Ciempiés sin límites
Si en ocasiones ya puede resultarnos complejo el manejo de un trailer convencional de 40 toneladas, a través de alguna calle donde se ve obligado a descargar, las cosas adquieren una dimensión ciertamente preocupante cuando hablamos de trasladar elementos como el motor de un barco, un avión de pasajeros accidentado, edificios enteros o incluso acercar la nave espacial Space Shuttle de la NASA hasta su punto de despegue. Algunas cargas definitivamente no se han hecho para viajar a lomos de un camión…¡O eso parece a primera vista!
Texto: Joan Garriga Fotos: Archivo
Más allá de las 40 toneladas y los 16,5 metros de longitud se abre todo un mundo de retos técnicos, que sin embargo en esta sociedad tecnológicamente compleja son cada día más habituales. Así las cosas por carretera viajan las enormes torres necesarias para instalar los parques de generadores eólicos, las vigas de más de 30 metros de longitud necesarias para soportar esas mismas carreteras sobre puentes e incluso locomotoras de tren. No hay que olvidar que hasta el momento, pese a los esfuerzos de generaciones de Ministros de Fomento de diversos colores políticos, los únicos trenes del AVE que han ido de Barcelona a Madrid han sido los que han viajado por carretera transportados desde su fábrica hasta la capital del Reino.
De hecho los hasta ahora nombrados son sólo algunos ejemplos de lo que puede llegar a transportarse y es que el límite lo marca la imaginación y las necesidades de la ingeniería. Esto es así porque no siempre resulta posible construir algo donde definitivamente va a ser utilizado, por enorme que sea. Así se da el caso que un gran buque carguero de miles de toneladas si bien se construye en un dique junto al mar requiere de algunos elementos que le llegan por carretera. Y claro, si para enviar el cigüeñal de un camión basta una furgoneta, el cigüeñal de un transatlántico puede pesar 200 toneladas.
Y eso ya empiezan a ser palabras mayores. La mayor parte de transportes especiales que se llevan a cabo en nuestro país sin embargo no alcanzan dichas dimensiones, se trata en muchas ocasiones de trasladar maquinaria de grandes dimensiones, que si bien pueden tratarse de moles de 50 o más toneladas entran dentro de lo normal para las empresas del sector.
Otro tipo de transporte muy habitual es el de los elementos de gran longitud, que no necesariamente significa manejar pesos extraordinarios. Aquí entrarían desde vigas a columnas para generadores eólicos, que fácilmente se traducen en cargas indivisibles de más de 20 metros de longitud, pero que por su peso no siempre exceden lo que cualquier transportista consideraría normal. Pese a todo, también eso significa algo normal para estos profesionales. Pero en ocasiones el reto técnico parece imposible de manejar, pues se ha llegado incluso a mover edificios enteros para eludir un terreno inestable que amenazaba construcciones de interés arquitectónico.
¿Pero qué camión podrá?
Para el profano lo primero que se le viene a la cabeza al ver como le sale al paso una mole de varios cientos de toneladas, avanzando a paso lento pero seguro, es qué camión puede hacer algo así. Y lo cierto es que si bien hace algunas décadas esa debería ser la primera gran cuestión, cuando raro era el transportista que disponía de 300CV en su camión, hoy en día no es este el factor determinante. Además cuando las cosas se ponen realmente duras, no hay ningún problema en unir esfuerzos y juntar dos o más tractoras para superar obstáculos. Y se tienen que poner muy duras teniendo en cuenta que hoy en día en el mercado encontramos tractoras de más de 600 CV de potencia disponible. Aunque en estos casos lo que prima es la capacidad de sus transmisiones y ahí los convertidores de par son los que tienen la auténtica palabra.
En cambio no suele ser tan habitual fijarse en algo que viaja camuflado tras el camión y casi aplastado por las muchas toneladas que lleva encima. Nos referimos al remolque que permite a una locomotora de tren viajar por la A-2 sin problemas o que es capaz de sujetar una enorme grúa portuaria de varios cientos de toneladas de peso.
