition

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Probamos el Prueba Volkswagen Caddy Edition, una variante de la furgoneta pequeña de la firma alemana que llega hasta los topes de equipamiento, un diseño más urbanita y un precio contenido.

 

Caddy

 

En 2015 Volkswagen lanzó la cuarta generación del Caddy, un vehículo comercial ligero que sirve como vehículo para paquetería urbana pero también como monovolumen para viajar con toda la familia y sus trastos. Está disponible en dos tipos de carrocería: la Caddy de 4,40 metros de largo y cinco plazas o Caddy Maxi con 4,88 metros de largo y siete asientos. Hace unos meses la firma le dio otra vuelta de hoja al modelo para conseguir hacerlo más atractivo al gran público y decidió llamar a esta versión Volkswagen Caddy Edition. Un furgón pequeño con una estética todavía más similar a la de un turismo de la firma, con un equipamiento tecnológico superior a la media y con un precio de derribo. En nuestro caso el modelo probado monta el bloque 1.0 TSI de 102 CV con cambio manual de 5 velocidades, un conjunto que sale desde 22.472 euros.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

RESUMEN DE LA PRUEBA

Diseño exterior e interior muy conseguido, con elementos de confort y estéticos dignos de un turismo.

– Destacar el equipamiento tecnológico como pantalla de 6,5 pulgadas, volante multifunción de cuero, conectividad a la última y los sistemas de ayuda a la conducción.

– Motor algo corto, poca insonorización y una posición de conducción difícil de regular.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

FICHA TÉCNICA VOLKSWAGEN CADDY EDITION 1.0 TSI:

– Motor: 3 cilindros de 999 cm3 de cilindrada Euro 6 con inyección directa de 102 CV a 5.000 rpm junto a un par motor máximo de 175 Nm desde 1.500 rpm hasta 3.500 rpm.

– Transmisión: Manual de 5 velocidades. Tracción a las ruedas delanteras.

Chasis y capacidades:

– Capacidad maletero: Volumen con una fila 2.850 litros, con dos filas de asientos de 750 litros.

– Longitud total de 4,408 m, alto total 1,822 metros, ancho total 1,793 m

– Peso de 1.342 kilogramos.

Consumo medio durante la toma de contacto: 7,2 litros durante circulación 100% urbana.

PRUEBA

En los grises siempre se ha encontrado el equilibrio, también a la hora de comprar un vehículo. Muchos asimilar modelos como el Volkswagen Caddy a jornadas maratonianas de trabajo entre las callejuelas de cualquier ciudad, nada más lejos de la realidad. No es que la cuarta generación de esta furgoneta de tamaño compacto ya no sirva para el reparto, es que además se puede convertir en el aliado perfecto de familias numerosas o no tan numerosas que buscan un vehículo confortable, de diseño relativamente agradable y con mucho, mucho espacio en su interior para bicicletas, esquís o lo que haga falta.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

Obviamente el Caddy queda lejos de los actuales estandartes de belleza establecidos por los modernos SUV, crossovers o todocaminos, como queramos llamarles. Su figura recuerda inevitablemente al de cualquier furgoneta pero los nuevos paragolpes, la parrilla más estilizada y delgada además de los grupos ópticos que podría llevar cualquier Golf, podrían confundir a más de uno. Además, en la versión Edition, probada hace unos días, la utilización del color amarillo Sandstorm de la carrocería en los paragolpes y las llantas de diseño deportivo le dan el toque juvenil y muy divertido.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

En el interior cabe destacar el salto cualitativo tanto en el apartado estético como en los materiales. Si bien no estamos ante una berlina premium como las que podemos encontrar en la gama de Volkswagen, los plásticos duros encajan a la perfección entre ellos y la decoración añadida que recorre el salpicadero eleva significativamente la calidad percibida. El volante multifunción achatado y de cuero -sí como lee, achatado como un deportivo- es idéntico al que podemos encontrar en un Golf de nueva generación y la pantalla multifunción de 6,5 pulgadas también está presente en las versiones de acceso del utilitario. El único punto negativo de todo el conjunto es la colocación de esta pantalla en la parte inferior del panel central, dejando los botones de la climatización por encima. Nos parece una distribución muy poco acertada ya que, por ejemplo, obliga a bajar mucho la vista para seguir el navegador. A cambio la Edition llega con lo último en sistemas de conectividad, gracias al App-Connect y Mirror Link, y un arsenal de ayudas a la conducción de serie.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

El espacio es otro de los puntos clave del Volkswagen Caddy, que en nuestro caso era la variante más pequeña de 4,40 metros y 5 asientos. En las plazas delanteras sobra espacio pero la posición de conducción es poco regulable ya que los pedales están demasiado cerca y el volante no tiene variaciones de profundidad. De la segunda fila de asientos destacamos su fácil acceso mediante las dos puertas laterales correderas que, además, se pueden plegar para ampliar de forma notable el espacio de carga hasta caber la mudanza de todo un vestidor.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

Su conducción recuerda a la de cualquier turismo gracias a su altísimo dinamismo, algo que contrasta con una rumorosidad típica de los tricilíndricos pero que deberían intentar reducir, sobre todo a bajas velocidades. Lo cierto es que su agilidad y el comportamiento nos ha parecido fantástico, con un aplomo capaz de hacerse cualquier carretera de curvas sin problemas. Las furgonetas han dejado de ser bruscas y antiestéticas en todos los aspectos, también durante la circulación y la amable suspensión tiene mucho que ver junto con una dirección y un ángulo de ataque al que no se le encara ninguna calle, por estrecha que sea.

 

Prueba Volkswagen Caddy Edition

 

La palanca del cambio manual de cinco velocidades tiene un recorrido demasiado largo pero fino y fácil de accionar por lo que cumple con su cometido sin problemas. El consumo final nos pareció algo elevado pero no seríamos justos ya que su conducción fue 100% urbana y con una carga superior a la utilizada para homologar los 6,2 afirmados por Volkswagen, en nuestro caso superó los 8 litros a los 100. De todo el conjunto el motor y su potencia (102 CV), algo escasa pero con una entrega muy elástica y progresiva, es lo que peor parado sale. Un detalle solucionable ya que el Caddy se ofrece hasta en 150 CV.