Desde la primera vista externa todo es distinto en el FMX, su aspecto más agresivo delata un frontal más adecuado para el trabajo en los terrenos difíciles propios del trabajo en la construcción. En la reciente feria alemana BAUMA Volvo ha presentado su nueva criatura.
Para animar esta gama se recurre a los bloques de 11 litros de cilindrada y 13 litros. En el primer de los casos las potencias ofertadas van desde los 330 hasta los 450 CV. Para el 13 litros la gama de potencias se mueve entre los 380 y 500 CV. La caja de cambios automatizada I-shift ahora cuenta con funcionalidades adaptadas al trabajo en la obra.
Ello significa que con este cambio sin pedal de embrague ahora resulta posible balancear el camión adelante y atrás para salir de un bache. El I-shift recibe en todo momento información acerca del peso que carga el vehículo, para arrancar con la máxima suavidad y adaptarse a las condiciones de circulación.
La seguridad del conjunto se ve incrementada con el uso del freno motor Volvo Engine Brake Plus, que llega hasta los 375kw a 2.300 rpm.
Práctico y sólido
El frontal ahora está más protegido frente a los terrenos duros, el camión cuenta con un gancho de remolcaje que soporta 25 toneladas y los escalones antideslizantes de acceso son de nuevo diseño.
El parachoques está formado por tres piezas independientes, para así facilitar la substitución por partes en caso de daños.
Por su parte en el interior de la cabina puede optarse por tres tipos de acabados distintos, siendo el más resistente a los daños y la suciedad uno en que asientos y paneles interiores están terminados en vinilo. Las posibilidades más lujosas contemplan incluso el incorporar un asiento de cuero para el conductor.
La comodidad interna se incrementa gracias a un práctico mueble de almacenamiento, que incluye mesilla y espacio para colocar tazas y bolígrafos. Además existe un espacio especial para situar un portarrollos con el que limpiarse.
Test extremo
Antes de su llegada al mercado Volvo ha realizado unos test completos en la zona de pruebas de Hallered, en el oeste de Suecia. Funcionando con turnos de conductores las 24 horas del día, durante seis meses, se simula el desgaste que sufriría un camión en uso convencional a lo largo de toda su vida útil. El camión se prueba tanto en zonas especiales, como la de pendientes del 20 por ciento, como se testa la resistencia de su parabrisas sometiéndolo a fuertes vibraciones. Otras pruebas son la pista de baches, el foso de agua y barro, rutas con firme en mal estado o la pista que simula una cantera con desniveles que someten al chasis a los niveles máximos de torsión que puede soportar.