Del Pegaso Comet al Scania 500
Ángel Reques lleva 40 años en el transporte. En su empresa familiar su hijo e hija le ayudan a gestionar una flota de 30 vehículos cisterna que surten de gasóleo a domicilio toda la comunidad de Madrid.
Por Joan Garriga
Si algo no cambia, pese a los profetas del calentamiento global, es que con la llegada del invierno todos nos preocupamos por calentar nuestros hogares. Y, claro, eso en muchos edificios significa poner en marcha una calefacción central que utiliza gasóleo como combustible.
Ángel Reques, hijo, nos recibe en las oficinas de su empresa de Collado Villalba, Madrid. Estamos en la época del año en que las calefacciones ya andan a toda potencia y eso hace que la actividad en el patio de la compañía sea frenética. Mientras un par de trailers cisterna todavía descansan en el fondo del patio, varios dos ejes se mueven arriba y abajo.
Rutina diaria
Un surtidor de combustible permite llenar con rapidez las cisternas. Y eso aquí lo lo mismo significa un gran semirremolque de tres ejes, para servir los clientes con depósitos de mayor capacidad, que un pequeño rígido de menos de 10 toneladas.
Y es que en este caso la distribución de gasóleos de los tipos A,B y C directamente al domicilio de los clientes hace que los vehículos deban acudir tanto a zonas industriales como a servir directamente en los depósitos de comunidades de vecinos. Por ello entre las 30 unidades de esta empresa encontramos camiones que se adaptan a todo tipo de rutas.
Ángel Reques nos explica: «Desde aquí no servimos a gasolineras sinó únicamente a clientes finales que cuentan con depósito propio. Eso afecta a los tres tipos de gasóleo, el de automoción, calefacciones y agrícola. En nuestro caso, al cubrir el área de una gran capital como es Madrid, la mayor parte del trabajo consiste en servir gasóleo para calefacciones. Eso significa que necesitamos además de algunos trailers y rígidos de tres ejes también camiones ligeros, con los cuales poder circular por las calles del centro. «
Así las cosas, queda claro que nos encontramos en la época del año más activa para esta empresa familiar, más aún teniendo en cuenta los rigores del invierno con que este 2010 nos está obsequiando.
Ángel nos sigue mostrando las particularidades de una flota de vehículos, que además de cumplir con la exigente normativa ADR, propia de la distribución de combustibles, debe adaptarse a la distribución puerta a puerta.
Por si no se llega…
Nos acercamos al orgullo de la casa. Un conjunto articulado con una estupenda tractora Scania de la Serie R de 500CV. Nos sirve para observar el arcón de la cisterna, donde se aloja el contador y un largo rollo de la manguera que permite llegar hasta el depósito. Y es que en la distribución a domicilio no siempre se puede situar el camión tan cerca de la descarga como en el caso del servicio a las gasolineras.
De hecho según nos sigue explicando: «Nuestros camiones no hacen largos desplazamientos, como mucho algún servicio cerca de Toledo es lo más lejos que acudimos. Aquí un vehículo te viene haciendo poco más de 30.000 kilómetros anuales, aunque, eso sí, en horas de motor se contabilizan muchas más pues tienes el tráfico urbano siempre lento y además las descargas con la propia bomba del vehículo. Corremos poco, pero en invierno no se para.»
Bueno, pues ya que el invierno sigue arreciando no molestaremos más a nuestros protagonistas de hoy y dejaremos que sigan cumpliendo con eficacia y seguridad su importante labor cotidiana.
El Comet que se ganó el indulto
Ángel Reques, tanto si hablamos del padre como del hijo, es un profesional que ha dedicado toda su vida al transporte y distribución de combustibles. En el caso del padre eso significa más de 40 años de experiencia: «Empecé con un Thames Trader repartiendo y luego mi primer camión con el que repartía a domicilio bidones de gasóleo para la Campsa fue este Pegaso Comet que hemos conservado.»
Lo cierto es que tras muchos años de esforzado trabajo este Comet se ganó el indulto y luce con orgullo el número cero, que lo identifica como el origen de esta empresa familiar. El camión ha sido puesto al día con esmero, su mecánica funciona a la perfección y el interior de la cabina parece recién salido de una concesión Pegaso en 1970. Naturalmente no disfrutamos ni de asistencia en la dirección ni de sincronización en el cambio, así que si te ofrecen ponerte al volante de este venerable clásico del transporte español no tardas ni un minuto en admirar a quienes trabajan a diario con estas máquinas. Recordemos que los Comet constituían la oferta ligera de Pegaso, la marca del consorcio estatal ENASA, su gama iba de las 10 a las 16 toneladas, con motores de cuatro y seis cilindros de 90, 125 y 135 CV de potencia máxima.
El Pegaso Comet apareció en 1960 y fue uno de los frutos más exitosos de la colaboración industrial entre la española ENASA y la británica Leyland. De hecho, la base mecánica de este modelo de Pegaso derivaba de sus homólogos británicos; Leyland Comet.
Eso sí, los tiempos han cambiado el aspecto que luce esta máquina venerable:»En origen este camión no era cisterna, se la pusimos por imagen y para mantenerlo como el resto de la flota. Pero antes de 1992 estaba prohibido vender combustible a granel fuera de las gasolineras, de modo que el reparto se hacía con una caja basculante cargada de bidones de Campsa, el antiguo monopolio estatal. Lo cierto es que este negocio no vivió un auténtico auge hasta que se liberalizó la venta de combustible y el reparto de combustibles pudo hacerse directamente en camiones cisterna, ganando en agilidad y eficacia. Fue entonces cuando vivimos el auténtico desarrollo.»
De esa época Ángel padre guarda su otra niña de los ojos, aunque este camión todavía trabaja a diario. Se trata del número 1, un resistente e impecablemente cuidado Mercedes 2024, que en palabras de su propietario es el mejor camión que ha tocado nunca.