El fabricante también piensa disponer de 70 modelos eléctricos para 2028, en vez de los 50 planeados inicialmente.
El Grupo Volkswagen sigue apostando por la movilidad eléctrica, y lo demuestra planeando lanzar cerca de 70 nuevos modelos eléctricos en los próximos diez años, en lugar de los 50 previstos inicialmente. Como consecuencia, la cantidad de vehículos que se prevé fabricar en las plataformas eléctricas del Grupo, durante la próxima década, aumentará de 15 a 22 millones. De hecho, la expansión de la movilidad eléctrica es un asunto importante a la hora de construir el cambio hacia un balance neutro en CO2. Volkswagen ha firmado un amplio programa de descarbonización, con el objetivo de alcanzar, para 2050, un balance totalmente neutro en emisiones de CO2 en todas sus áreas, desde la flota de vehículos hasta las áreas de producción y administración.
En este sentido, el Dr. Herbert Diess, consejero delegado de Volkswagen AG, ha señalado que “Volkswagen está asumiendo responsabilidad con respecto a las tendencias clave del futuro, particularmente en relación con la protección del clima. Nuestro criterio coincido con los objetivos del Acuerdo de París. En los próximos años, vamos a alinear sistemáticamente nuestra producción y otras fases de la cadena de valor para alcanzar la total neutralidad en emisiones de CO2. Esta va a ser nuestra contribución para frenar el calentamiento global. Volkswagen tiene como objetivo proporcionar movilidad individual a millones de personas durante los próximos años: una movilidad individual más segura, más limpia y totalmente conectada”. “Para poder asumir las inversiones necesarias para nuestra ofensiva eléctrica, debemos realizar mejoras adicionales en la eficiencia y el rendimiento de todas nuestras áreas”, ha añadido Diess.
Así, el Grupo Volkswagen ha definido los objetivos para todas sus áreas en los próximos años, en su camino hacia la completa descarbonización prevista para 2050. Estos objetivos se basan en tres principios: primero, una reducción de CO2 efectiva y sostenible. En segundo lugar, cambiar a fuentes de energía renovables para el suministro de energía. En tercer lugar, compensar las emisiones restantes que no se puedan evitar. Por ejemplo, el Grupo Volkswagen ya ha empezado a implementar cambios en la cadena de suministro para mejorar el balance de CO2 de los vehículos a lo largo de su ciclo de vida. Actualmente, el Grupo está elaborando una hoja de ruta detallada. El potencial es particularmente significativo en lo que respecta a los suministros de acero y aluminio.
El objetivo para 2025 es reducir la huella de CO2 de la flota de vehículos en un 30% a lo largo de su ciclo de vida en comparación con los niveles de 2015. Para ello, Volkswagen está electrificando sus vehículos con una inversión de más de 30.000 millones de euros hasta 2023.