Xavier Castells un erudito en la historia del transporte
Los que tenemos como una de nuestras pasiones la historia del transporte a veces tenemos la suerte de conocer a otros aficionados, algún experto en modelos de camiones clásicos o incluso a veteranos que en su momento protagonizaron la historia de nuestro sector. Pues bien, el catalán Xavier Castells es todo ello a la vez y lo demuestra con pasión a través de su archivo fotográfico y su espectacular blog Imatges sobre rodes. A continuación vamos a ver un poco de la historia sobre ruedas que acompaña a Xavier.
Texto: Joan Garriga Fotos: J.G./ Archivo Xavier Castells.
La imagen que sirve para iniciar esta narración nos muestra a un jovencísimo Castells , cuando todavía no se había convertido en el erudito en la historia del transporte que es en la actualidad, frente a la cabina de uno de los Pegaso «Barajas» de la empresa familiar, con base en la localidad barcelonesa de Torelló, en las proximidades de Vic. No resulta de extrañar que los miembros de aquella expedición decidieran inmortalizar el momento, pues la imagen está tomada en el arcén de una carretera camino de la frontera alemana, en uno de los primeros viajes internacionales que la compañía realizaba. Se trata de una imagen propia de inicios de la década de los 60 del siglo XX, cuando poco a poco España retomaba la actividad económica y empezaba a resurgir el comercio también a nivel internacional con nuestros vecinos europeos. Cruzar los Pirineos era algo mucho más trabajoso, huelgas y conflictos en la frontera a parte, antes de la existencia de las actuales autopistas y debiendo parar en cada frontera para completar los complejos trámites aduaneros.
Al pie del camión…
Cuando elaboramos este artículo, 2019, contamos con la suerte de tener a Xavier entre nuestras amistades y por tanto el autor de este artículo se reúne con el protagonista para realizar igualmente una foto de Xavier frente al camión clásico con el cual a recorrido media geografía española, pero en este caso para participar en multitud de concentraciones para vehículos clásicos. Ese camión, un Nazar, desaparecida marca aragonesa de vehículos industriales, es ya popular entre los aficionados a la historia del transporte. De hecho muchos han conocido la sorprendente historia de los camiones y autobuses Nazar a través de la presencia del pequeño Nazar de Xavier en dichas concentraciones de vehículos clásicos.
La memoria de Nazar
Nazar surgió como fruto de la inquietud de un activo industrial italiano, Vincenzo Angelino Gervasio, que puso en marcha un taller donde fabricaban camiones y autobuses de un modo prácticamente artesanal. Eso no impidió por un lado que se tratase de unos camiones de aspecto bastante moderno y por el otro que se llegasen a ofrecer unidades pesadas de hasta 11 toneladas de carga útil. La denominación Nazar surgió al unir los nombres de la tierra del fundador de la marca, Nápoles, con el de Zaragoza donde decidió emprender la aventura industrial, que terminó siendo más efímera de lo que vincenzo hubiese querido. De hecho si en 1963 Nazar logró fabricar casi mil vehículos, sólo tres años después la empresa era adquirida por Barreiros, que dedicaría la planta a fabricar sus propias cabinas durante un tiempo. El Nazar de Castells es un modelo ligero, estaba disponible en su día en versiones entre 3,5 y 5,2 toneladas y disponía de un motor Perkins de 60 CV.
Un gran nombre entre los ligeros
Ebro sería el gran nombre del transporte ligero en España durante la segunda mitad del siglo XX. El modelo que aquí nos acompaña es un serie C de la marca fabricada en la Zona Franca de Barcelona por Motor Ibérica. Se trata de la empresa puesta en marcha con la participación de la multinacional Ford y que como hizo también en otros países europeos donde se implantó del mismo modo tomaba el nombre de un río local para bautizar sus modelos. En este caso del Ebro de la serie C muestra una cabina de morro corto con motor también Perkins de 70 CV. El Ebro C 150 era el pequeño de la familia y aparecía en el mercado en 1965.
