En la instalación ferial del mercado de ganados de Torrelavega, Santander, se reunían los días 10 y 11 de abril casi 180 camiones entre clásicos, decorados y auténticos trucks norteamericanos. Todos los ingredientes listos para una estupenda fiesta camionera. Texto: Joan Garriga Fotos: Arantxa Fuertes y J.G.
La festiva iniciativa de poner en marcha la primera edición del festival truck show parte de un grupo de camioneros y aficionados a todo lo ligado al transporte, que anteriormente ya había tomado a su cargo la celebración de la jornada de San Cristóbal.
A partir de ese inicio este grupo de esforzados amigos ha conseguido poner en marcha una de las mayores concentraciones que recordamos en nuestro país, reuniendo desde viejos motocarros de los años 60 y 70 que a duras penas lograban cargar 500 kilogramos junto a impresionantes tractoras norteamericanas de marcas como Kenworth o Mack capaces de arrastrar más de 120 toneladas.
Para todos los gustos
El recinto ferial ofrecía un extenso lugar donde alojar un auténtico regalo para la vista de todos quienes quisieron pasar por Torrelavega. Así de los 175 camiones que finalmente acudieron a la cita 10 eran camiones americanos, entre los que destacaban varias tractoras Kenworth, algo más de una treintena eran estupendos clásicos que se mostraban en su mayoría tan en forma como el día en que abandonaron el concesionario. Y eso fue hace tanto tiempo en algunos casos como en 1912, como nos mostró el cuerpo municipal de bomberos de Santander y su espectacular autobomba Merryweather.
Más de un centenar de camiones decorados pusieron la nota colorida, ruidosa y más espectacular de este finde, mientras que por si alguno todavía tuviera tiempo de aburrirse los Hermanos Vila con sus camiones de carreras, unos estupendos Volvo White y Pegaso Troner, dieron todos los trompos y acelerones que el asfalto del recinto y su arsenal de neumáticos pudieron resistir.
Museo rodante
Si nos fijamos en los vehículos clásicos reunidos, prácticamente pudimos ver en funcionamiento todos los modelos de Pegaso que se fabricaron desde sus orígenes y hasta la aparición del Troner: Mofletes Diesel, el primer Pegaso derivado de los últimos diseños Hispano Suiza previos a la Guerra Civil, pasando por los Comet, Europa, Cabezones y los cabina cuadrada que en los 70 harían posible buena parte del transporte por carretera en nuestro país. Junto a esta nutrida armada varios Dodge, Ebro y Avia dejaron patente cuales eran las humildes máquinas al volante de las cuales debía trabajar la generación de transportistas de nuestros padres e incluso abuelos.
Otros modelos no tan conocidos por nuestras rutas pero igualmente veteranos y que también han sido mimosamente restaurados fueron Mercedes, Steyr, GMC, Leyland, Mack y Magirus, por citar sólo algunos.
La juventud…
Junto a la veteranía de los clásicos vimos todo el ardor festivalero de la juventud camionera más tuneada del país. Venidos desde casi todos los rincones de la Península, con abundante presencia de transportistas andaluces, gallegos, burgaleses, cántabros, extremeños y catalanes, entre otros, pudimos ver tractoras de todas las marcas del mercado espectacularmente personalizadas.
Eso sí, los bandos irreconciliables convivían en perfecta armonía, mientras los poseedores de Scania defendían la superioridad de sus criaturitas frente a los Volvo o los fans de DAF se los miraban como no entendiendo quien pueda dudar de las ventajas de sus camiones holandeses. Lo cierto es que no faltó ni una marca representada y todos y cada uno de los camioneros que participaron en este superespectáculo acudieron convencidos de llevar la mejor máquina. De lo que no quedó duda alguna es que en todos los casos se trata de los auténticos reyes de la carretera. Y su fiesta estuvo a la altura.