Prueba Volkswagen California T6 204 CV y DSG

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La camper de la gama T6 se renueva

Hace unos meses probamos la nueva generación de la mítica camper pero durante el pasado puente decidimos aprender más de la California en todos sus aspectos. El modelo se renovó junto a toda la gama T6 de Volkswagen en un presentación en Estocolmo. Esta vez nos subimos a la Bulli más potente, con 204 CV y cambio automático de doble embrague DSG, para visitar los bonitos parajes del Valle del Baztán (Navarra).

 

 

 

Esta T6 mide 4,90 metros de largo por 1,90 de ancho y 1,99 de alto que sumados a los 3 metros de batalla certifican un tamaño notable pero alejado de las autocaravanas actuales. Su maletero de gran tamaño permite transportar en dos espacios maletas y enseres del viaje de una forma ordenada, también ayudan los armarios del interior.

 

 

 

Este espacio cuenta con una nueva luz LED muy útil a la hora de rebuscar en horas de poca luz y que sirve para iluminar el habitáculo al tumbarse en la cama para leer. En este caso la unidad de pruebas se trataba de la Volkswagen California T6 con el acabado Ocean, como la última vez, pero con diferencias notables: el motor y el cambio. Esta camper monta un propulsor turbodiésel 2.0 TDI de 204 caballos con el reconocido cambio automático de doble embrague DSG de siete velocidades.

 

 

 

DISEÑO

Tal y como comentamos en la anterior prueba los cambios estéticos son ligeros pero claves para actualizar su diseño y mejorarlo gracias a nuevas soluciones, como los grupos ópticos con tecnología LED que son un 10 en iluminación. Siguiendo con la dinámica de los turismos del grupo, la nueva California luce unas líneas más angulosas, detalles que denotan la intención de renovación pero sin demasiados riesgos. El color de la carrocería Rojo Cereza parecía escogido a propósito para nuestro viaje, combinándose de manera elegante y atrevida con el paisaje del otoño. Este modelo llevaba llantas de aleación de 17 pulgadas denominadas Timaru.

 

 

 

En su interior las diferencias respecto a la anterior unidad son mínimas pero notables. Tal y como viene siendo habitual la distribución del acabado Ocean (tope de gama) cuenta con cocina, nevera y agua en su espacio de convivencia, además de los ya conocidos asientos plegables que se convierten en cama.

 

 

 

En la parte delantera cabe destacar el salpicadero de color rojo, rejuvenece su diseño minimalista y le aporta un toque canalla. La pantalla multifunción de 6,3 pulgadas no incluía navegador (1.425 €) y como suele suceder “no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”. Esta solución es una herramienta vital para este vehículo y sus funciones. A cambio esta ‘bulli’ monta un equipo de sonido digital Dynaudio que nos deleitó con sus capacidades, muy recomendable.

Otro detalle a valorar, a diferencia de la pasada prueba, es el volante multifunción ya que su botonería es accesible e intuitiva además de montar el control de crucero, innegociable para los viajes.Los asientos delanteros son modulables para que se den la vuelta hacia dentro y crear un espacio para 4 habitantes. Durante la circulación se mostraron confortables y sobretodo con una muy buena posición de conducción. Además, la nueva California cuenta con un buen surtido de huecos en la parte delantera pese a la pequeña guantera.

 

 

 

Antes de pasar a desgranar el habitáculo de la nueva T6 California vale la pena comparar el comportamiento de esta unidad respecto a la anterior prueba. Su peso en marcha con 75 Kg dentro es de más de 1.700 Kg y eso afecta notablemente en este apartado, dificultando la circulación rápida por vías reviradas. Se nota cierto barqueo que si cumples con una conducción relajada desaparecen por completo. Si a esto le sumas un motor 2.0 TDI de 204 CV y el DSG es prácticamente imposible bajar de los 8 litros a los cien kilómetros. Es cierto que la potencia de este motor (derivada a las ruedas delanteras) permite el ascenso de los puertos sin problemas y adelantar en un abrir y cerrar de ojos pero parece que el bloque de 150 CV es el más equilibrado, en nuestra modesta opinión.

 

 

 

Lo mismo sucede con el DSG, que sin quitarle mérito alguno, tampoco parece tan necesario en este modelo. Eso sí, si pueden pagarlo uno se acostumbra rápidamente a la comodidad de un automático tan fino como este. En cuanto al confort en vías rápidas no se puede encontrar ningún pero, su hermetismo mejora todavía más la acústica del sistema de sonido.

 

 

 

Ahora sí pasamos a hablar de su funcional interior. Como era la segunda vez que habitábamos en la nueva Bulli nos hemos puesto algo más quisquillosos pero no se puede negar que su éxito es más que merecido. Para empezar el modo de aprovechar el espacio ofrece un interior bien distribuido y de ahí poco se mueve la cosa, incluso en otras marcas que siguen su camino. Siguiendo con su diseño moderno, atemporal y sofisticado utiliza un tono gris claro para el suelo, algo sucio. Lo mismo sucede en las plazas delanteras que el uso de la moqueta no parece la mejor opción en términos de limpieza y facilidad para mantener todo pulcro.

 

 

 

Los armarios bajo la cocina aceptan una compra de 1 semana sin problemas y bajo los asientos organizamos nuestra ropa. Volkswagen monta un nuevo cajón lateral que ayuda mucho a la distribución de los enseres y muestra la evolución del coche hacia una practicidad cada vez mayor. Con algo de orden la nevera (42 litros) se convierte en la mejor aliada y su capacidad para enfriar es sorprendente, es totalmente innecesario activar el nivel más alto (5). La cocina también marca la diferencia permitiendo cocinar un primero y segundo sin problemas con el fuego.

 

 

 

Lamentablemente esta vez no pudimos probar la pica ni la ducha pero no dudamos de su efectividad, que ya comprobamos en la pasada prueba. Otro de las genialidades del Bulli es la calefacción estacionaria (de serie con el acabado Ocean y muy recomendable en otros). Con temperaturas de apenas 1ºC en el exterior, su eficacia nos mantuvo calientes sin subir del nivel 5 de los 10 existentes.

 

 

 

La cama superior de 1,50 metros de ancho por 2 de alto y con somier, es más cómoda y grande pero la luz y el ruido se filtran ligeramente por la tela. Es la mejor opción si se duerme en camping, además de ser sumamente fácil de montar gracias al sistema eléctrico del techo y el hidráulico para bajar y subir la cama. 

 

 

 

Nosotros pudimos comprobarlo al pernoctar una noche, por cortesía del Camping Acedo, con unas instalaciones modernas y servicios de todo tipo: Piscina, pista de pádel, restaurante, tienda y mucho más. El lecho inferior (1,20 por 1,80 de largo) surge de los asientos por lo que es más duro y pequeño, pero su colocación también es muy ágil mediante un tirador en el centro de la banqueta. Tanto la zona superior como la interior cuentan con nuevas luces LED que iluminan las estancias y mejoran la autonomía de la batería.

 

 

 

FICHA TÉCNICA