Transportes J.Castells de Torelló
La empresa familiar de los Castells evolucionó a partir de una agencia de transportes familiar propia de la Catalunya central, que tuvo durante sus orígenes en el servicio a fábricas textiles buena parte de su actividad. Antes de los 60 del pasado siglo lo cierto es que un problema de primera magnitud incluso para una firma con buenos clientes y un estado económico sin estrecheces, era la adquisición de vehículos. Esto era así porque desde ENASA los Pegaso empezaban a llegar con cuentagotas al mercado y ante un crecimiento en el trabajo, una vez hubieses logrado los correspondientes permisos burocráticos para poner un camión más en funcionamiento, se iniciaba un complejo proceso para buscar o bien un camión en el mercado de ocasión, transformarlo o recomponerlo si fuese necesario, o tratar de lograr uno de los escasos y caros permisos para importar un vehículo para cuya compra en el extranjero se requería disponer de divisas extranjeras.
Pese a las trabas existentes, lo cierto es que en la flota de transportes Castells hubo algunos camiones de importación, entre ellos dejó buen recuerdo un Sisu de fabricación finlandesa que se adquirió de segunda mano a un mayorista de vinos de Montblanch en Tarragona. No tan buen resultado daría otro camión de importación poco habitual en nuestro país que formó parte de la flota de esta firma catalana. Nos referimos al camión Borgward que también aparece en este reportaje fotográfico.
Xavier Castells un erudito en la historia del transporte
Mediada ya la década los 60 del pasado siglo ENASA poco a poco lograba suministras sus modernos Pegaso al mercado en mayores cantidades y de hecho el crecimiento en la actividad de la empresa de transportes de los Castells, que llegaría a contar con delegaciones tanto en Barcelona como en Madrid, crecería paralelamente a la capacidad de los modelos que Pegaso ponía en el mercado. Cuando no incluso anticipando los modelos que la marca del caballo alado pondría en el mercado y es que en Transportes J. Castells siempre trataron de ganar carga útil adaptando hasta el límite de lo técnicamente posible sus nuevos vehículos. Por ello en la historia de esta empresa encontramos metas como la incorporación de un Comet con chasis transformado a tres ejes, 6X2, para que así su peso total en carga llegase hasta las 20 toneladas.
Otro modo de agilizar la carga y descarga en los viajes entre Madrid y Barcelona sería el uso de carrocerías autoportantes, con patas extensibles, para de este modo evitar que el camión tuviese que perder tiempo en esperas. Simplemente llegaba a destino, dejaba la carrocería y tomaba otra cargada en su lugar, reduciendo a unos pocos minutos el tiempo de espera.
Historia en el transporte: Años 70
Buen ejemplo de esa carrera continua por obtener la máxima carga útil fue tras la aparición del Pegaso 1065 Europa de 19 toneladas de PMA y 170 CV de potencia máxima, su utilización en la ruta desde Barberá del Vallés. Barcelona, a la FASA de Valladolid como conjuntos remolcadores junto a remolques Trabosa. Este servicio se realizaba para la firma Jaeger cargando los tableros de automóviles Renault.Ya en los 70 la compañía siguió teniendo a Pegaso como su principal suministrador de vehículos, contando con varios modelos de la serie con cabina cúbica, aparecidos a partir de 1972. Buen ejemplo de ello son dos de las unidades que aparecen en este reportaje, un tres ejes con doble carro delantero, para 26 toneladas de de peso total en carga y 200 CV de potencia máxima. Otro modelo de la misma gama, cuya cabina en la primera generación de este diseño todavía no era abatible, es la tractora de 260 CV, con turbo, que junto a una plataforma Trabosa ofrecía un peso total del conjunto en carga de 38 toneladas.
Xavier Castells un erudito en la historia del transporte