Mucho más que una simple plataforma
La gente tiene la idea que con eso basta para cargar lo que sea, pero claro se trata de cargar lo que sea, por grande que sea, sujetarlo convenientemente y además procurar que el asfalto por donde se deba circular no se hunda bajo el peso del convoy. Y es precisamente ese conjunto de retos técnicos lo que termina trasnformando una simple plataforma en un vehículo tecnológicamente avanzado y soprendente para quienes no estamos familiarizados con este tipo de transporte.
Cuando se habla dde trasladar elementos enormes, poco comunes, de cientos de toneladas y dimensiones también enormes, lo cierto es que el equipo a emplear en muchas ocasiones termina siendo un conjunto único, creado casi exproseso para la ocasión. En primer lugar entran en acción los llamados conjuntos modulares. Y es que por encima del centenar de toneladas esta es la solución. Se trata de ir juntando conuntos de ejes hasta lograr repartir el peso de la carga, de modo que el peso que las ruedas transmien al asfalto sea similar al de un camión convencional.
Esto implica que si llevamos una mole de 300 toneladas terminaremos manejando una auténtica bestia de 30 ejes. Ya vamos viendo que el remolquito en cuestión muy convencional no resulta. Pero es que las cosas aún se pueden seguir complicando. Imaginemos que nuestra mole es una enorme prensa o una parte de una plataforma petrolífera y que tenemos que pasar bajo un puente. A veces no se puede cagar sobre una plataforma formada por conjuntos modulares de ejes, simplmente porque en un momento del camino no nos caben las ruedas bajo la carga. La solución de derribar el obstáculo no suele ser viable, así que esos mismos conjuntos modulares pueden intercalar una cama rebajada para situar sobre ella la carga y mantener los ejes que soportarán el peso a ambos extremos.
En casos extremos es la propia carga la que se une a los ejes en los extremos, con articulaciones tipo king pin, para así no perder ni un centímetro de altura útil.
¿Maniobrar?
Pues sí, no se trata de aparcar en el súper con nuestro transporte especial, pero sí que en la medida de lo posible una mole de 40 metros de longitud y 300 toneladas de peso debería poder circular sin demasiadas transformaciones por la misma vía pública que lo hace cualquier vehículo convencional. Esto en primer lugar es lo que ha exigido que el número total de ejes permita repartir el peso de modo que la carretera no se hunda, pero además hay que llegar a una curva y poder girar.
Ello es posible gracias a la presencia de sistemas de dirección en estos conjuntos modulares que los convierten en totalmente direccionales y facilitan la tarea al sufrido conductor del convoy. Así es posible disminuir el radio en las curvas hasta el mínimo físicamente exigido por la longitud de la carga transportada. Pero es más, la suspensión de muchos de estos remolques también permite elevarse y bajar su nivel, mediante sistemas hidráulicos, para así salvar pequeños desniveles sin dañar ni la carga ni elementos de la vía como puentes, señalizaciones, etc.
En ocasiones, cuando la necesidad de aprovechar el espacio es extremo, o cuando se está manejando una estructura enorme como un puente entero o una plataforma petrolífera, que debe ser sujeta por cada una de sus patas, se opta por conjuntos modulares autotransportados. Esto significa que el propio conjunto de ejes dispone de motores que le permiten moverse sin necesidad de tractora alguna. Existen algunos de estos modelos con cabina dde conducción y otros que pueden manejarse a control remoto.
La ventaja entonces es que el conductor camina alrededor del conjunto y puede situarse en todo momento en el punto más delicado de las maniobras, además pueden manejarse desde un punto de mando tantas plataformas como sea necesario. Vemos de este modo que en el mundo de los transportes especiales existen pocos límites técnicos que impidan su desarrollo. Veremos con que nos siguen sorprendiendo los profesionales de este sector en el futuro.
Algunos nombres de sector
A continuación destacamos las web de algunos de los principales fabricantes de remolques y equipos para transportes especiales, que han servido como fuente para elaborar este artículo: