V Concentración Camiones Tierra Astur 2018

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Cuando el transporte se engalana

Resulta conveniente olvidar de cuando en cuando los muchos quebraderos de cabeza ligados al día a día de nuestra profesión, se trata del transporte, el periodismo o la que sea… Un buen modo de lograrlo es acudiendo a festividades como ésta que lleva ya cinco años celebrándose en la asturiana Pola de Siero y que sirve para reunir algunos de los camiones más espectaculares de la esquina noroeste de nuestra Península Ibérica. 

 

 

 

El fin de semana que en Junio queda marcado por la llegada del verano y las fiestas de San Juan los de Pola de Siero en Asturias suman además desde hace cinco años una animada concentración de camiones, donde tanto los vehículos personalizados como los clásicos que reinaron en nuestras rutas décadas atrás cobran especial relevancia. 

Siguiendo con nuestra visita a la concentración dimos con José Rojo, un activo miembro de la Asociación Arandina de Vehículos Clásicos, que en este caso ha sabido descubir un nicho de actividad económica de la mano de los camiones clásicos. No en vano este burgalés ofrece un surtido de viseras restauradas para equipar los modelos más usuales de camiones que rodaron en las décadas de los años 60 y 70: «Siempre trabajo a partir de viejas viseras que encuentro en desguaces y lugares similares. Las restauro y se adptan desde las más pequeñas para un Land Rover o una furgoneta Avia como la mía hasta las mayores, por ejemplo como la que equipaba el Pegaso «Cabezón» que fue todo un gran ruta en su momento.»

José Rojo ofrece viseras parasol perfectamente restauradas.

 

José

 

Precísamente junto a su Avia recién restaurado fue un placer saludar a un buen amigo, José Cerezales, quien mantiene la ilusión por acudir a este tipo de eventos a lomos de un vehículo clásico tras la pérdida de uno de sus hermanos, Rogelio, quien fuera uno de los máximos animadores del  Noroeste Español cuando de camiones clásicos hablamos. Nuestro cariño para ambos, sus familiares y recuerdo para Rogelio. 

 

 

 

 

Mackarios, Barreiros, Avias…

A veces cuando hablamos del pasado, la historia de nuestro transporte, quizás si estamos frente a un fan de las creaciones de Barreiros o los camiones Pegaso del caballo alado, podemos transmitir erróneamente que antes sólo había camiones de tal o cual marca en las rutas. Aunque la economía en el pasado estaba mucho más cerrada que en la actualidad y la importación de un vehículo fácil era tan costosa en lo monetario como por las trabas administrativas que se debía superar, lo cierto es que algunas marcas que hoy en día apenas vemos en nuestras carreteras en el pasado fueron parte fundamental del transporte español. Ese es el caso de Mack, que aunque en pocas cantidades dado su elevado coste que debía pagarse en dólares, siempre tuvo un especial peso tanto en el transporte TIR de los tiempos más épicos como en el segmento de los transportes especiales de mayor tonelaje. Aunque no era camiones muy potentes, en los 70 las tractoras Mack más comunes en España rondaban los 250 CV y 300 CV, lo cierto es que su fiabilidad y las sólidas transmisiones de hasta dos reductoras los convertían en impresionantes máquinas que se atrevían con casi todo. 

 

 

Frente a los privilegiados que recorrían las antiguas y bacheadas carreteras nacionales a bordo de un Mack otros muchos lo hacían en máquinas más humildes y casi artesanales, como fueron por ejemplo los camiones Avia, animados por motores Perkins, que si bien no permitían disfrutar de grandes prestaciones a cambio te daban la oportunidad de admirar detenidamente el paisaje.

 

 

Hasta el despegue de la industria nacional de la automoción, prácticamente ya en los años 60 del pasado siglo, había que ingeniárselas para mantener en circulación el material que había, la mayor parte del cual había sobrevivido a la Guerra Civil y eran modelos de camiones fabricados en los años 30. Ese es el caso de algún camión Ford bellamente restaurado y conservado que pudimos admirar en Pola de Siero. Frente a ellos los Pegaso, dando un repaso a buena parte de los modelos de la marca del caballo alado, siempre son mayoría en una concentración de este tipo, dado el dominio que durante mucho tiempo mantuvo la marca de la empresa estatal ENASA en nuestro país. 

 

 

Otro camión que inicialmente llegaba a nuestro país como un modelo de importación desde la filial británica de Ford fue el Thames Trader. Esta marca británica pronto tendría su réplica española, cuando Ford retomaba la actividad en nuestro país a través de su propia filial, la popular Ebro y que tuvo en sus primeros modelo de morro la réplica casi exacta de los Thames Trader originales. 

Pese a que actualmente un camión Mercedes Benz con placa española apenas llama la atención, no sucedía lo mismo en 70 años atrás, época de la cual data un magnífico camión de morro con la marca de la estrella en su frontal. 

MAN y su historia

 

 

Pelayo nos

Para acudir a una concentración como ésta, Pelayo Borragán de MAN Truck & Bus España, nos mostró otra sorpresa agradable. Y es que no quiso que la exposición de vehículos industriales de su marca se limitase a los últimos modelos de tecnología reciente.  Por ello no dudó en incluir un MAN 19.362 de la antigua serie F90, que marcó un hito en cuanto a fiabilidad y también por las generosas dimensiones de su cabina, bastante amplia para lo disponible en la década de los 80 del pasado siglo. Este camión, con 360 CV y caja de cambios manual ZF de 16 velocidades, pertenece al transportista gallego A.Basanta S.L. 

 

 

 

 

Las gentes del transporte

Uno de los placeres de este tipo de citas consiste en disfrutar del encuentro con las gentes que acompañan a las máquinas con las cuales trabajan. Buena prueba de ello fue la ocasión de saludar al transportista Alejandro Díaz, Corte. Este asturiano fue muy popular gracias a su participación en las carreras de camiones en circuito. Ahora nos prometió que esta temporada regresa a la competición y lo hará al volante del mismo Scania de morro con que lo hizo años atrás.

APesqueraB

Siguiendo con las sorpresas agradables pudimos saludar a «Pesquera», quien conduce otro de los IVECO con que Eulogio, a quien dedicamos un artículo meses atrás, transporta pasto para ganado por las tierras de la vertiente cantábrica. Tampoco debemos olvidarnos de otros personajes tan extraordinarios como Michael, el alemán experto y coleccionista de Pegasos, a quien saludábamos en compañía de otro de los Cerezales. Nos referimos a Roberto, siempre atareado atareado gracias a la actividad d Cerezales Distribuciones del Noroeste y sus productos de limpieza para vehículos Flowey.

 

 

Roberto Zapico, transportista autónomo berciano, a quien conocimos mientras admirábamos su impecable tractora Mercedes Benz Actros 1851. Roberto realiza transporte internacional con su tractora enganchada a una cilíndrica de líquidos alimentarios y visita destinos tanto de nuestro país como de Francia, Italia y Alemania. Roberto además de transportista es el padre de Rosa, una jovencísima camionera que no tenía precísamente en mente hacer ruta internacional al volante de un cuarenta toneladas, aunque ahora le entusiasma. Roberto nos explica: “Ahora viajo en el camión con mi hija. Conducimos los dos y recorremos media Europa. Mi hija nunca mostró interés por los camiones, estudió enfermería, pero al terminar no tenía trabajo. Vimos una oferta en una autoescuela donde a buen precio te sacabas el carnet de tráiler, ADR y CAP… La convencí y en pocos meses ya tenía el carnet. Ella seguía en casa sin trabajo, así que sin más le dije: Mañana nos vamos para Italia. Fue montarse en el camión y ver la cara de alegría que se le puso. Le encantó y hasta hoy, en que incluso algunos viajes los hace ella sola. “

 

 

R

Otra gran tradición

Si hablamos de transporte y Asturias raro será no conocer a uno de los pesos pesados en el periodismo especializado en este tema. Se trata de nuestro compañero de oficio Alberto Puerta, quien está entre los organizadores de una «cachopada» que se desarrolla coincidiendo con esta concetración. Un año más no sólo tuvimos la suerte de saludar a sus integrantes, con Alberto en cabeza, sinó también de rendir homenaje a la cocina astur… ¡Fue todo un placer!